Definen si derrumban sectores del acantilado en Las Grutas

Es por los últimos desprendimentos de grandes rocas que generaron temor en el balnerio. Un equipo técnico relevó ayer los sectores más críticos. Recomiendan a los bañistas no acercarse a esa pared natural, que está muy erosionada por las filtraciones y la acción del mar y el viento.

Lejos de Las Grutas. Luego que cayeran piedras, vuelven las recomendaciones

El estado de los acantilados y los derrumbes que ocasionan la erosión y las filtraciones de cañerías inquietan a la población y a los turistas. La preocupación se instaló tras la caída de dos bloques grandes de roca en distintos puntos de la playa.

Tras estos episodios registrados el lunes, personal especializado recorrió ayer todo el frente costero de la zona tratando de detectar fragmentos próximos a desgajarse.

Se evalúa si será necesario realizar algún derrumbe programado.

“Este era un procedimiento que no se hacía desde hace mucho tiempo y es importante”, dijo Mauro Scalesa, el coordinador de los guardavidas del lugar, que fue quien dio aviso acerca de los desprendimientos.

Cabe recordar que la primera caída de una fracción de acantilado se registró el lunes, poco antes del mediodía. Fue en la primera bajada, en la zona en la que están las tradicionales grutas que le dan nombre al balneario.

Lo que se desprendió fue una suerte de “visera” que tenía una de ellas. Algo que generó alarma porque el sector, más allá de todas las alertas que se efectúan y la cartelería indicativa, es elegido por los turistas para tomarse selfies.

“Por fortuna no había nadie cerca al momento del derrumbe y no hubo que lamentar heridos” apuntó Scalesa.

Sin embargo, la peligrosidad no cesó. Ayer, también poco antes del mediodía, volvió a registrarse otro desprendimiento, esta vez en la bajada llamada Los Acantilados.

“Este sector es el más peligroso porque es muy alto, y los bloques que se desgajan caen desde muy arriba. Por más pequeño que fuera el fragmento puede provocar un accidente para los que están debajo, ya que por la altura, no necesitan estar muy cerca del murallón para sufrir un posible impacto” precisó el guardavida.

Se renovaron todas las recomendaciones para que los turistas y vecinos no acampen ni se resguarden cerca del frente de piedra. Esa conducta imprudente es habitual. Sobre todo en los momentos en los que el mar sube y queda poca playa disponible.

“Cada año se renuevan las advertencias, pero parece que la gente no toma consciencia de lo que puede pasar. Porque el acantilado siempre está expuesto a muchos factores que le generan erosión, y los desprendimientos se dan. A veces, en jornadas muy cálidas, incluso la diferencia de temperatura es la que provoca que la roca se dilate y termine cediendo después”, dijo Scalesa.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios