Carry Trade: la jugada que seduce a los inversores ¿puede salir cara?
Tras la salida del cepo, el dólar flota entre bandas. Este esquema puede generar rendimientos atractivos, pero cabe preguntarse si conlleva riesgos.
Estimado lector inversor o inversora, voy a tener que ser drástica en las siguientes líneas para que podamos poner juntos blanco sobre negro en cuestiones de ahorro y su evolución.
En estas columnas, el 19 de enero cerramos la nota de ese domingo indicando (con ciertas dudas) si el crawl o devaluación del 1% planteado desde febrero era sostenible en el tiempo. Y qué traería aparejado en lo cambiario el acuerdo con el FMI que se estaba planteando. La pregunta final de esa nota fue: “¿Se trata de una pausa temporal o del inicio de un cambio de tendencia? Las próximas semanas serán clave para encontrar respuestas.”
En ese momento el mercado local (e internacional) había marcado su último máximo histórico. El Merval en Argentina siete días antes de esa nota venía de los US$2.300, su pico máximo histórico. La corrección era esperable en términos de que los árboles no llegan hasta el cielo. Fin del fundamento.
En estas líneas destacaba cómo opción de inversión (pasar de una renta variable galopante) a una renta fija más conservadora con un Bopreal, el BPY26. Y con varias alternativas más en esa curva.
Veníamos de una YPF valiendo US$ 51 en el mercado internacional y Trump aún ni asomaba con ninguna idea arancelaria, pues aún no tomaba poder de su presidencia. Hoy YPF podemos llevarla a US$ 32 por papel. El tipo de cambio ese viernes de enero cerró en el oficial mayorista A3500 a $1.042. Y los Dólares financieros: MEP: $1.167. CCL: $1.190.
Para las personas que hace seis años se incorporaron fuerte a la vida “económicamente activa”, es una gran novedad pensar su economía por fuera del “cepo cambiario”.
Nos ponemos filosóficos un segundo y, como con cualquier decisión en la vida, siempre es bueno para mejorar la perspectiva tomar unos 5 minutos para pensar desde dónde venimos, cuáles son las nuevas reglas de juego y hacia dónde nos dirigimos. Con un esquema totalmente diferente con el que pensamos las cosas en tan sólo 4 meses.
Para las personas que hace seis años se incorporaron fuerte a la vida “económicamente activa” de su edad más fructífera, es una gran novedad pensar su economía por fuera del “cepo cambiario” con el que trabajamos hace seis años. Es inclusive un desafío que confunde.
Hay personas de 30 años que recién tuvieron su primer empleo importante en 2019 y muchos que ya lo tenían, con 35 años crecieron profesionalmente y se desarrollaron. Recibieron bonos, indemnizaciones, decidieron adquirir bienes. Todo eso dentro de la maraña de las regulaciones cambiarias imperantes.
Hoy ustedes, que tienen entre 35 y 45 años, básicamente no entienden nada de lo que está pasando. Escuchan las noticias pensando: ¿será que debo hacer un plazo fijo? ¿Vendo los dólares como me dicen que recomendó hacer el Bank of America o el JP Morgan a sus clientes? ¿Pongo tasa pensando que estamos frente a un esquema estable?
Pensá que la recomendación que hace un Banco mega millonario mundial no es para vos Mabel que tenés US$10.000. Y que encima son tus dolaritos comprados con amor, paciencia y cariño y todo lo que tenés como “backup”. NO. Esa recomendación son para los grandes flujos de dinero, que tienen una rapidez impresionante a la hora de hacer arbitrajes de tasa en pesos contra dólares.
La recomendación de un banco megamillonario es para los grandes flujos de dinero, que tienen una rapidez impresionante a la hora de hacer arbitrajes de tasa en pesos contra dólares.
Lamento decepcionarlos, pero el JP Morgan le está hablando a los Portfolio Managers de las grandes administradoras de activos. No a vos Rubén que te dedicas en la diaria a manejar tu empresa, o a laburar en relación de dependencia y que no estás mirando como los analistas la pantalla rápidamente para poder tomar tu posición de pesos -cuando la cosa se empioja- y de inmediato girar los pesos a dólares.
Recordemos aquí lector, qué es eso que llaman “carry trade”. Se trata de una estrategia que -en contextos de altas tasas de interés y dólar estable- puede generar rendimientos atractivos para ciertos inversores.
Carry trade: ¿de qué se trata y a quién beneficia?
El carry trade consiste básicamente, en tomar deuda o vender una moneda como el dólar, para invertir ese dinero en instrumentos en moneda local que ofrezcan tasas más altas (como los pesos).
En la práctica, muchos fondos o inversores venden dólares, los colocan en Lecaps o plazos fijos del sistema financiero local, y luego buscan recomprar los dólares más adelante, apostando a que el tipo de cambio se mantenga estable.
Ejemplo: Imaginemos que vendemos este viernes US$10.000 dólares a $1.190. El resultante lo ponemos en una Lecap al 30 de Septiembre (pre elecciones intermedias). Con esos $11.900.000 compraríamos 8.398.616 nominales de S12S5. Y al final del mes de Septiembre se nos acreditarían $13.365.557,50 (es una TNA de 31.1%, similar a un plazo fijo bancario). Si en ese momento el dólar estuviera a $1.200 podemos embolsar US$11.137.
El carry trade consiste en tomar deuda o vender una moneda como el dólar para invertir ese dinero en instrumentos en moneda local que ofrezcan tasas más altas.
La estrategia supone, claramente, que el dólar se mantenga dentro de las bandas de flotación propuestas. El máximo de intervención del BCRA para septiembre está tocando los $1.475. Supongamos que por presión pre electoral y demás, está en ese precio. La recompra de pesos por dólares se transformaría en un resultado de US$ 9.061.
El claro fracaso de la estrategia entonces es el riesgo que estoy asumiendo al suponer que el dólar no se irá al techo de la banda de flotación.
Esta jugada puede rendir muy bien en períodos de calma cambiaria, pero no está exenta de riesgos. Un salto del dólar o una devaluación inesperada puede borrar las ganancias obtenidas en pesos. Por eso, suele ser una herramienta utilizada por inversores sofisticados, con buena lectura del mercado y capacidad de reacción rápida.
El claro fracaso del carry trade es el riesgo que estoy asumiendo al suponer que el dólar no se irá al techo de la banda de flotación.
En Argentina, el carry trade ha servido a bancos, fondos comunes de inversión, empresas con excedentes de liquidez y también a ahorristas más experimentados. No es, sin embargo, una opción ideal para quien busca estabilidad o no puede asumir riesgos cambiarios.
Estamos escribiendo desde Argentina. No olvidemos que no debemos marearnos con una sensación de estabilidad de corto plazo porque entran dólares de la cosecha gruesa o del acuerdo con organismos internacionales.
La conclusión será entonces que, en un país con larga historia de volatilidad económica, estas estrategias florecen cuando la expectativa es que el dólar seguirá planchado y las tasas en pesos continúen altas. Mientras tanto, el desafío sigue siendo el mismo: cómo proteger los ahorros y, si se puede, hacerlos rendir un poco más. Pero sin correr los riesgos innecesarios que requieren mayor dedicación a tomarle el tiempo al Mercado. Y eso amigos, es algo que suele ser muy difícil de predecir.
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