Agustín D’atellis: “El principal motor de la inflación actual, es el desbarajuste de la política”

El escenario económico argentino es complejo como pocas veces en la historia reciente, y la política juega un rol central en la dinámica de las variables macro. A todo ello se refirió en diálogo con PULSO el economista Agustín D’atellis. El especialista será parte de la Jornada PULSO 2022 que tendrá lugar este Jueves 28 de abril en el Casino Magic de la ciudad de Neuquén, bajo el título “La economía argentina de cara a 2023”.

PREGUNTA: ¿Es posible lograr un diálogo productivo en Argentina?
RESPUESTA: A mi entender a muchos puntos en común entre propuestas como las que elaboramos nosotros con una mirada más progresista, y las que tienen entre manos entre los de pensamiento más ortodoxo. El problema es que el escenario de disputa está llevando la discusión a los extremos. Entonces escuchamos propuestas como la dolarización, o de estatización absoluta. Si lográsemos dejar de lado los extremos y trabajar en conjunto sobre los acuerdos, sería muy valioso para la Argentina.

P: ¿Qué opina del dato de inflación de marzo?
R: Es un dato que preocupa. Dada la inercia que venía tomando la inflación, era esperable que fuese alto. Una parte del dato obviamente tiene que ver con la guerra y el precio de los commodities. Pero en este momento en particular, yo creo que el contexto inflacionario se relaciona hoy a un tema de expectativas. Muchas veces nos referimos a la multi causalidad del fenómeno inflacionario. Con esa mirada, hay un conjunto de factores que van cambiando su peso relativo en distintos momentos. En algún momento hay restricciones de oferta, en otro más impulso de demanda, en otro más emisión monetaria, en otro hay presión cambiaria.

P: ¿Alcanzan solo las expectativas para explicar el fenómeno?
R: Sucede que en este momento, las expectativas están muy deterioradas y en ello tiene un rol fundamental la política, por los estímulos negativos que dinamizan la inercia de los precios. Los desencuentros internos en el oficialismo son determinantes en ese sentido. Creo que marzo fue el mes más alto del año, y siempre y cuando la política se comporte dentro de un marco de racionalidad, no están dadas las condiciones para una espiralización. Así y todo nos vamos a estacionar en una inflación mensual alta de 4% promedio mensual, que pone el acumulado anual en un nivel de entre el 60% y el 70%.

P: ¿Vamos a volver a crecer en algún momento?
R: La verdad es que el año pasado se creció. Hay sectores de la industria que mostraron datos muy positivos. La construcción tiene un impulso muy fuerte. Lo que sucede es que el problema inflacionario distorsiona otras cuestiones como el frente monetario y la deuda. La inflación de este año deprime el crecimiento. Se estima que este año el crecimiento podría ser del 3%, y eso es inercial, es arrastre estadístico de los buenos números del año pasado. Si se verifica eso, estamos nuevamente con una economía estancada y alta inflación. Con ese marco emerge el problema distributivo.

P: ¿Es buen diagnóstico el problema distributivo si lo que se busca es ordenar la macro?
R: Es que se reúne con empresarios importantes, y manifiestan que están teniendo un muy buen año, con números y facturaciones que no registraban desde hace años. El problema es que existe un escenario de incertidumbre tal, donde esos mismos empresarios a los que les está yendo bárbaro, no invierten. Ese es el gran condicionante. Por el otro lado emerge esta nueva figura, pocas veces conocida en Argentina, del empleado registrado pero pobre. Gente que hoy está en planta, o en relación de dependencia registrada, pero que está por debajo de la línea de la pobreza.

P: ¿Sirve el bono que acaba de anunciarse?
R: La verdad es que se trata de una solución temporal de ingresos, frente a un problema de carácter permanente. En 2020 el IFE buscaba atender un problema de carácter transitorio como la pandemia, pasó la pandemia y la ayuda se termina. Pero en este caso se toma una medida con un costo fiscal de $200.000 millones, algo así como medio punto del PBI. Todo ello para una asistencia durante dos meses. Nadie imagina que en junio cuando se retire la asistencia, la situación de la población objetivo de este bono, sea muy diferente. Si se decide mantener la ayuda ¿cómo se financia? Si se acude nuevamente a la emisión, bueno, evidentemente eso va a impactar en los precios.

P: ¿Descree del acople de los precios internos a la cotización internacional de las comodities?
R: No, es un escenario real. Y la verdad es que todos los manuales de economía del mundo acuerdan en un instrumento que sirve para generar el desacople. En cualquier país, cuando hay un escenario como este, el instrumento que se aplica son las retenciones móviles. Sucede que en nuestro país es una herramienta que también está condicionada por la política. Puertas adentro del gobierno aceptan que esa herramienta sería la mejor forma de evitar el impacto en los precios internos, pero entienden que no está dado el escenario político para aplicarla.

P: ¿Hay espacio para que emerjan fuerzas como los libertarios?
R: Creo que es un espacio que canaliza la bronca. Una bronca comprensible que existe en buena parte de la gente. Pero ese apoyo no tiene sustento en el contenido de las propuestas. Y uno tiene la sensación de que en caso de que los libertarios tuviesen chances ciertas de acceder al poder, comenzaría a regir con fuerza lo que en teoría política se conoce como teorema de Baglini.

PERFIL

Agustín D’Attellis es licenciado en Economía en Universidad de Buenos Aires (UBA). Especialista en macroeconomía y mercados financieros, es docente e investigador de la UBA.

Columnista habitual en los medios de comunicación, condujo “Economía 4D” en CN 23 y “Hagamos números” en Crónica TV.

Acaba de lanzar una nueva consultora, y es responsable de los equipos técnicos de Leandro Santoro acá en CABA.