Condenaron a conocido secuestrador por un asalto

CORDOBA (Télam).- Maximiliano «Pachu» Peñaflor, uno de los delincuentes más buscados por secuestros extorsivos, fue condenado a 16 años de prisión por el asalto a una gomería y el tiroteo que protagonizó en la capital cordobesa cuando fue detenido en julio del año pasado, informaron ayer fuentes judiciales.

Peñaflor, quien fuera socio de otro conocido secuestrador, Cristian «Hígado» Muños, quien murió en un enfrentamiento con la Policía Bonaerense, fue condenado por la Cámara Séptima del Crimen de Córdoba.

También fueron condenados, pero a 18 años de prisión, los dos cómplices de Peñaflor en aquel frustrado asalto: Domingo David Cepeda y Carlos Ezequiel Ledezma.

En el caso de Ledezma, los camaristas le unificaron una condena pendiente y establecieron la pena de 18 años y seis meses de prisión.

Los delitos por los que la banda fue condenada fueron «robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, encubrimiento agravado reiterado, lesiones graves y violación de domicilio».

La fiscal María Inés Ferreyra había solicitado 20 años de cárcel para Cepeda y Ledezma y 18 para Peñaflor, pero a la hora de la condena los camaristas Ricardo Iriarte, Carlos Ruiz y Oscar Iglesias resolvieron bajar en dos años el pedido del Ministerio Público Fiscal.

El hecho ocurrió el mediodía del 22 de julio de 2004 cuando los tres imputados y un cuarto cómplice que hasta ayer permanece prófugo, intentaron asaltar la gomería «Claret» ubicada en la avenida La Cordillera 4.857.

La acción fue observada por un policía franco de servicio que se bajó de un colectivo y pidió apoyo y de inmediato arribaron al lugar varios patrulleros.

Los delincuentes emprendieron la huída y se generó una persecución con un tiroteo en el que resultó herido de bala un policía cordobés.

Los tres condenados fueron detenidos en una villa cordobesa con varios vehículos y un gran arsenal, ya que incluso tenían un fusil FAL.

«Pachu» Peñaflor e «Hígado» Muños se convirtieron en los prófugos más buscados por la justicia y la Policía Bonaerense en la época de los secuestros de Cristian Ramaro, en Tigre, y Nicolás Garnil, en San Isidro, aunque finalmente nunca quedaron formalmente imputados por ninguno de los dos casos.

Peñaflor será juzgado en los próximos meses por una serie de secuestros extorsivos, la mayoría del tipo exprés, cometidos en el sur y el norte del conurbano bonaerense.

Al igual que su cómplice, en agosto de 2004 «Hígado» Muños también tuvo un enfrentamiento con la Policía cuando intentó asaltar un banco del partido bonaerense de San Miguel, pero en vez de ser detenido, terminó muerto.