Críticas al servicio penitenciario tras la fuga de tres detenidos

Hay condenados en las celdas de baja seguridad de las comisarías. Es porque las cárceles provinciales están colapsadas, aseguran.

Tres jóvenes condenados que estaban alojados en la Comisaría 44 del barrio Valentina Sur se escaparon luego de limar un barrote de su celda y golpear con el hierro que cortaron a un cabo primero que estaba de cuartelero. Ocurrió el domingo alrededor de las 21, el efectivo permanece un internado por un traumatismo de cráneo.

Los fugados tienen condenas que no están firmes: Jonathan Cañete (20) recibió siete años por unificación de causas por robos, a Lucas Muñoz (19) lo sentenciaron a cumplir seis años y ocho meses también por robo, y en el caso de Claudio Ortega (19), fue condenado recientemente a cumplir 12 años de prisión por un homicidio ocurrido en el barrio Gran Neuquén.

Es la segunda vez en el año que tres presos se escaparon de la alcaldía de una Comisaría de Neuquén y dejan en evidencia las falencias que existen en el sistema penitenciario provincial.

La falta de espacio en las cárceles volcó parte de las tareas de ejecución en las Comisarías, que no están en condiciones de albergar la población judicializada.

“El problema más grande es el negocio que hizo el Gobierno Provincial con el Nacional por el predio de la U9. La Provincia entregó la cárcel de Senillosa para alojar presos federales y por ese motivo tuvo que volcar la población que ahí había en otras unidades como la U11, que estaba prácticamente en desuso. La cárcel no estaba en condiciones, le pintaron la cara y ahora está llena”, explicó Horacio Ronda, el coordinador del Servicio de Gestión Penal del Ministerio Público de la Defensa.

Ronda explicó que las Comisarías cuentan con alcaldías, que fueron pensadas para alojar a contraventores, es decir, personas que han cometido una infracción -no un delito- y tienen que cumplir días de arresto dispuestos por un Juez de Paz.

“En estos lugares se mezclan distintas situaciones: un contraventor sabe que va a salir en poco tiempo y un preso con preventiva todavía tiene la posibilidad de ser absuelto, su conducta suele ser tranquila. Pero una persona condenada tiene otra carga de ansiedad”, diferenció Ronda.

 El sistema penitenciario en el área de la Confluencia se compone de tres cárceles: la U11 del Parque Industrial de Neuquén, la U12 del barrio San Lorenzo y la U16 que es la de mujeres en Valentina Norte.

A finales de julio los tres complejos albergaban a 286 personas, alrededor de 240 estaban en la U11. A ellos se suman otros 23 procesados y condenados distribuidos en cuatro comisarías: la Tercera, la 18, la 44 y la 46 de Plottier.

La Comisaría 12 también es utilizada pero se encuentra cerrada desde la semana pasada por un incendio en una celda.

La Policía sospecha de la participación de un cómplice en la huida de la Comisaría 44 de Valentina Sur y asegura que los evadidos “no se fueron a pie del lugar”.

El hecho se registró el domingo a las 21.05 cuando el personal de la comisaría encontró al cabo primero Darío Fioretti herido en el rostro. El policía estaba de cuartelero dentro de la alcaldía.

De las investigaciones surgió que los prófugos limaron un barrote inferior del área en común que tienen los detenidos, quedó un agujero de 40 centímetros alto por 30 de ancho.

Luego llamaron al guardia y por sorpresa lo golpearon con el mismo hierro que cortaron.

Por último accedieron al patio de la Comisaría y de allí a la calle José Bustos Pérez.


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