Dieciocho kilates
Neuquén
Tienen una excelente opinión de sí mismos los pequeños diputados neuquinos. Se autoobsequiaron medallas de oro, y Guillermo Berto y Andrea Durán los mandaron a todos en cana, y me permito felicitarlxs.
Nada cambiará, empero… Pues “la política” es así. Aunque Neuquén siempre le agrega un plus de obscenidad. Éste, “obscenidad”, es el significante que usó el hijo de Sara Mansilla, que donará el cuerpo del delito. Excelente actitud, por cierto. Una de cal…
Aviso que el neofascismo, en Europa, nace y crece enancado en las inmundicias que “la política” le depara, día a día, a la sociedad. Y Europa no queda tan lejos como parece. Aviso también que el fascismo, así, a secas, sin prefijo, vuelve a ser opción en América Latina. Y la historia y la memoria, esas dos obstinaciones inquietantes, se ocupan de registrar el presente, que será pasado en un futuro redentor, ni lo sospechan los corruptos. Dos millones no es nada, pero contra el dolor cotidiano de Cuenca XV o San Lorenzo, es mucho, dicen lxs periodistas. Adhiero sin reservas.
Pero vaya el dato: esta corrupción de baja intensidad que exhiben hoy estos desopilantes ladronzuelos de provincia, viene de lejos. La primera Legislatura, en 1959, se autoobsequió preseas semejantes. Eran de oro, eran más chicas, eran una vergüenza, igual que ahora. Aún conservo la que lleva el nombre de mi padre. Tuve con él, a la edad de catorce años, la primera discusión a raíz de esto. En realidad, más que discusión, aquello fue un asombro temprano trasmutado en preguntas que mi padre no podía responder.
Poco a poco fui entendiendo. Y hace ya demasiado tiempo que entiendo.
Juan Chaneton
jchaneton022@gmail.com
Neuquén
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