Confirman que hubo simulacros de fusilamiento

Alfredo Cahe, médico personal de Ernesto Rodríguez, aseguró que durante el cautiverio hubo apremios físicos y psicológicos.

BUENOS AIRES.- El médico personal de Ernesto Rodríguez, Alfredo Cahe, confirmó ayer que su paciente sufrió simulacros de fusilamiento y torturas psicológicas durante su cautiverio.

Cahe describió que además de los apremios físicos, los captores le ponían la radio con el volumen al máximo durante todo el día. Por eso estimó que, a pesar de que su estado de salud mejora, es muy posible que Rodríguez sufra un «quiebre» psicológico.

Cahe señaló que Rodríguez, liberado de sus captores por la policía el miércoles pasado tras 43 días de cautiverio, «vivía en medio de piojos, caca de gallina, encadenado a la mano izquierda y pierna derecha y aún así hacía ejercicios físicos para mantenerse bien».

El médico dijo que «pese a los piojos y el mal estado general» en que estuvo secuestrado, Rodríguez «mantuvo un espíritu de guapo, tal vez por su tendencia religiosa, ya que rezaba todos los días».

«Rodríguez toleró bien los apremios psicológicos y físicos que ha sufrido, aunque a esa edad los factores de riesgo son importantes», explicó. En ese sentido, graficó que durante su cautiverio en un campo de la localidad bonaerense de San Andrés de Giles al secuestrado «le gatillaron en falso en la cabeza, le ponían la radio a todo lo que da todo el día y vivía en medio de caca de gallina y mal alimentado».

«Por los factores de su edad y la arritmia que tenía podría haber sufrido un paro en cualquier momento, y claro que podría haber muerto», añadió Cahe, quien señaló que posiblemente Rodríguez ofrezca una conferencia de prensa cuando mejore su salud.

Por último, el médico señaló que el paciente quedará internado en la clínica porteña Sacre Coeur hasta mañana, cuando le darán el alta y continuará su recuperación en su casa particular.

 

Culpa de los muertos

 

En tanto, Horacio «Lala» López, Walter Silva y Daniel Fabra Señorans, tres de los seis detenidos acusados de participar en el secuestro d Rodríguez, intentaron desligarse del hecho al declarar que los responsables absolutos fueron Jorge Medina y Juan José Villegas, los cabecillas muertos durante el operativo que liberó al padre del empresario Jorge Rodríguez.

Los tres se declararon «inocentes» y manifestaron que su estadía en la quinta de San Andrés de Giles se debió a causas ajenas a su voluntad, con lo que les cargaron a los delincuentes muertos toda la responsabilidad del secuestro.

Los otros tres detenidos, el verdulero Juan Carlos Casciaro, su pareja, Carolina Campisci, y un conocido de ambos, Raimundo Sosa, que se encontraban en una casa vecina el día del rescate y sobre quienes pesan dudas sobre su participación en el hecho, sostuvieron la versión de que Casciaro salió de la vivienda con una Itaka, alertado por los tiros que empezaban a sonar.

En tanto, el fiscal a cargo de la causa, Jorge Sica, ordenó analizar un medicamento semejante al que debían suministrarle al secuestrado, que halló en el domicilio de Casciaro, para determinar el tipo de droga del que se trata.

Finalizadas las declaraciones, Sica dispuso el traslado del «Lala» López, Fabra Señorans y Silva a una celda de la Unidad Penitenciaria 28, en los tribunales porteños, donde permanecerán detenidos el fin de semana hasta mañana, cuando sean derivados a una cárcel de máxima seguridad.

Asimismo, todavía permanece prófuga una mucama que habría prestado servicio en la casa de Ernesto Rodríguez y que podría ser quien aportó los datos para concretar el hecho. (Télam)


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