Descontento en el Jardín 120 ante posible traslado a la Escuela 293

El Jardín 120 de Cipolletti se encuentra nuevamente atravesado por el descontento de padres y docentes, quienes se oponen a la repentina decisión de la cartera educativa provincial de trasladar a los alumnos y alumnas a la Escuela 293, o bien de finalizar el ciclo lectivo anticipadamente para poder comenzar las obras de refacción en el actual edificio de la calle Mengelle.

Tras la licitación de las tareas en las que se realizarán importantes arreglos al inmueble ubicado en barrio La Paz, desde el ministerio de Educación y Derechos Humanos informaron a la directora de dicho establecimiento que se trasladaría a los alumnos a diferentes espacios de la Escuela 293, o bien se daría por finalizado el ciclo lectivo mañana martes, faltando casi dos meses para completar la evolución de contenidos planificados. Padres y docentes se opusieron a ambas opciones y exigieron finalizar el año en el mismo edificio y en la fecha correspondiente.

El viernes pasado se realizaron dos asambleas entre los integrantes de la comunidad educativa de dicho jardín, adonde reclamaron no haber sido parte de la decisión de comenzar las obras mañana 1 de noviembre. Hoy, padres y docentes acudieron a la delegación del CPE para solicitar otra alternativa, pero aseguraron que allí nadie los atendió. Ante esta situación dejaron una nota expresando el rechazo a las dos alternativas y se dirigieron a la Cámara Civil a fin de agregar dicha demanda al amparo que vienen sosteniendo hace meses, en el cual el juez dictó que, de trasladar a los alumnos, debía ser a un edificio que contara con espacio suficiente.

Desde el gremio docente Unter explicaron que la opción del traslado a la escuela 293 ocuparía el laboratorio, la biblioteca, el teatro, el gabinete y un baño para personas con discapacidad, lo cual consideraron insuficiente para ser habitado por 80 niños y niñas por turno. Destacaron además que estos espacios “son valiosos para la Escuela 293”.

El secretario general de la seccional local del gremio, Pablo Krahulec consideró que el traslado de los alumnos y alumnas implica “desconocer las infancias o lo que es peor tomarlos como objetos, como muebles, que pueden moverse de un lugar a otro”. Destacó también que cambiar el espacio educativo significa “olvidarse que los niños y niñas necesitan tiempo para adaptarse nuevamente a otro espacio físico, distinto del que vienen habitando desde febrero”. Además aseguró que “el nivel inicial, es un espacio educativo, en el que se proyecta, se planifica, se enseña, se aprende” y agregó que “el traslado atenta contra esto”.