Creen que en la tumba misteriosa no está el cuerpo de Villagrán

Hallaron los restos de una mujer que habría sido sepultada varias décadas antes de la desaparición de la joven

CORCOVADO (AEB).- A pesar del intenso temporal de lluvia, el equipo de expertos enviados por el Cempat-Conicet concretó ayer por la tarde la apertura de la tumba donde se creía que podían estar los restos de Mónica Villagrán y de su hijita, desaparecidas hace 7 años de la localidad chubutense de Corcovado. «En el interior sólo se encontraron con restos de un cuerpo femenino, vestido con ropas antiguas; también aparecieron los herrajes del cajón en que fue sepultado e indicios de un velorio», reveló una fuente de la Fiscalía de Esquel.

Tras levantar la lápida, el trabajo se facilitó porque la fosa estaba calzada con ladrillos y no tuvieron que excavar. En el lugar se tomaron muestras que serán analizadas, aunque los antropólogos no descartan que el cuerpo allí encontrado «tenga una data de aproximadamente medio siglo».

Rastros «de lo que fue un ataúd, indicios de coronas, vestimentas antiguas, elementos que quedaron sujetados al concreto de la lápida y el estado de deterioro del cuerpo, hacen presumir a los antropólogos que se encontraron con la sepultura de una mujer que fue despedida con el rito tradicional al momento de su muerte, la cual se habría producido varias décadas antes de la desaparición de Mónica Villagrán y su bebé», se consignó.

En principio, las conclusiones arrojadas durante el primer día de trabajo se apartan de la hipótesis que señalaba a ese lugar como el sitio donde podría haber sido enterrada la joven, cuyo paradero se desconoce desde el atardecer del 29 de abril 2002, cuando salió de su casa rumbo al hospital con su hija Lucía Candelaria, de sólo siete meses de vida, quien también está desaparecida.

El operativo comenzó a media mañana, cuando en medio de una lluvia persistente arribó una delegación judicial hasta el cementerio abandonado en las afueras de Corcovado.

Al frente de la comitiva, el fiscal Fernando Rivarola ordenó a las fuerzas policiales un cerrojo en la tranquera de acceso, a unos 200 metros dentro del campo propiedad de la compañía de tierras Tecka, manteniendo un cerrado hermetismo durante las tres horas que duró el allanamiento. Las condiciones del tiempo impidieron a muchos curiosos llegar hasta el predio, ubicado a 13 kilómetros del pueblo más cercano.

Mientras tanto, en Corcovado, Aída Almonacid, la madre de la chica perdida; las hermanas y la hijita que quedó aguardaban noticias con la expectativa de poner fin a una historia que ya lleva siete años sin resolver.

Similar ansiedad mantuvo el ex policía y guía de pesca Omar Ceballos, amigo de la familia, quien se tomó la misión de investigar el hecho y relacionar al propio padre de la beba desaparecida con el hecho, por la presencia reiterada de su auto en el viejo cementerio abandonado.

La mamá de Mónica Villagrán volvió a resaltar su amargura «por el silencio que mantuvo durante todos estos años el pueblo de Corcovado». «Estoy triste, no nos acompañaron en la búsqueda de Mónica y su beba. El único que nos ayuda es Omar Ceballos», acotó y agregó que «por lo menos quiero tener un lugar donde llevarles las flores a mi hija y a mi nieta».


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