Opinión Debates

La Patagonia revelada a través de historias breves

La historiadora Susana Bandieri editó el libro “Sucedió en la Patagonia: historias para ser contadas” que recopila 24 episodios y personajes emblemáticos de la región, desde los primeros magallánicos a la masacre de Trelew, en forma breve, sencilla y amena, pero sin perder el rigor académico.

¿Qué tienen en común un muchacho Selk’nam que intenta “hacerse hombre”, un ejército realista que pelea una guerra perdida en el norte neuquino, una cacica que al mando de 1.200 lanceros impone condiciones económicas a los criollos, bandoleros nacionales o extranjeros, un perito que naufraga en una barca defectuosa o un naturalista que busca el origen de la vida en el planeta? Que todos ellos formaron parte de la historia de la Patagonia y dejaron huellas en su geografía y en la memoria colectiva.

La docente e investigadora neuquina Susana Bandieri, doctora en Historia e investigadora principal del Conicet en el Instituto Patagónico de Estudios de Humanidades y Ciencias Sociales (IPHECS-Universidad Nacional del Comahue), se especializado en historia Argentina y regional, con foco en la Patagonia, y sobre todo en el estudio de la frontera argentino-chilena como espacio social.

Susana Bandieri, doctora en Historia de la Unco.

En su larga trayectoria, que incluye clásicos de referencia como su “Historia de la Patagonia” se ha topado con numerosas historias y anécdotas que a menudo quedan relegadas dentro de investigaciones más amplias. Por este motivo, Bandieri decidió editar reciente el libro “Sucedió en la Patagonia: historias para ser contadas”(edit.Prohistoria, 2024) , que busca rescatar episodios puntuales y personajes de la historia regional de manera amena y sencilla, pero sin perder rigor científico. Con un formato breve, de no más de 10 páginas por capítulo, Bandieri aborda 24 historias que van desde los primeros pueblos originarios a la “Masacre de Trelew”, en la década de 1970.

Por las páginas desfilan episodios como el relato etnográfico de un rito de iniciación de la ceremonia del Hain entre los selk’nam magallánicos, pasando por la historia de Carmen de Patagones como “cuña en el desierto, el periplo de los hermanos Pincheira y la última batalla por la independencia nacional en Laguna Blanca (norte de Neuquén), las historias de María, cacica tehuelche que muestra liderazgos femeninos a menudo soslayados por la historia tradicional, aporta nuevos ángulos a episodios como el periplo del francés Orélie-Antoine I, autoproclamado “rey de la Patagonia”, el paso del bandolero Butch Cassidy, las expediciones del naturalista Charles Darwin o las peripecias del perito Francisco Moreno en su tarea de fijar límites con Chile.

En las páginas del libro no solo desfilan personajes como los caciques Casimiro Biguá, Foyel e Inacayal, el naturalista Charles Darwin o la bandolera Elena Greeenhill Blacker o el navegante Luis Piedrabuena, sino que también se abordan procesos, como el asentamiento del Fuerte Patagones, el desigual y arbitrario reparto de tierras después de la denominada “campaña al Desierto”, la “fiebre del oro” en Tierra del Fuego, el frustrado intento de industrializar azúcar de remolacha en Conesa en la década de 1930, los conflictos rurales de la década de 1920 en toda la Patagonia o la Guerra de Malvinas, vista desde la Región. El libro cierra con una revisión de los hechos de la “Masacre de Trelew”, que a juicio de la autora preanuncia el terrorismo de Estado de la dictadura cívico militar que vendría en 1976.
En diálogo con DEBATES, Bandieri brindó algunas definiciones sobre este trabajo.

Pregunta: ¿Cómo cómo surgió la idea del libro?
Respuesta: Fue un poco pedido y sugerencia de amigos y sobre todo de mi familia, mis hijos y mis nietos más grandes. Siempre me decían que yo escribía libros muy académicos y que cuando me escuchaban dar charlas, yo tenía un montón de información que la tendría que escribir de manera más fácil y apta para todo público. Me entusiasmó la idea y me salió “Esto de sucedió en la Patagonia”. Son historias por un lado aisladas y sueltas, pero con rigor histórico. Incluso las presento en cronología.

Se empieza con los pueblos originarios, los que y a medida que se va avanzando otro tipo de poblaciones, Carmen de Patagones, la colonización de los Galeses en Chubut. Pero se pueden leer por separado. Si alguien quiere leer sobre Casimiro Biguá, hay un capítulo donde lo puede leer aislado. Son historias unas pocas páginas para cada hecho, se lee fácil. Me concentré en narrar el acontecimiento, aunque por supuesto pongo alguna fecha para que el lector se ambiente en tiempo y espacio, pero evité todo lo que pude las citas bibliográficas, no tiene casi notas, salvo las indispensables al pie de página. Sí le incluí al final un ensayo bibliográfico, donde pongo la bibliografía más importante que habría que leer y que yo he consultado para escribir todas estas historias.

P: ¿Cómo fue el criterio para seleccionar los temas?
R: Es que hay muchos temas que, si bien la gente los ha escuchado nombrar, por ejemplo, el de Butch Cassidy y Sundance Kid que estuvieron en la Patagonia, quizás nunca han leído algo con rigor histórico. Busqué historias de ese tipo, reales, que seguramente alguno las conoce más o menos y algunas menos conocidas.

P: ¿Por qué incluyó lo de Carmen de Patagones?
R: Porque en realidad la idea de la historiografía tradicional , que aún se mantiene, es que la frontera interna patagónica fue un límite: de un lado tenía los hispanos o criollos y del otro lado los pueblos originarios. Y resulta que cuando uno se pone a estudiar en serio Carmen de Patagonia, hay unos cruces increíbles, digamos, de cacique que tienen padrinos que son comerciantes del Carmen, hay una dependencia de las dos sociedades muy grande, mucho contacto. Por supuesto que hay conflictos también, pero mucho contacto, intercambio y relación pacífica.
Tenés la historia de Juan Yanquetruz, que es interesantísima porque es un cacique que incluso en algún momento tiene los recursos económicos para pagar una procesión en Carmen de Patagones, algo que no todos podrían hacer. Entonces se borra esa idea de la frontera interna como como algo cerrado, como un límite. Hay historias que muestran ejemplos de la idea que tenía la Generación del 80 de “desierto”, no como ausencia de gente sino de “civilización”. Por ejemplo, cuando Fitz Roy se lleva indígenas de Tierra del Fuego a Londres para “civilizarlos” y pasado un tiempo los trae. Esa es una historia absolutamente real contada por el propio Fitz Roy, que después se asombra porque al poco tiempo vuelve a la isla Navarino y los encuentra todos con taparrabo. Su idea de llevarlos a Londres era “civilizarlos”, vinieron hablando excelente inglés, pero esas costumbres inglesas no les servían de nada en Navarino. Después, una historia que gusta mucho a quienes van empezado a leer el libro es cuando el Perito Moreno tuvo que navegar el río Santa Cruz hasta Los Andes . Y que le dieron un barco que no le servía para nada. Las peripecias de ese viaje contadas por él mismo son muy buenas.

P: También aborda temas más duros como la creación del latifundio en la región patagónica.
R: Claro, porque hubo contradicciones muy grande en lo que pasó después de la denominada “Campaña del Desierto” entre las leyes y la realidad. Porque si vos ves las leyes del Congreso Nacional, que investigamos a fondo, son de colonización y poblamiento. La intención era crear colonias, poblaciones pequeñas. Pero resulta que después cuando vamos al catastro, ¿quiénes fueron los dueños definitivos? Nos encontramos con todo el jet set de Buenos Aires, los grandes capitales de Punta Arenas, como es el cargo de el caso de los Brown, de los Menéndez Behety, capitales ingleses. Todo eso se transforma entonces en latifundio hasta hoy, millones de hectáreas en manos de las mismas pocas familias.

Malvinas y la Masacre de Trelew, dolorosa historia reciente


Los detenidos en Trelew, en 1972, 16 de los cuales serían luego asesinados.

Los últimos dos capítulos del Libro, Bandieri los dedica a temas más actuales, de fines de siglo XX como la Guerra de Malvinas y a la Masacre de Trelew, el asesinato perpetrado por la dictadura de la “Revolución Argentina” (1966—1973) de 16 jóvenes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros, presos en el penal de Rawson, capturados tras un intento de fuga.

Consultada por la elección, Bandieri señaló: “A mí el tema Malvinas como a muchos argentinos nos sigue preocupando, que no tenga una solución más definitivay pacífica. En lo personal me ha preocupado cierta admiración del presidente Javier Milei y grupos libertarios por la figura de Margaret Thatcher. Así que cuento un poco quién presuntamente vio las islas por primera vez, algunas cuestiones de la guerra y en el ensayo bibliográfico agrego libros sobre el tema o alguna experiencia fílmica, como la película de Tristán Bauer “Iluminados por el fuego” y dónde se puede ver completa. También en la de historia del frustrado ingenio azucarero de Conesa hay un grupo de estudiantes de historia de la Universidad de la Plata que hizo un documental excelente, que se puede ver siempre en YouTube,

P: ¿Y en el caso de la Masacre de Trelew?
R: Pongo el caso de Trelew porque fue el inicio acá en la Patagonia de la violencia de Estado sin justicia , es un hecho de 19 72, donde aún quienes no estaban de acuerdo con los métodos de la guerrilla, repudiaron los asesinatos. La población de Trelew se movilizó muchísimo, porque esos 16 prisioneros murieron de un tiro en la nuca. Y eso en cierto modo prefigura el terrorismo de estado que se viviría a partir de 1976.

Fragmento del Libro: «La cacica María: una mujer con poder en la Patagonia»


Una de las historias que rescata la historiadora Susana Bandieri es la de la cacica María, una líder tehuelche que tuvo un importante poder que iba desde Santa Cruz a Río Negro y que llegó a comandar más de mil hombres armados. Bandieri señala que la historia de la cacica no es la única, ya que dentro de las tradiciones tehuelches el poder se traspasaba del cacique al primogénito, que a a menudo resultaba ser mujer.

“De varias historias de líderes indígenas mujeres yo rescaté la más trabajada, que es esta cacica María que realmente fue muy poderosa a principios del 1800-1820. Tenía su toldería en la Bahía San Gregorio al norte del sector de Magallanes y bueno, la visitaban los ingleses, criollos y varios comerciantes que necesitaban su permiso para operar. La historia que yo tomo es la que cuenta el propio comandante inglés Fitz Roy que intercambia con ella carne a cambio de distintas cosas: metales, armas , etc. Es una mujer a la que le responden un montón de lanceros y que influye desde el Estrecho de Magallanes a Carmen de Patagones”, señala.

Aquí un extracto del relato que hace Bandieri:
“ Los datos que aportan las crónicas de los viajeros del siglo XIX permiten observar la presencia de varias jefaturas en el área de dominio tehuelche, cuyo poder estaba basado en la redistribución de bienes económicos y en la concentración del poder político. Ese poder podía no estar representado sólo por hombres, puesto que la legitimación del rol de cacique estaba dada entre estos pueblos por la importancia de la primogenitura, ya fuera hombre o mujer, y por las demostradas cualidades de liderazgo. María, nombre cristiano que le habría sido impuesto en ocasión de su bautismo en Carmen de Patagones –lugar adonde los tehuelche concurrían habitualmente a comerciar con los pobladores y otras parcialidades indígenas–, posiblemente nacida en 1789, no fue la única mujer con poder político entre los tehuelche, aunque sí la más conocida. Ya en 1792, cuando la armada española al mando de Elizalde desembarcó en las costas de la actual Santa Cruz y se encontró con los pueblos originarios que habitaban el sur del continente, estaba presente una pequeña niña a la que llamaron “la bella Mariquita”, hija del cacique Vicente. También James Weddell, al regresar de su viaje de circunvalación alrededor del polo sur en 1820, trajo noticias de esta joven de nombre cristiano a quien ya reconocían como “la Reina”, “cacica de los tehuelches del Estrecho”.
Supuso que era mestiza, dado el tono de su piel –aunque el mestizaje de María no ha podido comprobarse–, y la describió como de aspecto vivaz y agradable, con una natural habilidad para comunicarse en correcto español.
Fitz Roy también habló de ella y de su capacidad de liderazgo. La mayoría de los capitanes loberos que cruzaban el estrecho se entrevistaban con María para conseguir carne de guanaco y evitar que las tripulaciones enfermaran de escorbuto. En 1827, durante la primera expedición británica de reconocimiento de las costas patagónicas, el capitán del “Adventure”, Phillip Parker King, conoció a María y visitó su toldería en la bahía de San Gregorio, en la costa norte del estrecho de Magallanes, en el extremo más austral del continente americano. Demostrando un gran poder económico, María intercambiaba carne, pieles, mantas de guanaco y plumas de avestruz por espadas, cuchillos, tabaco, yerba, frenos, monturas, fusiles, plomo para balas, paños, cuentas, harina, azúcar y alcohol, entre otros codiciados bienes del blanco. Con detalles muy interesantes, King describe el lugar. Alrededor de quince toldos rodeaban al de María, de dimensiones más grandes, ubicado en el centro, junto a otro más pequeño utilizado como depósito. Unos 120 guerreros le respondían y un número importante de refugiados se encontraba instalados en la toldería, ya fueran desertores de buques loberos o prófugos de las colonias penales. En una oportunidad, la cacica había hospedado a dos misioneros norteamericanos, Williams Arms y Titus Coan, a quienes dio muestras de su poder y generosidad regalándoles quillangos de cuero de guanaco pintados. La autoridad de esta mujer, cuya movilidad se extendía desde Magallanes hasta el río Negro, era respetada a lo largo de todo el territorio. Cuando se presentó ante Vernet, el socio de Jones, en el establecimiento de la península de Valdés, en 1823, estaba acompañada por más de mil lanceros. María logró que los blancos reconociesen los derechos de los tehuelche sobre los ganados cimarrones que pastaban en tierras de su pertenencia. Fue entonces cuando Vernet la llamó “María Grande”, aludiendo a la emperatriz prusiana.
(Extraído del capítulo V del libro “Sucedió en la Patagonia, historias para ser contadas”, edit.Prohistoria, 2024 )


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