Denuncian a la banda de rock La Moto por violencia y abusos

Dos mujeres decidieron romper el silencio y le contaron sus casos a RÍO NEGRO. "No hay que juzgar, uno habla cuando puede hablar", manifestaron.

La semana pasada murió Rodolfo «Mono» Salvi, el líder de La Moto, la legendaria banda de rock neuquina. Muchos fueron los que lamentaron su muerte públicamente. Sin embargo, había un grupo de mujeres que, al conocer la noticia, experimentaba una sensación de alivio, aunque mezclada con dolor, rabia e impunidad. Es que mientras estaba vivo nunca pudieron decir lo que ahora sí se animan: fueron víctimas del reconocido músico, de su hermano fallecido «Rulo Salvi» y de parte de la banda de «rock callejero».

«Nosotras hace dos o tres años empezamos a hablarlo más entre nosotras porque las dos fuimos abusadas, ella a los 7 y yo a los 12. Además también fui abusada por Gabi Quiroz, que él está vivo, es el baterista de la banda», contaron dos jóvenes hermanas que se animaron a romper el silencio.

Ellas son unas de la tantas que aportaron su testimonio para la denuncia pública que se conoció en la noche del miércoles, no solo contra «El Mono», sino también contra los demás integrantes de la banda que, hasta ahora, gozaba de un reconocimiento superior en la región. A tal punto que es la banda que fue elegida para cantar la versión oficial del himno de Neuquén; la que -por ordenanza- debe sonar en las escuelas y actos públicos.

El texto que se titula «No es uno, es toda la banda: La Moto abusadores y violentos» circuló ampliamente por redes sociales. Allí se relata que «Los hermanos Salvi, Mono y Rulo, son violadores, Adrián Pérez es golpeador, Gaby Quiroz es un abusador, Fito Salvi es un encubridor y toda la banda fue cómplice de la violencia y la pedofilia». Luego precisa una serie de hechos que los involucran.

Una vez más, aunque tal vez un poco menos en este caso, surgió la pregunta que tanto lastima y qué tan difícil es de responder: ¿Por qué no lo denunciaron antes?

«Por miedo, no hay que juzgar, uno habla cuando puede hablar, las víctimas somos nosotras, las abusadas, y cuando se puede se habla. También lo hicimos por nuestro sobrino», afirmaron. Su sobrino tiene un lazo sanguíneo con los integrantes del grupo, calificado como el más icónico del rock local.

«Nuestro silencio siempre fue por nuestro sobrino que tiene relación familiar con los Salvi. Ahora, hablando en familia estamos arrepentidas, lo tendríamos que haber hablado antes, en su momento, porque nuestro sobrino no se tendría que haber relacionado más con ellos», aseguraron las denunciantes.

Y una de ellas agregó: «De lo que me puedo arrepentir es de no hablar antes y de que pagara en vida, pero era el miedo de hablar, de si te creen o no te creen, no tenía ni ganas de cruzármelo al Mono Salvi, si me lo cruzaba me cruzaba de vereda y mi familia lo escrachaba a los gritos. Yo no tenía ganas de pasar por el momento de denunciarlo, de tener que verlo, de que diga que no y todas esas cosas».

Para el Poder Judicial es tarde. Dos de los acusados están muertos y sobre el resto, tal vez, no se pueda avanzar por tratarse de delitos que probablemente estén prescriptos.

Sacar a la luz el tema seguro ayudará a otras mujeres que atravesaron o atraviesan situaciones similares. Ese es un de los propósitos que tuvieron ambas para salir a hablar cuando muchos lloran, o lloraban, la partida del que creen -o creían- era un ídolo del rock local.

«Es para que se sepa, lo que más nos dio bronca y asco fue cuando querían hacerle un tributo al Mono Salvi como prócer del rock y como una muy buena persona, cuando fue un pedófilo, abusador. Queremos que se conozca el caso, que no se haga más silencio en estos casos de abuso, y que no se le haga una dedicatoria como que es un gran prócer del rock cuando es semejante basura», confiaron.

Claro que salir a hablar no es fácil. Pero tras la viralización de la denuncia en las redes y el apoyo recibido de quienes se habían -y nos habíamos- hecho eco de la muerte del reconocido músico sin saber o sin reparar que pesaba tras él, trajo cierto alivio y esperanza.

«Nos deja la sensación de que estamos acompañadas y un alivio de que ya terminó la pesadilla, que ya está. Igual nos remueve bastante todo ese tema», sentenciaron.

RÍO NEGRO se contactó con Gabriel Quiroz, uno de los integrantes de La Moto apuntado en el texto que se viralizó y su respuesta fue: «es todo una farsa para ensuciar a la banda».

Al respecto una de las denunciantes señaló: «No me extraña, porque lo niegan y se tiraban siempre la pelota entre ellos. Siempre lo negaban».

En las redes oficiales el grupo mantiene los shows para este fin de semana. El sábado, en Roca y el domingo en Plaza Huincul con el propósito de darle «un gran homenaje al Tío Mono».

«El motor no se apaga, porque así lo quería el rulo y ahora el Tío Mono.. Es nuestra responsabilidad seguir con el legado que nos dejaron! Nos vemos el 14 de Marzo en Fiske Menuco (no se suspende la fecha) y el 15 de Marzo en Baron Rojo (Plaza Huincul)», plantearon.

Sin embargo, en el facebook del bar de Plaza Huincul anunciaron: «Se suspende el recital de La Moto por razones ajenas, sepan disculpar!!»

El recital en El Rancho Córdobes (Roca) también se suspendió, tal como informaron desde la producción del recital. Pero antes de que esto suceda la banda invitada, Etica Negra, había decidido bajarse del show en apoyo a las denuncias públicas.

Las dos mujeres que se animaron a romper el silencio pidieron explícitamente que «no se la agarren con los sobrinos nietos de los Salvi, ellos no tienen la culpa y yo creo que no deben saber nada, que no sabían nada que con su abuelo y su tío abuelo hacían esto. Que no haya represalias con ellos«.

Y cerraron: «Los que fueron cómplices son los adultos, porque siguieron tocando con ellos. El grupo La Moto sabía lo que nos había sucedido».


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