Día Internacional de la Mujer Rural

SOCIEDAD

Desde 2008, el 15 de octubre es el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Así lo declaró la asamble general de las Naciones Unidas del 18 de diciembre de 2007 en reconocimiento de «la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural».

Además fundamentó que las mujeres rurales son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible pero su acceso limitado al crédito, la asistencia sanitaria y la educación se encuentra entre los muchos retos a los que se enfrentan. Estos se ven agravados además por las crisis mundiales —económica y alimentaria— y el cambio climático. Empoderar a este colectivo no sólo es fundamental para el bienestar de las personas, familias y comunidades rurales, sino también para la productividad económica general, dada la amplia presencia de mujeres en la mano de obra agrícola mundial.

En homenaje a este trabajo anónimo y con conocimiento de causa, Blanky Martínez en su libro “Desde el Alma” hizo referencia a estas mujeres rurales, sobre todo de la Línea Sur. Nació en Maquinchao donde formó su propia familia. Antes de su partida -hace casi un año- dejó su palabra escrita que desde este lugar compartimos.

Mujer Rural

Tu cuerpo frágil y escultural se fue moldeando al ritmo

de los trabajos del campo, tu suave piel,

comenzó a endurecerse y tostarse

con el viento, la tierra y el sol.

Tus manos no sólo amasaron pan,

sino también surcaron la tierra,

sembrando vida, en cada semilla hendida en la tierra preparada

con azada y pala,

como también acariciaron y amaron a tu hombre elegido

y a los vástagos paridos con amor y dolor,

a los que le dedicaste tu vida y entregaste tu corazón.

Mujer Rural, con coraje y valentía, arriaste el ganado,

recorriste cerros y bajos a pie o a caballo,

o bajando sobre tus espaldas la leña en atados,

caminaste con nieve, viento o sol, cada rincón del campo,

en tiempos de parición o

por extinción del zorro colorado armando trampas,

cuidando celosamente ade tu ganado,

al que junto a tu compañero,

ayudaste a esquilar, horquillar y

señalar los corderos en tiempo de cosecha y señalada,

festejando con asado, baile y taba.

Mujer Rural a la que el tiempo fue endureciendo y curtiendo,

como cada noche de invierno, en que tu abnegado compañero

trabajaba sogas de cuero, en tu dulce compañía,

mientras tus manos ágiles bailaban al compás del uso,

trasformando la lana cruda en hilados mágicos.

Mujer Rural que en primavera armaste nidos de gallinas,

pavos y gansos

y sonreíste feliz cuando a tus manos te traía tu amado,

alforjas llenas con huevos de avestruces, perdices o patos.

Mujer Rural, que amasaste el barro,

para poder revocar así tu rancho.

Mujer Rural , tu vida trascurrió sin apuros y con trabajo,

con olor a pan casero y mate amargo,

con faenas cotidianas, cosechas de verdura y acopio de lana,

con el olor a cascarilla y leche fresca ordeñada,

con dulce del micha y tortas fritas amasadas.

Mujer Rural, tu juventud y belleza,

se trasformron en saberes, en oficios y labores que se fundieron

en la tierra,

en el agua del menuco, en las piedras de los cerros, en el brote

del neneo,

en el canto de los pájaros y en el susurro del viento ……

DeViedma