Pide ayuda para su hija la mujer enjuiciada por reclamar un traslado en Ipross

Necesita trasladar a su hija con displasia de cadera a Bariloche, adonde tiene turno con un profesional. Fiscalía la acusó por el delito de amenazas y perturbación, por los hechos que ocurrieron el año pasado en la sucursal de Ipross de Cipolletti. Este jueves continúa el proceso con una ronda de declaraciones.

Beatriz es la mujer que actualmente enfrenta un juicio por supuestos hechos de violencia que protagonizó en las oficinas de Ipross de Cipolletti. El problema que desencadenó la insistencia de sus reclamos sigue sin solución, pero el juicio avanza y este jueves habrá una nueva ronda de declaraciones. El lunes de la semana que viene tiene un turno con el profesional de Bariloche que realiza las consultas de su hija con discapacidad, pero Ipross no autorizó el viaje en taxi, por lo que presentó un amparo en la Justicia.

Este jueves declarará el padre de su hija, y el comisario que intervino en una de las protestas en las que el hombre se esposó a las oficinas de Ipross, pero su hija que padece displasia de cadera no consigue ser atendida por el traumatologo especializado en casos especiales, que según afirmó “es el único de la provincia y mediante un certificado solicitó el traslado a Bariloche en auto y no en colectivo”.

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“Ya la trasladamos en colectivo. Le tuve que sacar el pañuelo y el triple pañal. Lloró todo el viaje y levantó mucha fiebre, y los pasajeros se quejaron”, contó la madre. Por estos motivos y por la necesidad de que el viaje no resulte un padecimiento para la niña de tres años, el médico extendió un certificado y aseguró que es necesario el traslado sea en un automóvil.

Los presupuestos para ir y volver a Bariloche rondan entre los 25 y 30 mil pesos. “Lo que me enoja es que se niegan a darme las cosas para mi hija y ellos no ponen la plata, la pone el estado. Ella es una bebé, y en Ipross te tratan como el carajo”, expresó ofuscada.

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Por esto presentó nuevamente un reclamo en la Justicia, y reconoció estar expectante ante “la respuesta que dará el juez”. Primero se acercó nuevamente a la oficina ubicada en la calle Sáenz Peña, pero la respuesta fue un “no autorizado” nuevamente, y tampoco le pagarán el pasaje en colectivo.

Hace pocos días terminó de recibir el rotador, algo que se esperaba redunde en una mejoría de la niña. El artefacto había sido solicitado por el medico que la atendió en Bariloche hace seis meses, pero por la demora Beatriz explicó que “no hubo ningún avance en el estado de mi hija”, se lamentó.

La mujer aseguró que el viernes y el sábado realizará empanadas para juntar algo de dinero, con la esperanza de no tener que postergar el turno, como en otras ocasiones.

Hechos de violencia y juicio

Datos

El incidente por el que la mujer es enjuiciada por el delito de amenazas y por perturbación ocurrió el 21 de diciembre de 2017. Antes había sido denunciada por la misma médica en dos oportunidades por situaciones similares. En esas circunstancias, según manifestó la teoría de la fiscalía, increpó a una de las médicas auditoras ingresando sin autorización a su oficina y profiriéndole amenazas.
Según la acusación la desmedida conducta demandó la intervención de 12 policías, un subcomisario y determinó el cierre de la obra social por dos días.
“La razón de este juicio es la de imponer límites a las conductas violentas. Quien pretende hacer valer un derecho tiene toda la facultad de hacerlo, pero debe realizarlos dentro del marco de la ley”, sintetizó el fiscal Gustavo Herrera.

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