Destino San Javier, la nueva apuesta del folclore

No sirve de mucho ser “el hijo de” o los “herederos de aquel” si no hay capacidad y brillo propio. Con la chapa se transita parte del camino, pero en algún momento se corta. Y a Destino San Javier esa chapa, el ser “hijos de” les sirvió bastante, hasta que empezaron a demostrar que eran capaces de llegar lejos por mérito propio.

Podríamos decir que Destino San Javier sintetiza lo romántico del folclore actual, tal vez de los grupos más modernos, aunque detrás de ellos hay unos cuantos años de lucha para llegar. Aquí sí tuvieron la ventaja de ser los hijos de aquellos famosos folcloristas del Trío San Javier, que por años conquistaron escenarios del país.

Y Destino San Javier recorrió este verano todos los festivales folclóricos en la Argentina, con un as en la manga, como fue la invitación a concursar en el Festival de Viña del Mar, en Chile. Era una puerta que comenzaba a abrirse, pero que había que empujar ante un público muy exigente y particularmente localista.

Destino San Javier tenía que competir con exponentes chilenos y eso no es asunto fácil. Franco Favini y los hermanos Bruno y Paolo Ragone ganaron la competencia folclórica y se quedaron con la “Gaviota” de plata y un cheque de 30 mil dólares.

En la final de esta competencia vencieron al chileno Benjamín Walker y Margarita Henríquez de Panamá.
Sin dudas fue un paso gigante para el grupo folclórico, que como todos, se mueve en un escenario de muchos altibajos, porque la música en la Argentina tiene seguidores siempre, pero no garantiza trabajo permanente.

Ganar un premio en Viña del Mar es una enorme vidriera no sólo para tener trabajo en el país, sino también para conseguirlo en Latinoamérica.
Los tucumanos ganaron también el premio a la mejor interpretación por su tema “Justo ahora”, llevándose otra gaviota. Destino San Javier es la nueva apuesta del folclore y empezó con éxito.