Condenaron a un hombre de Jacobacci por exhibiciones obscenas

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los jueces de la Cámara Segunda del Crimen condenaron a seis meses de prisión en suspenso a un hombre de 61 años por exhibirle sus genitales a dos mellizas de siete años y a otra nena de cinco. Pese a que el acusado ya tiene antecedentes penales, los magistrados le aplicaron la pena mínima prevista para ese delito, pero además le impusieron la obligación de someterse a un tratamiento psicológico durante los próximos dos años, en el área de Salud Mental del hospital de Jacobacci.

De acuerdo con la acusación, el hecho debatido ocurrió a las 16.15 del 21 de noviembre de 2004 en una calle céntrica de Jacobacci, cuando dos mellizas de siete años jugaban en el patio delantero de su casa junto a otra niña de cinco. En esas circunstancias, el acusado, a quien apodan «Santana» o «Segundo», estaba en la vereda de enfrente, en un lugar ubicado entre un árbol y una cabina telefónica, se bajó el cierre del pantalón y llamaba a las nenas ofreciéndoles caramelos, mientras les exhibía sus genitales.

El imputado negó la acusación, tanto en instrucción como ante el tribunal, aseguró que no tenía intenciones de exhibir nada, y explicó que en ese momento sólo se estaba rascando.

La versión del imputado se contrapone con las de las menores y también con la expuesta por la denunciante, madre de las mellizas, quien declaró que había visto a «Santana» dando vueltas por el lugar y que comenzó a espiarlo desde una ventana, logrando ver cuando el hombre se bajó el cierre del pantalón y les exhibía a sus hijas los genitales, al tiempo que las llamaba. Agregó que había observado todo desde diez metros, y que no sólo lo había increpado e insultado, sino que también le había pegado. «Soy la única que se animó a denunciarlo, pero es conocido en Jacobacci como sinvergüenza con los niños», remató la mujer.

Para eliminar sus dudas y llegar al grado de certeza sobre la responsabilidad del acusado, el fiscal y los jueces tomaron en cuenta el informe de la psicóloga que atendió a las menores. Las nenas le relataron que «Santana» les había ofrecido caramelos y les había mostrado el «pitulín», y la profesional consideró que tenían «claro registro de lo acontecido, y coherencia y linealidad en el discurso». El tiempo transcurrido desde que fuera condenado y «su precaria condición socio económica y cultural» concurrieron en favor de «Santana» para recibir el mínimo de la pena en suspenso, pero la condición más importante está referida al tratamiento obligatorio.


Exit mobile version