Dejemos de “romper con la revisión técnica obligatoria”

Héctor Alberto Guglielmin muestra su indignación frente a la exigencia de dicho trámite.

La gente opina

Leí una nota del diario “Río Negro” relacionada con los inconvenientes sufridos en caminos vecinales, en este caso de Maquinchao. Pero eso se repite en prácticamente el 90% de las calles rurales de tierra y muchas con el pavimento deteriorado en toda la provincia. Que no se quejen los ciudadanos, ¡porque seguramente no tienen la revisión técnica obligatoria! ¡Ese parece ser el mensaje! Por eso el gobierno no cuenta con los recursos económicos para arreglar los caminos, porque lo recaudado por ese concepto se utiliza para esto, ¿no? ¡Ah! No, ¿no es así? ¿O se trata de algún negociado con algún poderoso e influyente al que le ofrecen en bandeja un mercado cautivo y “usan” a nuestra querida Policía para poner la cara, cuando con los paupérrimos sueldos que tienen ni siquiera ellos pueden cumplir con la RTO en forma particular? En realidad, pareciera que se utiliza esa revisión para recaudar. Existen sólo unos pocos talleres autorizados y los ciudadanos tienen que recorrer largas distancias para hacer la verificación, y luego, si no pasa, hay que volver antes de los diez días, aparte de gastar en los arreglos pertinentes. Señores, esto sucede por algo muy simple: los funcionarios perciben sueldos tan altos y alejados de la realidad que se han vuelto inmunes a la vida diaria de la mayoría ciudadana. Pregunto: ¿no hay un solo fiscal en la provincia que tome cartas en el asunto y termine con esta situación? ¿Cómo es que se nos exige la RTO y el gobierno que lo pide no cumple con su contraparte que es mantener los caminos en condiciones óptimas de circulación? ¿Es lícito exigir una reglamentación, que no está mal en su concepto pero deja virtualmente a una importante cantidad de gente fuera del sistema? ¿Es lícito cobrar los exorbitantes precios de la RTO, cuando se supone que es un servicio a la comunidad para velar por su seguridad? A algunos ciudadanos (por ejemplo la nota de Maquinchao) sólo llegar al taller de la RTO les implica recorrer enormes distancias deteriorando su vehículo. Y si en el mejor de los casos pasa la verificación, cuando llega a su lugar ya está dañado nuevamente por los caminos existentes. Para “copiar” reglamentaciones del primer mundo primero hay que tener reglas políticas y responsabilidad institucional como en el primer mundo. Copiando leyes, sin el marco adecuado, sólo nos hace más miserables a todos. Un valor razonable para la RTO sería alrededor de 30% de los precios actuales. Eso sí, siempre que se trate de un servicio a la ciudadanía para mejorar la seguridad. Ahora, si es para recaudar, pues se quedaron cortos, pueden poner el valor que deseen, eso depende de sus ineficiencias y necesidades. La RTO debería ser obligatoria para todos los tipos de transporte profesional, sea de pasajeros o de carga. Para los ciudadanos comunes lo que sí debería ser una exigencia es la titularidad del vehículo y el seguro. Porque tener o no la RTO no me invalida de responsabilidad ante un siniestro. ¿O acaso si tengo la RTO y cometo un siniestro el gobierno viene a auxiliarme? La responsabilidad siempre es de la persona. Mi propuesta es: 1) Bajar los valores de la RTO en un 70%. 2) Sacar de circulación los vehículos sin la titularidad y seguro. 3) Que el gobierno utilice un sistema informático (hoy sencillo) en el cual cada patrullero o puesto/destacamento policial pueda consultar “en línea” los datos del vehículo y poder corroborar que quien lo conduce sea el dueño o personal autorizado por el titular. 4) Dejar de “romper” con las RTO, ya que todo el mundo sabe que es a fines recaudatorios. 5) Que un (¡uno, por favor!) fiscal actúe en defensa del pueblo para terminar con esta payasada. Héctor Alberto Guglielmin DNI 10.432.362 Regina

Héctor Alberto Guglielmin DNI 10.432.362 Regina


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