Don Andrés

Redacción

Por Redacción

la peña

jorge vergara jvergara@rionegro.com.ar

Santiago del Estero decidió homenajear a uno de sus grandes exponentes del folclore y eligió conmemorar el 29 de mayo como Día Provincial del Folclore. La razón de haber elegido el 29 de mayo tiene que ver conque ese día del año 1876 nació en esa ciudad don Andrés Chazarreta, uno de los grandes ilustres del género y que como tantos otros, no tuvo el reconocimiento que correspondía. Ni en su provincia ni en el país, porque más bien es un desconocido para las nuevas generaciones, porque no se enseña sobre él y apenas si lo conocen los que son más seguidores del folclore. Lo cierto es que para Santiago no es nuevo el reconocimiento, pero sirve para que la figura de Andrés Chazarreta, una pila de años después de su muerte, se conozca más en el país, en otras provincias, en las escuelas, como dijimos con Atahualpa Yupanqui, cuya figura tampoco recibió la difusión acorde a su talla. Pensaba que muchos intérpretes que recorrieron caminos más cortos, sin desmerecer su tarea, tuvieron mucha más trascendencia que los grandes compositores. Vaya uno a saber la razón, pero los compositores tienen menos inserción en los medios, aunque son los primeros hacedores de la música. Sin ellos muchos cantantes muy famosos no tendrían letra para plantarse en el escenario. Los diarios de Santiago del Estero describieron a don Andrés como, “además de músico y autor de reconocidos temas, investigador del folclore y el primer difusor de la música folclórica y de las danzas nativas, llevándola por todo el país desde 1906 hasta 1936 con su Conjunto de Arte Nativo, compuesto por 30 personas, entre ejecutantes y bailarines”. Los preferidos de don Andrés Chazarreta eran la Zamba de Vargas, La Telesita, El Kacuy, Criollita Santiagueña y por eso es que los difundió en cada presentación que hizo. Claro, estamos hablando de difusión de la música en tiempos en que los medios eran mucho más acotados, en épocas donde mostrar algo era cara a cara. Don Andrés se las ingenió para recorrer buena parte del país y llevar la música, sus conocimientos, su creatividad para el folclore, para mostrar el camino de un género al que ya en esa época le costaba instalarse. La tarea era doblemente compleja para don Andrés, porque hoy con los medios se está presente todo el tiempo, las redes sociales lo multiplican, los medios de transporte son otros y la sociedad está más cerca de los medios que nunca. Difundir algo a principios del siglo pasado era una tarea gigante. Cuentan que don Andrés, después de educarse en escuelas provinciales, ingresó a la Normal, y allí se graduó de maestro en 1896 y ejerció la docencia durante 27 años ininterrumpidos. Fue profesor del Internado Muñoz y director de las escuelas San Francisco, La Merced y el Círculo Católico de Obreros. También ocupó cargos en la Administración Pública provincial, siempre en su Santiago del Estero, provincia por naturaleza generadora de talentos para el folclore. Porque Santiago es esa gran fábrica de folcloristas, proveedora por mayor de buenos exponentes. El Nuevo Diario de Santiago del Estero relató días atrás la vida del gran Andrés Chazarreta, con lujo de detalles. Y la verdad, es un protagonista principal de la historia de nuestra música, pero al mismo tiempo casi un desconocido. “Estudió música ejecutando diversos instrumentos, entre ellos guitarra, mandolín, piano y bandurria, pero desde niño tocaba de oído diversos instrumentos musicales. Cultivó esa condición en forma autodidacta, salvo las breves lecciones de solfeo que recibió de Octavio Esteban, en 1898”, describió el diario. En 1960 falleció Andrés Chazarreta, uno de los irreemplazables del folclore.


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