Comienza el debate de cómo hacer navegables a los ríos Limay y Negro

Este sábado inicia un seminario que busca generar pensamiento estratégico global para el aprovechamiento sostenible de 800 kilómetros del río hasta Arroyito.

Una convocatoria para pensar el futuro de la región –no ya del Alto Valle sino del gran Valle del río Negro hasta su desembocadura en el Atlántico– vertebrará el dictado de un seminario que organiza Fundesur en conjunto con las legislaturas de Neuquén y Río Negro.

Bajo la forma de charlas-debate, las actividades se extenderán hasta fin de año con doce encuentros, de los cuales el primero se realizará este sábado en la Legislatura neuquina, en Leloir 810.

“Imagina la Norpatagonia-Otra región es posible”, tal el nombre del ciclo completo, que planteará en cada reunión un eje particular de análisis. (Ver punteado)

Destacados panelistas del orden nacional y regional estimularán el debate a partir de sus orientaciones.

El seminario es de convocatoria abierta y gratuita, aunque en especial se halla destinado a estamentos profesionales y políticos.

Se trata, en lo medular, de poner en marcha ideas, proyectos y acciones que desde una visión global integren y armonicen el desarrollo sustentable en un horizonte a 50 años de esta inmensa región que abarca dos provincias y 24 municipios ribereños.

Para hablar del ciclo, el arquitecto Daniel Flores, presidente interino de Fundesur, cuenta cómo fue su génesis.

La impactante imagen del punto exacto de confluencia de los río Limay y Neuquén.

El punto de partida fue el propósito de restaurar la navegabilidad del río Negro en sus 750 km de longitud, más el tramo del río Limay hasta Arroyito.

“El proyecto se inicia con la legislatura de Río Negro y después avanza a la legislatura de Neuquén. Es un estudio del río Negro para ver la factibilidad de volver a hacerlo navegable”, resume Daniel Flores.

“Empezamos por ahí este pensamiento: el río, las costas, lo que no se está haciendo, no sólo en términos de la contaminación sino también de la producción. Es como un valle que piensa el ingeniero Cipolletti para regar un millón de hectáreas y poner a producir un millón de hectáreas y tenemos nada más que 70 u 80.000 ha; y encima veintipico de miles en conflicto”, reflexiona el profesional.

“Las legislaturas rápidamente lo vieron como un tema regional –y esto es lo que me parece interesante– que trasciende lo provincial. No era el pedacito de río de la provincia, no era la costa de Senillosa, Arroyito y Neuquén. Vieron que esta discusión tenía que ser de toda la región y ahí empieza a aparecer el tema de Vaca Muerta en términos conceptuales. No sólo Añelo, San Patricio y demás, sino lo que deberían hacer las ciudades, los gobiernos y la política en términos de controlar el pos Vaca Muerta”, dice Flores, entusiasmado.

“Ahí este ciclo de charlas empieza a virar. No seamos tan arquitectónicos ni tan urbanísticos –dijimos– y empecemos a abrirlo a otros pensamientos más interesantes que le van a dar mucha más calidad al producto de las conferencias”.

Así se incorporaron al programa la fundación de la UNC, los dos colegios de Arquitectos, de Neuquén y Río Negro, y también el Colegio de Técnicos de Neuquén. “Todos ellos firmaron ese acuerdo con las dos legislaturas”, precisa Daniel Flores.

Posteriormente se sumaron la UNRN con su Escuela de Arquitectura, el INTI y el INTA.

“El INTA por lo que tenga que ver con cuáles son los pensamientos productivos, no en términos de cómo salimos del conflicto de la fruticultura actual, sino cómo pensamos esto a los próximos 50 años” justifica el profesional.

“Con el INTI estamos empezando a ver que este proyecto de los 800 km sobre las costas sea con energías renovables”, añade.

Para terminar subraya lo importante que sería que “pudieran venir los técnicos de los diferentes municipios –los estamos invitando–, desde Arroyito hasta El Cóndor, porque son parte de cualquier transformación y porque si no termina siendo un pensamiento teórico y no sirve de nada”.

El ciclo de charlas y sus temas

27 de abril. “Territorio, paisaje y ciudad”. Como estrategias de desarrollo sustentable. Análisis de unidades productivas. Formación y transferencia.

11 de mayo. “Ríos: Negro – Limay y Neuquén”. Los ejes para el desarrollo de las ciudades.

18 de mayo. “Vaca Muerta”. Encuadre sobre planificación provincial (Neuquén).

8 de junio. “Periferia urbana y rural”.

22 de junio. “Vaca Muerta – Ciudad posible”.

13 de julio. “Energías renovables”.

24 de agosto. “Residuos”.

7 de septiembre. “Desarrollo territorial – urbano”.

28 de septiembre. “Arquitectura como arte urbano”.

19 de octubre. “Costa de Oro – Navegabilidad”. Presentación de proyecto.

16 de noviembre. “Dique Ballester y la región de los canales”.

23 de noviembre. “Un futuro posible”. Cierre

La navegación en la historia regional

Una de las primeras navegaciones del río Negro que constan en la historia fue emprendida en noviembre de 1782, durante el Virreinato del Río de la Plata. El alférez Basilio Villarino, de la Real Armada, surcó las aguas del imponente cauce y logró llegar el 23 de enero de 1783 a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, procedente desde Carmen de Patagones.
En 1867, el Congreso nacional legisló el traslado de la frontera interior al río Negro y ordenó invertir fondos en vapores para explorar y navegar sus aguas.
En 1869 el vapor “Transporte” capitaneado por Ceferino Ramírez reconoció el río hasta la isla de Choele Choel.
A partir de estas primeras experiencias, hacia 1883, se creó la Escuadrilla del río Negro con la compra de los vapores de rueda “Río Negro” y “Río Neuquén”, construidos en Inglaterra.
Para esa época, el general Villegas realizó una campaña al Nahuel Huapi e intentó navegar el río Limay hasta el lago. Luego de varios intentos infructuosos, el teniente Eduardo O’Connor lo logró en 1883 con la lancha “Modesta Victoria”.
Hasta 1911 la navegación fue regular y muy utilizada para el tráfico de mercadería. Comienza a decaer con el ferrocarril.
El 12 de octubre de 1924 se inauguró la Dirección de Navegación y Puertos. Pasaron varios años para que se reabriera el servicio, con la llegada de la embarcación “345B”. Lo hizo el 17 de enero de 1940 en la zona de Paso Córdoba.

Archivo “Río Negro”


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