Condenaron a 5 años de prisión a un conductor que mató a un motociclista

El tribunal de Bariloche admitió un acuerdo entre la fiscalía, la defensa y el acusado en un juicio abreviado. Por eso, le impuso esa condena por el delito de homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas.

Rodrigo Arroyo reunió este martes pasadas las 13 a sus familiares en el hall principal del edificio de Tribunales en Bariloche. Algunas mujeres tenían los ojos cargados de lágrimas por la angustia. También por impotencia. El hombre extendió los brazos fraternalmente, como tratando de proteger a todo el grupo y les habló con paz pausada. “Tenemos que seguir adelante”, expresó el hombre.

Y advirtió que todos los fines de semana ingresa en el hospital de Bariloche alguna persona lesionada por un choque. Por eso, exhortó a colaborar con la prevención para que en lo posible ninguna otra familia pase por el calvario que ellos sufrieron tras la muerte de Sebastián Gallardo Cárdenas.

Arroyo dio ese mensaje minutos después de que los jueces Bernardo Campana, Marcos Burgos y Gregor Joos condenaran a Alexis Roma a 5 años de prisión por haber causado la muerte de Sebastián y las lesiones graves de Rodrigo Arroyo Cárdenas, que sigue internado en el hospital Ramón Carrillo. Sebastián era hermano por parte de madre de Rodrigo.

Los jueces admitieron el acuerdo alcanzado en un juicio abreviado que acordaron la fiscal Betiana Cendón, el defensor particular Martín Domínguez y el imputado.

Como parte del acuerdo, el acusado admitió su responsabilidad y expresó su consentimiento con la propuesta que le había planteado la fiscalía.

Cendón explicó a los jueces que el delito que se le atribuía a Roma tiene una escala penal que va desde los 3 hasta los 6 años de prisión como máxima sanción, según lo dispone el Código Penal.

Sostuvo que Roma causó la muerte de Gallardo Cárdenas al provocar el choque entre el vehículo que el acusado conducía la madrugada del 5 de octubre pasado y la moto que manejaba la víctima. También, las lesiones graves de Rodrigo.

La fiscal sostuvo que Roma además de conducir en forma imprudente y antirreglamentaria, lo hizo alcoholizado y con exceso de velocidad. Advirtió que son dos agravantes que elevaban la pena a imponer al acusado.

Aseguró que de acuerdo al test de alcoholemia, Roma manejaba esa madrugada con 1,35 gramo de alcohol por litro de sangre, cuando el máximo es de 0,500 miligramos, según la ley de Tránsito vigente. Además, la pericia accidentológica estableció que conducía a 112 kilómetros en la hora por la avenida Juan Herman, cuando embistió a la moto en una maniobra imprudente y antirreglamentaria al querer adelantar a un vehículo Volkswagen Fox en un sector no habilitado.

Roma iba al volante de un Fiat Uno y las víctimas circulaban en sentido contrario en la moto. No añadió el agravante de la falta de licencia de conducir porque el acusado había sido inhabilitado por el municipio.

Por eso, pidió que se le impongan 5 años de prisión y 10 años de inhabilitación para conducir automotores. Cendón enumeró las pruebas que había recolectado en la investigación para sostener la acusación, sobre todo, testigos directos y pericias.

El defensor particular dijo que estaban de acuerdo con la calificación legal y con la propuesta de la fiscalía. Aseguró ante el tribunal que había analizado, junto al acusado, las pruebas y no había objeciones.

Campana le preguntó a Roma si comprendía los alcances del acuerdo. Le explicó que tenía la posibilidad de no aceptar la propuesta de la fiscal y ser sometido a un juicio oral y público. El joven respondió que entendía y que consentía el acuerdo. Reconoció haber manejado esa madrugada del 5 de octubre alcoholizado y haber causado el choque y la muerte de Sebastián.

Los jueces se retiraron de la sala a deliberar si admitían el acuerdo entre la fiscalía, la defensa y el acusado. Fueron alrededor de 20 minutos donde en la sala se respiraba nerviosismo y angustia entre los familiares que portaban fotos de la víctima. En el otro sector de la sala, los familiares del imputado estaban en silencio. Tres policías custodiaban al acusado. Cuando los jueces regresaron a la sala informaron que habían admitido el acuerdo y que condenaban a Roma.

Cuando finalizaba la audiencia, Roma quiso hablar. El padre de Sebastián y Rodrigo no quiso permanecer en la sala. “No lo voy a escuchar”, expresó y se retiró de la sala junto a su hermana. “Estoy muy arrepentido de esa noche, pido disculpas”, dijo Roma, de 21 años. El joven cumplirá la prisión en una cárcel fuera de Bariloche, porque el penal local está colapsado.


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