Cumbres hace escuela en el sur neuquino

Se trata de una institución con 25 años de historia en San Martín de los Andes.

La función social de los clubes es muy importante para la vida de los pueblos. Cuando a eso se le suman contextos complicados, como el que muchas veces vive el país, y un clima particularmente adverso, las instituciones toman más relevancia.

Es el caso de Cumbres, de San Martín de los Andes, cuya historia que merece ser contada.

El club pasó por distintos momentos, lugares e incluso disciplinas. De hecho, nació en los años 90, como una escuela de gimnasia artística, que daba sus clases en el salón de Bomberos Voluntarios en la calle Ramayón.
En 1995 se creó la escuela de fútbol en el ‘‘taller’’ Fútbol 5 y años más tarde la escuela de hockey y de educación física infantil.

Pero hubo un hecho que golpeó duro en la madrugada del 2 de noviembre del 2001. Ese día, el local de la avenida San Martín sufrió un incendio, el fuego devastó todo, y cambió la historia, porque Cumbres perdió su lugar.
Ese año, las actividades se terminaron en el Regimiento de Caballería de Montaña 4.

Luego de pasar por un par de escuelas, llegó la hora de la fundación oficial. Fue un miércoles 25 de mayo del 2004 en el quincho del Casino de Suboficiales de San Martín. Después de la entrega de premios, varios padres sorprendidos por la convocatoria familiar y sintieron el incentivo de proponer la creación del club.

La particularidad es que los chicos presentes en este acto votaron por unanimidad que el nombre fuera Cumbres.

Tras pasar cuatro años más realizando actividades en el predio del Regimiento, se logró un convenio con el colegio San Pablo Apóstol para usar el gimnasio, lugar donde hoy se desarrollan las actividades en el período marzo – noviembre.

Además se agregaron más deportes como taekwondo, rugby o natación.

Todos juegan y se divierten. Foto: Patricio Rodríguez.

Hoy, su nuevo Campo de Deportes en el ‘‘Callejón de Bello’’ es una muestra de cómo ha podido sobrevivir e incluso crecer en el tiempo.
Cumbres fue referencia en las últimos 25 años para la gente del deporte en la zona sur de Neuquén. Más allá de que algunos deportes fueron fluctuando y hoy se practica solo tenis y fútbol, el nombre es un símbolo de la ciudad y la región. Es que además de la competencia interna en San Martín y la contención social, Cumbres también ha jugado en la liga de Junín y en 2019 llegó a Lifune.

Chicos desde los cuatro años forman parte de una institución que sigue sumando. En estos años hubo muchas idas y vueltas con momentos difíciles, en los que muchos suelen aflojar.

Sin embargo, la huella de Cumbres es importante gracias al trabajo de profesores y dirigentesa lo largo de este tiempo y, fundamentalmente, a la constancia y la pasión de sus deportistas.

Queda mucho camino por recorrer, pero Cumbres está más vivo que nuca. En su momento se sobrepuso a un incendio desvastante y también a la pandemia.


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