Libertadores: la bronca del neuquino Gabriel Arias en medio de los festejos de Racing

El arquero no sabía del cambio por Cambeces y salió del campo muy "caliente". Se viene una charla con Costas.

El frenético cierre del partido entre Racing y Peñarol tuvo el prolongado festejo de la Academia por el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores, pero también la broncha del arquero de Neuquén, Gabriel Arias. Cuando Facundo Cambeses apareció en el costado del campo de juego, muchos se sorprendieron y en especial el capitán, quien no sabía del cambio ante una eventual definición por penales, que nunca llegó.

La cara y la actitud de Arias, uno de los símbolos de la Academia, no pudieron disimular la calentura en un momento decisivo del juego, con el resultado 2-1 y los penales a la vuelta de la esquina. Era evidente que el arquero no estaba al tanto de una decisión que Gustavo Costas explicó en la conferencia de prensa y admitió que estaba consensuada en el cuerpo técnico.


El ingreso de Cambeses, la aparición de Pardo


La épica de la Academia con el cabezazo de Franco Pardo se encargó de desbaratar la definición para la que Cambeses había sido llamado a convertirse en héroe y Arias pareció ajeno al loco festejo del resto de sus compañeros. Ya desde el momento en que le tocó abandonar el banco se evidenció su enojo: retiró su mano y casi no saludó a nadie del banco. Sí se fundió en un cálido abrazo e incluso le puso la cinta de capitán a su colega.

Arias le puso la cinta de capitán a Cambeces. (Captura de TV)

Segundos antes había salvado a Racing con una soberbia doble intervención y hasta resulta lógico su malestar porque a nadie se le escapa que es una de las figuras clave del equipo. Sin embargo, su cara «habló» y seguramente habrá una charla íntima con Costas y su equipo para limar asperezas y pensar en el bienestar de la Academia.


La paralela con Brey y Marchesín


En el Cilindro, volvió aquella imagen de Leandro Brey para ingresar por Agustín Marchesín antes de los penales de Boca contra Alianza Lima, aunque ese episodio fue mucho más confuso porque primero pareció que el propio Marchesín quiso dejar la cancha y mucho después aclaró que fue una medida tomada por el entonces técnico Fernando Gago. Ahí sí hubo penales y el Xeneize sufrió una dolorosa e histórica eliminación de esta misma Libertadores. Ahora, la historia fue diferente: nunca hubo penales, aunque sí una bronca de aquellas del capitán Arias.


El frenético cierre del partido entre Racing y Peñarol tuvo el prolongado festejo de la Academia por el pase a los cuartos de final de la Copa Libertadores, pero también la broncha del arquero de Neuquén, Gabriel Arias. Cuando Facundo Cambeses apareció en el costado del campo de juego, muchos se sorprendieron y en especial el capitán, quien no sabía del cambio ante una eventual definición por penales, que nunca llegó.

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