Como detectives, rastrean el coronavirus por Bariloche

Cómo trabaja el equipo de Epidemiología del hospital Ramón Carrillo. Sus integrantes tratan de ir por delante de la covid-19 a partir de la reconstrucción de su paso por un núcleo. El interrogatorio es vital y las mentiras, el peor enemigo.

La detección de un caso positivo de coronavirus dispara todo un operativo que encabeza el equipo de Epidemiología del hospital Ramón Carrillo. Los “rastreadores de covid-19” despliegan un trabajo tan silencio como intenso para evitar que los casos se propaguen y sigan contagiando.

No bien registramos un caso positivo al que llamamos caso índice, les pedimos los contactos telefónicos de las personas que viven en la vivienda o los contactos de trabajo para seguir de cerca posibles nuevos casos”, detalló Dianela Gallardo.

A partir de ese momento, el equipo compuesto por la pediatra Gabriela Varone, la médica generalista Yves Centurión, Romina Berazategui, que tiene una maestría en Epidemiología, el médico veterinario Guillermo Mujica y residentes de Uresa (Unidad Regional de Epidemiología y Salud Ambiental) se reparte los llamados a cada uno de los contactos estrechos del caso índice.

Por cada caso confirmado, se estima que hay entre 4 y 5 personas que forman parte del círculo familiar, sumados a los contactos laborales. El seguimiento de estos “contactos estrechos” persiste durante 14 días con llamados diarios.

En caso de que alguna persona presente síntomas, se coordina de inmediato para realizar el hisopado.

A partir de un caso positivo buscan los contactos estrechos y hacen un seguimiento para evitar la propagación del virus. Foto: Marcelo Martinez

“Muchas veces, sucede que el caso confirmado no nos aporta todos los datos de los contactos estrechos. No nos dicen quiénes son todos y ahí empieza el rastreo de aquellos que no se habla”, admitió el jefe del Dapa, Víctor Parodi.

Lo definió como “toda una tarea de investigación. A veces llegamos a una persona que nos cuenta que otros contactos hubo. Ahí se abre un poco más el espectro”.

Más allá de esta pandemia, los epidemiólogos están abocados constantemente a las “búsquedas”. “Cuando hay un caso de Síndrome Urémico Hemolítico, indagamos dentro de la familia, hacemos análisis, vamos a los lugares donde compran. Lo mismo con el hanta. Este virus tiene una alta transmisibilidad: se dice que de 100 personas, 50 o 60 se pueden enfermar”, resumió Gallardo.

En cada interrogatorio, los especialistas detectan el miedo a la discriminación. “Mucha gente siente angustia al saber que el coronavirus tarda mucho en negativizar y además, nadie quiere dejar su casa porque hay mucho miedo a los robos. Pero los convence la posibilidad de infectar a otro”, coincidieron los especialistas.

La decisión de aislar a algunos contactos estrechos en hoteles depende del interrogatorio que lleva adelante el equipo de epidemiología. “Entre las preguntas que hacemos, consultamos cómo es la vivienda, si pueden dormir lo más aislados posibles, cómo se van a provisionar de alimentos, de productos de limpieza, si tienen leña o no. La idea es que estén lo más cómodos posible dentro de sus viviendas”, señaló Gallardo.

El equipo del hospital minimizó la preocupación por la cantidad de casos de coronavirus en Bariloche. Lo atribuyeron a una búsqueda activa y a testeos masivos. “Se llega antes al diagnóstico. Esto nos permitió tener casos leves. Hasta ahora, solo tres han llegado a terapia intensiva, de los cuales dos ya fueron dados de alta”, detalló Gallardo.

Sintomatología leve


De los cuatro tipos de virus que circulan en el país, se estima que en Bariloche ingresó uno con sintomatología leve. “No lo puedo asegurar –aclaró Gallardo– pero la fiebre, por ejemplo, es el síntoma predominante. Acá solo el 37% de los pacientes registró fiebre dos semanas atrás; el resto no. Y hablamos de una temperatura de 37,5. Bajamos el rango de temperatura”.

Otros síntomas, detalló, son dolor de cabeza muy intenso “fuera de lo común”, dolor muscular y articular, dolor de garganta, dolor de espalda lumbar, “abajo sobre la cadera” y la astenia, la falta de fuerza. Se han registrado además, dolores abdominales.

Gallardo enfatizó también la falta del olfato y del gusto. “Tres compañeros del hospital registraron estos síntomas y de hecho, lo incluimos el primero de abril, antes que Nación. Nos resultaba llamativo”, puntualizó.

La mayoría de los casos de coronavirus en Bariloche se propagó a través de “conglomerados”. Excepto cinco pacientes positivos, siempre se pudo encontrar el nexo epidemiológico. “A partir de un caso índice, con el interrogatorio encontrás quizás otro asintomático que resultó anterior al índice. Pero de esta forma, lo fuimos bloqueando. Estuvo bueno salir a buscar a la gente y no esperar que gente llegue al hospital”, indicó Gallardo.

Cuando se consulta sobre el modo de contagio, la médica planteó que “muchísimos han tomado mate juntos o han ido a un cumpleaños o a asados. Por eso, la importancia del aislamiento. Mucha gente todavía interpreta que no son situaciones de riesgo pero este virus tiene mucho de contacto”.


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