Conocé uno de los museos más bellos del mundo

MUSEO PICASSO EN PARIS

Este último fin de semana inauguraron el museo Picasso en París, «uno de los más bellos del mundo», en palabras del mandatario.

El museo Picasso ha reabierto sus puertas tras cinco años de trabajo, con la presentación de su colección en pleno apogeo: 4.755 obras que la convierten en la más completa del pintor español.

La fecha de reapertura fue elegida marcando el aniversario del nacimiento del artista, 25 de octubre de 1881.

Cinco pisos del Hôtel Salé, mansión barroca del siglo XVII, fueron renovados para duplicar el espacio disponible, que ahora abarca 3.700 metros cuadrados.

«Pintor de la libertad, Picasso amaba Francia y la eligió», afirmó el presidente francés, considerando que «aunque nunca tuviera pasaporte francés, Pablo Picasso, el republicano, el comunista, es el orgullo de Francia».

Dirigiéndose en varias ocasiones a la familia del pintor, el mandatario les agradeció las donaciones hechas en 1979 y 1990, que han permitido constituir una colección excepcional, con más de 5.000 piezas, entre ellas, 297 pinturas y 368 esculturas.

Desde el «Autorretrato» azul de 1901 a «La Cabra» de los años pop, pasando por «Dora Maar», los visitantes podrán disfrutar de numerosas obras emblemáticas del artista malagueño.







«¡Basta con la visión de Picasso y sus mujeres!»

Anne Baldassari, la curadora a cargo de la colección inaugural del nuevo, se propuso «salir del biografismo» al presentar la génesis de la obra del pintor andaluz «siempre en tensión consigo mismo»









¿Cómo concibió la nueva forma de presentar la obra de Picasso?

«Una de mis posiciones era salir del ‘biografismo’. ¡Basta con la visión, a la vez condescendiente, kitsch o incluso un poco tonta de Picasso y sus mujeres! Algunos historiadores quisieron ver en cada mujer un estilo, pero esa no es la cuestión. Si Picasso revoluciona su estilo, lo hace por razones estructurales, no porque haya conocido a fulana o mengana. Lo cómodo era poner lo azul con lo azul, lo rosa con lo rosa…¡Pero no estamos lavando ropa!»

¿Cómo se manifiesta la visión de Anne Baldassari en la colección?

«El público sólo debe ver a Picasso. No es un lugar de proyección, de fantasía, de narración, ni de poder. Es una exposición que tiene que ser construida por los visitantes. El visitante se expone a las obras, y con coraje, porque hay muchas. Adoptamos una estética minimalista para que las obras queden en primer plano. También es un punto teórico, y por eso la presentación de una colección no es algo para compartir, hay que firmarla».

¿Qué desafíos plantea la obra de un artista tan contradictorio?

«Picasso cambia, pero no se traiciona a sí mismo. Siempre está cambiando su radio de acción. Es absurdo ese reproche que algunos le hacen de un regreso al orden (figurativo), un discurso negativo contra su obra. Picasso estuvo siempre en tensión consigo mismo.

Quisimos mostrar el proceso de su trabajo, la forma en que la obra se desarrolla desde sus raíces profundas. Nuestro papel como especialistas es permitir el acceso del público a algo que le es debido, es decir el respeto de la obra y las visiones transversales.

¿Qué importancia tiene el museo con relación a otras instituciones con obras de Picasso en el resto del mundo?

Francia tiene la suerte de conservar la colección más importante del mundo de la obra de Picasso gracias a la generosidad de los herederos. Esta colección es francesa, pero debe hablar al mundo entero porque no hay forma de presentar la globalidad de la obra del artista sin dirigirse al Museo Picasso de París.

Agencias