Compás de espera para aumentos en combustibles

Gobierno, compañías petroleras y expendedoras de combustibles acordaron una tregua por 72 horas en las negociaciones para tratar de frenar los aumentos en el precio. El sector reclama concretamente la reducción de los impuestos que gravan los combustibles para que el incremento no sea trasladado al consumidor. El gobierno estudia alternativas.

El Gobierno y las compañías petroleras y expendedoras de combustibles acordaron ayer un «compás de espera» hasta el lunes en las negociaciones para tratar de frenar los posibles aumentos en el precio de los combustibles.

Los empresarios del sector reclamaron concretamente la reducción de los impuestos que gravan los combustibles para que «el incremento de la materia prima no sea trasladado al consumidor», según informó a la prensa el titular de la Federación de Combustibles de la República Argentina, Carlos Calabró.

El secretario de Defensa de la Competencia y del Consumidor, Hugo Miguens, pidió una tregua de 72 horas para estudiar el pedido de las petroleras respecto a la reducción de los impuestos que tienen una incidencia del 63 % en el precio de venta al público.

Los tributos que gravan a los combustibles son el ITC (transferencia a los combustibles), la tasa hídrica y la tasa vial.

El Gobierno pidió «prudencia» a los petroleros respecto del posible aumento en la nafta y el gasoil, porque ello tendría una incidencia en los precios del resto de los productos por la suba en el costo del transporte.

Se teme que este traslado del alza desate un proceso inflacionario que termine de descalabrar la frágil situación económica, política y social.

La reunión se desarrolló en la Casa Rosada y no participó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, como estaba previsto, porque paralelamente estaba encabezando una reunión con el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, y autoridades de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura.

Uno de los temas de mayor preocupación son los piquetes que se realizan en los accesos de las destilerías de Dock Sud y que podría complicar el abastecimiento de combustibles para el área metropolitana.

Esta preocupación fue planteada también en la reunión que los petroleros mantuvieron con el secretario de Defensa de la Competencia y del Consumidor.

En la reunión estuvieron presentes los directores de Repsol-YPF, Esso, Shell y EG3.

También participaron Calabró, titular de la Federación de Combustibles de la República Argentina, y Manuel García, directivo de la Asociación de Estaciones de Servicios Independientes. (DyN, Télam)

Alieto Guadagni a Energía

Las críticas del secretario interino de Energía, Daniel Cameron, hacia la medida tomada por gobierno, le valieron el puesto y fue reemplazado por Alieto Guadagni.

El vocero presidencial, remarcó la trayectoria de Guadagni, y dijo que tendrá un rol estratégico en la relación del gobierno y las empresas energéticas que «para nosotros son muy importantes para el funcionamiento de la economía».

Guadagni vuelve a ocupar el cargo de secretario de Energía de la Nación, después de un interín de 20 años en el que tuvo participación destacada en diferentes gestiones. Guadagni es doctor en Ciencias Económicas, obtuvo una maestría en Berkeley, otra en la Universidad de Chile y ha desarrollado una activa y amplia carrera docente.

Fragilidad en la Rosada

BUENOS AIRES (ABA).- Tras el anuncio de las retenciones del 20 % sobre las exportaciones de hidrocarburos, en la Casa Rosada reina la fragilidad. A las presiones de los expendedores que piden una revisión de la estructura impositiva de los combustibles para no trasladar a precios la devaluación y las amenazas de las empresas de retirar las inversiones para exploración y explotación si prospera el impuesto, se sumó ayer la falta de claridad y coherencia por parte del Gobierno en el trato con los empresarios; una situación que lejos está de legitimar la -en apariencia- enérgica decisión del presidente Duhalde.

Un ejemplo claro: los directivos de Esso, Shell, Repsol-YPF y los titulares de las cámaras de empresarios de combustibles que ayer asistieron a la Rosada no fueron recibidos, siquiera, por quien los había convocado de urgencia: el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli. Tampoco por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien se encontraba lidiando con los piqueteros de las refinerías del Dock Sud. Y, claro, mucho menos por el Duhalde, que tampoco estaba allí.

El interlocutor de los pesos pesados del sector que dejó Gabrielli en su lugar fue el secretario de Defensa de la Competencia, Hugo Miguens, un funcionario de segunda línea que de ningún modo logró aplacar las ansias de respuestas contundentes por parte del sector. Y es esa actitud la que hace peligrar la estabilidad del gravamen.

En el Congreso y en Hacienda, la debilidad en que parece sumido el Gabinete puso a circular la versión de que el presidente estaría estudiando dar marcha atrás con lo anunciado.

Acuerdan canasta de medicamentos y útiles escolares

El gobierno y las cámaras que nuclean a industrias y laboratorios medicinales acordaron ayer la conformación de una canasta de medicamentos para cubrir «el 80 % de las necesidades básicas» de la población, productos que volverán a los precios anteriores a la devaluación.

Así lo anunciaron el presidente de la Cámara de la Industria y Laboratorios Farmacéuticos Argentinos, CILFA -nuclea a los laboratorios nacionales-, Hernán López Bernabó; su par de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales, CAEME -nuclea a los extranjeros-, Ernesto Felicio, y el titular de Cooperala, Eduardo Berardo.

La confirmación de los empresarios de los laboratorios fue realizada en la Casa de Gobierno después una reunión que mantuvieron con Gabrielli y Capitanich.

Los empresarios aseguraron que durante el encuentro se descartó la posibilidad de que el gobierno aplique la ley de abastecimiento, ya que «no haría falta» la aplicación de precios máximos, según dijo Bernabó.

Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, avanzó en su intención de implementar una política de medicamentos genéricos en la Argentina, al señalar que «ése, es uno de los temas centrales, en cuanto a política sanitaria se refiere».

El funcionario denunció ayer que «hay relaciones inmorales de los médicos con la industria» farmacéutica que constituyen una «cultura» difícil de cambiar, pero reconoció que las entidades profesionales expresaron una «enorme adhesión» para la implementación de una política de medicamentos genéricos. «Cuando el médico prescribe un nombre de fantasía, en realidad no está prescribiendo un medicamento, en realidad está vendiendo un precio», denunció el ministro.

González García explicó que «si uno prescribe por genérico, no sólo permite pagar más barato», sino que posibilita «que la gente sepa qué le han prescripto», porque «enmascarar un nombre (genérico) con un nombre de fantasía», en realidad, dijo, es «negarle información al consumidor».

En declaraciones a RadioShow, González García señaló que «es esencial, desde el punto de la seguridad y de la calidad, que la gente sepa cuál es el nombre real del medicamento que está tomando», en tanto aclaró que no se trata de «cambiar el medicamento que el médico prescriba» sino de «establecer una competencia entre los precios».

El titular de la cartera de Salud explicó que «todos los medicamentos tienen dos nombres: arriba el de fantasía y abajo el nombre genérico del medicamento», es decir, la droga que lo compone.

Consultado sobre por qué los médicos recetan por marca, el Ministro respondió que «es una pregunta larga, muchos años de marketing» y que «hay una cosa que se llama comercio, y hay una cosa que se llama propaganda».

El paciente es el que «debe ejercer sus derechos de consumidor y actuar como tal, y presionar y defender su bolsillo».

Con fabricantes de útiles escolares

Capitanich calificó como «muy satisfactorios» los acuerdos alcanzados que permitirán por un lado, una reducción del precio de algunos medicamentos que volverán a los valores previos a la devaluación y la fijación de precios estimativos para determinados artículos escolares.

Esta mañana, el gobierno acordó también con las cámaras de fabricantes, importadores y comerciantes de libros y útiles escolares conformar «dos o tres canastas básicas» para garantizar el «acceso de las familias a esos artículos» ante el aumento de precios registrado luego de la devaluación, informó el secretario de Defensa de la Competencia, Hugo Miguens, quien dijo que «se acordó armar dos o tres canastas de útiles escolares básicos» que tendrán «precios estimativos» de acuerdo con cada producto, aunque aclaró que «no se impondrán precios máximos» . (DyN)


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