Crean la reserva natural urbana 'Laguna El Trébol'

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El municipio creó por ordenanza la reserva natural urbana «Laguna El Trébol», haciendo lugar a un reclamo de los propios vecinos, que desde hace años se muestran preocupados por el crecimiento poblacional en la zona y sus consecuencias ambientales.

La laguna El Trébol está ubicada sobre el Circuito Chico, a unos 18 kilómetros del centro de Bariloche y en su entorno conviven valiosos bosques de coihue y ciprés junto a unas 56 especies de aves y también anfibios, reptiles, pequeños mamíferos y peces característicos de la Patagonia Andina. Las costas de la laguna están colonizadas por juncos y plantas acuáticas.

De acuerdo a la delimitación fijada por el artículo 1 de la ordenanza, la reserva natural comprende 400 hectáreas, donde actualmente viven unas 80 familias. A futuro, tanto los vecinos como aquellos que pretendan recorrer la zona atraídos por su paisaje deberán ajustarse a las regulaciones de uso establecidas por el plan de manejo, que deberá elaborar el Ejecutivo municipal en un plazo de seis meses.

En ese sentido, un punto que señalaron especialmente los pobladores es la necesidad de limitar futuras subdivisiones de los lotes, para evitar un mayor impacto sobre el bosque.

El proyecto fue promovido por la junta vecinal del barrio El Trébol, la Sociedad Naturalista Andino Patagónica y la Asociación Ornitológica del Plata luego de cuatro años de trabajo en los que acumularon numerosos estudios técnicos.

El Concejo lo analizó con los propios interesados durante casi un año, hasta que en la sesión del jueves último la ordenanza fue aprobada por unanimidad y la votación fue seguida por un inusual aplauso.

La de laguna El Trébol es la primera reserva natural urbana creada dentro del ejido barilochense, donde existe también el bosque municipal Llao Llao, que tiene un estatus de protección estricta. Pero la diferencia es que allí no existe población asentada.

El presidente del Concejo, Marcelo Cascón, dijo tener la convicción de que la la línea iniciada con el proyecto El Trébol se traducirá en el futuro en «un Bariloche con una zona Oeste diferente». Consideró que se trata de «un antecedente que muy probablemente defina una planificación distinta» para ese sector del ejido.

En el Oeste es posible encontrar todavía amplias áreas de bosque natural, pero su supervivencia está amenazada por la constante expansión urbanística.

La concejal Guerrero destacó que el resultado logrado se alcanzó gracias a «la actitud tolerante de los vecinos, que lograron trascender el propio interés para insertarlo en el interés colectivo».

También la presidenta del barrio, Maite Vacarezza, subrayó que la iniciativa de crear el área protegida fue «puramente vecinal» y la definió como «un ejemplo de participación ciudadana en la gestión ambiental».

Tal como lo reseñan los fundamentos de la ordenanza, durante los últimos años los vecinos de El Trébol han buscado alternativas para lograr «una mayor protección de la laguna y sus alrededores y evitar la tala y disminución de la cobertura boscosa».

Advirtieron también que la creación de la reserva «permitirá tanto a los habitantes de Bariloche como a los turistas que visiten la ciudad disfrutar de un recurso natural de características únicas».

Observaron que la nueva área protegida «se encuentra dentro de una matriz urbana en expansión rápida y de fácil acceso al uso público que requiere de una planificación ambiental particularizada».

La ordenanza señala entre sus objetivos el mantenimiento de «la calidad y cantidad de los recursos hídricos del área, evitar la fragmentación de la flora y la fauna nativa y satisfacer las necesidades de recreación y contemplación de sus habitantes y turistas».