Cumplió el sueño de conocer a Maradona y lo usó para ayudar

¿Qué harías si te encontrarás con Dios? Cada persona tendrá para esta pregunta una respuesta diferente, pero Martín Aguirre encontró la mejor: “ayudar”.

Hace unos días el roquense estuvo en México con Diego Maradona y trajo una pelota firmada por el 10 que en estos días subasta. El destino de lo que se recaude será para Teo Maureira, el adolescente que está en Buenos Aires a la espera de un transplante de médula ósea.

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“Tuve la oportunidad de conocer a Diego y le hice firmar una pelota. Teo es sobrino de un chico que jugaba conmigo en el Deportivo Roca. Pensé qué podía hacer y se me ocurrió subastarla. Estamos juntando un dinerito que no pensé y que la familia necesita mucho”, cuenta Martín y revive los caminos que lo llevaron hasta Maradona.

Su amor por el fútbol nace en Martín, o el Lorito, como lo conocen sus amigos de Roca, en el Depo donde jugó de los 5 a los 17 años. Junto con esa pasión, y a pesar de ser de River, también apareció su pasión por Diego Maradona. Piensa y entre los primeros recuerdos afloran los festejos por el Mundial del 86. De repente se ve trepado a un árbol de una farmacia que había en Avenida Roca y Tucumán frente a la muchedumbre que grita el nombre del diez.

Más tarde, de adolescente se fue a vivir a España detrás de un amor. Allí se quedó por 21 años y confiesa que su encuentro con “el Diego” fue por unas gafas.

Aguirre actualmente trabaja en Europa para Gerard Piqué y Shakira comercializando su marca de anteojos Kypers. Hace un año se las regalaron a Maradona y al ver que las usaba, Piqué le mandó un mensaje agradeciéndole. Diego respondió que se las sigan enviando y en esta oportunidad, el Loro decidió llevarlas en persona.

“Tengo muy buena relación con Rocío Oliva. Hace dos semanas me pidió gafas y ella me dijo que se las lleve. Fuimos y nos atendieron muy bien, él, su asistente, su director deportivo. Es una persona maravillosa. En los medios es un revolucionario, pero en la intimidad es como un padre cariñoso, es humilde, un genio. Tiene una memoria de elefante, se acuerda desde el minuto que fue la jugada”.

Martín revive el instante en que lo vio por primera vez, las cosas que hizo en esos días y asegura que se le fue bastante difícil gambetear tantas emociones.

Por su trabajo debía mantener las formas, pero el cuerpo le falló cuando estuvo frente a él.

“Por cinco segundos mi cuerpo me jugó una mala pasada. Mi mente no estaba y tenía que hablar”, dice y se le pone la piel de gallina.

Sin pensarlo saca su celular y muestra un video en el que hace juegos con Maradona, en medio de una cancha. Cuenta que rompió el protocolo, pero valió el riesgo, porque se sacó el gusto de hacer algo que había querido toda la vida.

“Le dije Diego ¿Hacemos un Coca Cola? Mi sueño era tocar la misma pelota que él. Me dijo que sí. Empezamos a cabecear y canté ‘Co-ca-co-la-con- Die-go-Ma-ra-do-na-Pe-lé-es-pu…’ y la pelota se cayó. Después lo abracé y le dije al oído te amo, te adoro, sos lo más”.

“Estuvimos 48 horas con Diego, fuimos a dejar unas gafas y terminamos viendo un entrenamiento, cenando con él. Es un ser maravilloso”.

Martín Aguirre,

representante de jugadores y marcas comerciales

Para entrar en la subasta por la pelota, Martín Aguirre pide que le escriban a su Facebook y destaca que ya recibió ofertas por hasta 9.000 pesos.

Hay tiempo hasta el domingo, cuando se comunicará el ganador, y el propio Teo Maureira será el que entregue la pelota al ganador.

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