De los fierros petroleros a los totems sanitizantes
Una pyme rionegrina se reinventó por la doble crisis: la del petróleo y la de la pandemia. Sumó a sus servicios el desarrollo y venta de equipos sanitarios para la protección del personal.
De fabricar equipos y piezas para la terminación de pozos de gas y petróleo en Vaca Muerta a la creación de artefactos sanitarios para la desinfección de empresas por el coronavirus. Ese es el camino que recorrió una pyme rionegrina para reinventarse. Y hubo que apelar a la imaginación y hacer de la necesidad un estímulo para tratar de superar el impacto de dos crisis: el freno en las inversiones petroleras y la parálisis que instaló la pandemia.
“Nuestro fuerte siempre estuvo orientado hacia la ingeniería petrolera, con el diseño y fabricación de herramientas para la completación de pozos”, explicó Walter Penna, accionista de DCP Oilfield Supply.
La pyme tiene su fábrica de montaje e ingeniería en Buenos Aires y la base de operaciones y distribución en Cipolletti.
DCP provee de equipos y piezas a petroleras grandes. Una opera en Vaca Muerta, otra en Comodoro Rivadavia y la tercera en Colombia.
Por el impacto de la doble crisis, sus ventas cayeron un 50% y obligaron a generar una nueva unidad de negocios.
Ariel Fraifer, presidente de DCP, explicó que la caída de las inversiones petroleras arrancó con las elecciones primarias de agosto del 2019 y el cambio de gobierno. “El golpe final” se produjo en marzo de este años con el coronavirus, ya que a “dejó fuera de juego a gran parte de las pymes”, completó Penna.
Demanda insatisfecha
Como el fuerte de la firma es el departamento de ingeniería y desarrollo, sus integrantes captaron la necesidad de muchas empresas que requerían equipos desinfectantes para la protección de sus empleados. “Nuestros clientes nos preguntaban para que los asesoremos con el nuevo servicio que impuso la pandemia; y como nuestro trabajo habitual estaba en retroceso, apostamos a desarrollarlo”, dijo
“Nuestro fuerte es la ingeniería y el desarrollo. Ahora los clientes nos piden equipos sanitizantes. Fue así que salimos con los totems”.
Ariel Fraifer, presidente de DCP Oilfield Supply.
Fue así como surgió el totem sanitizante. Es una barrera que se utiliza en fábricas, empresas, edificios y organismos con mucha concentración de personas. Se trata de equipos desinfectantes que cuentan con rociadores de ácido hipocloroso al 0,5% y tubos de rayos ultravioletas. Su aplicación rompe la estructura molecular del 99% de los virus y bacterias circulantes, explicaron desde DCP.
El personal pasa por el artefacto construido en acero inoxidable. Éste emite una gota que no moja, en forma de fina niebla, y el desinfectante se combina que la emisión de los rayos UV.
Al tótem lo están comercializando a empresas con grandes planteles.
Se estima que una vez que se normalice la vida social y se disipen los efectos la pandemia, los organismos públicos e instituciones tendrían que recurrir a este tipo de barreras para protección del personal.
El precio del tótem sanitizante ronda entre los 50 y 55.000 pesos. Varía en función de si trae expendedor de gel, detector de movimientos o pulsador.
Los trabajos de DCP en los pozos nuevos quedaron paralizados. Sí mantienen actividad en los yacimientos maduros, que requieren de sus equipos, ya que esos pozos no pueden parar de producir.
Perfil
Walter Penna es Ingeniero Mecánico y uno de los accionistas e innovar en DCP.
Se recibió en la Universidad del Comahue en 1997. Trabajó en Tecnor, que desarrollaba ingeniería para Pescarmona en el montaje de servicios auxiliares en centrales hidroeléctricas. Luego se desempeñó por 10 años en la petrolera Schlumberger. Recorrió el mundo desarrollando equipos para pozos petroleros.
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