“El Marginal 2”: algunas vidas marginales (reales) de sus actores

“Resiliencia” se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. Esa parece ser la situación que atravesó buena parte del elenco de “El marginal 2”.

Una persona que nunca estuvo en la cárcel no llega a dimensionar de que trata ese submundo en el que todo puede pasar, hasta lo inimaginable. Lo bueno de la ficción, cuando está bien contada, es que nos acerca bastante a esa realidad. Es el caso de esta serie, la ficción que se emite por la TV Pública, factoría de Sebastián Ortega. Con un enorme elenco de actores y productores, cuenta la mejor historia de corrupción, violencia, olvido social, tráfico de drogas y canibalismo.

Con una fotografía y una banda sonora potentes, esta historia nos permite acercamos y conmovernos hasta llegar a las lágrimas, el asco y la rabia. Es el caso de la segunda temporada. Así, Brian Buley, Abel Ayala, Claudio Rissi, Roly Serrano, Verónica Llinas, Martina Gusmán (esposa del director Pablo Trapero), Gerardo Romano, Nicolás Furtado, Carlos Portaluppi y Esteban Lamothe nos pintan una realidad desgarradora y violenta de los más olvidados. Los personajes tienen un verosímil que te invita hasta a soñar con esta historia que te deja sin aire.

Contemos algunas historias: Brian Buley, el chico que después de vivir de propinas, quiere seguir siendo actor: aunque es uno de los personajes más populares del unitario que ganó el Martín Fierro de Oro, no olvida sus raíces ni el esfuerzo que hizo para mejorar su calidad de vida.

Abel Ayala (“El Maestro”, ¿o deberíamos decir “El Guachín” de la tevé?), dice que le hicieron creer que su “historia era triste, pero en realidad tiene una vida hermosa”. Asegura que le gusta destacar los logros de las cosas que hace. “Gran parte del material con el que trabaja el actor es su propia historia, su presente y su futuro. No se puede escapar de eso, es imposible”, afirma.

Claudio Rissi, hoy un reconocido actor, dijo: “Hoy disfruto de ser actor, pero cuando no tenía trabajo dormía en los colectivos o en la calle”. Desde su niñez, el actor de 61 años soñaba con subirse a un escenario. Ese deseo era tan fuerte que luchó por cumplir con su vocación. Pero no fue un camino fácil: su padre no quería que se dedicara a ese oficio. Sin embargo, empezó con el teatro a los 17 años. Estudió tornería y aunque ejerció este oficio durante un tiempo, no le gustaba. Tuvo períodos en los que no conseguía trabajo. Se las rebuscaba como podía, incluso llegó a dormir en los colectivos de la Línea 60 y en la calle. Hoy, está orgulloso de haber construido una carrera en el teatro, el cine y la tevé.

El elenco de “marginales” se completa con Roly Serrano, “El Sapo”, quien tuvo una infancia dura rodeada de mentiras y maltratos. Rememora que sus tíos lo ataban para pegarle y lo tenían de criado. Más tarde, a los 15 años, “me reencontré con mi papá y él me confesó que mi mamá vivía. La empecé a buscar. Nos reencontramos hace 12 años… Mi mamá se llama Marcela, no me buscó por miedo al rechazo. En la actualidad, tenemos un vincula hermoso”.

El conurbano profundo nos regala actores de muchísimo talento. Esos que estaban al margen de todo, ahora están muy bien iluminados o sobre el escenario. Podemos decir, que en un punto, incluso los admiramos.

La segunda temporada de “El marginal” se estrenó el 17 de julio de 2018 por la pantalla de la Televisión Pública Argentina. La entrega, que también se emitió por el sitio estalal Cont.ar, promedió 9.6 puntos de rating, considerándose una marca histórica para una ficción del canal público nacional.​

Es una precuela de la primera y retrata la llegada de los hermanos Diosito (Nicolas Furtado) y Mario (Claudio Rissi) Borges al Penal de San Onofre y la lucha por el poder contra el Sapo Quiroga (Roly Serrano). Para esto cuentan con la ayuda de Patricio Salgado “el doc” (Esteban Lamothe), un médico anestesista encerrado por un crimen que aparentemente no cometió.