Desarrollan deshidratadores híbridos en la Comarca Andina

Esta tecnología permite valorizar la producción de vegetales y es una alternativa para conservar alimentos y aromáticas, diversificar los ingresos y obtener mayor rentabilidad.

Por INTA.

El INTA y el INTI, junto con grupo de Cambio Rural «Fitopreparados y hierbas de la Comarca” -integrado por 12 emprendimientos- diseñaron y desarrollaron un deshidratador híbrido de productos vegetales. Esta tecnología permite aprovechar la energía solar en épocas estivales y la energía eléctrica como complemento. Un logro que contribuye al agregado de valor y la conservación de los productos elaborados a partir de materias primas locales.

El deshidratado es una forma de conservar alimentos y plantas medicinales retardando los procesos que causan que se degraden o se descompongan. Este método reduce el contenido de agua de las frutas y verduras por debajo del nivel crítico para el crecimiento de microorganismos (12-15%) sin que se pierdan nutrientes, propiedades ni sabor.

En el sudoeste de la provincia de Río Negro, los entramados productivos frutihortícolas y de hierbas aromáticas y especias generan trabajo genuino, con un rol activo de mujeres. Los recursos locales son aprovechados para la elaboración de insumos que aportan productos de alto valor local y que contribuyen a la soberanía alimentaria.

Mercedes Ejarque –socióloga, investigadora del IPAF Patagonia- afirmó: “Existen demandas vinculadas a tramos de la producción que actúan como cuello de botella, centrados en la falta de información para el mejoramiento de tecnologías de procesos”, y agregó: “Por eso se diseñaron prototipos de deshidratadores para construir y reforzar un proceso de innovación tecnológica y promover el agregado de valor y el apoyo a la comercialización”.

El deshidratado es una forma de conservar alimentos y plantas medicinales retardando los procesos que causan que se degraden o se descompongan.

A partir de un proceso de diseño participativo del INTA y el INTI junto a productoras de fitopreparados de la Comarca Andina, se diseñó y desarrolló un deshidratador híbrido solar y eléctrico que permite procesar aproximadamente 7 kg. de hierbas y/o alimentos por día, dependiendo el corte de los mismos.

“Este deshidratador híbrido permite el aprovechamiento de la irradiación solar en épocas estivales y el complemento de la energía eléctrica para deshidratar y conservar productos vegetales con usos medicinales y cosméticos”, indicó Ejarque.

Por su parte, Lucas Zanovello –investigador en diseño industrial de IPAF Patagonia- comentó que este deshidratador es adecuado para las capacidades constructivas locales, y adaptable a los requerimientos de secado de los propios productores. “Puede contribuir al agregado de valor y a la conservación de los productos elaborados a partir de esas materias primas”, puntualizó.

Deshidratador híbrido. Se desarrolló en el marco del Proyecto Federal de Inversiones.

El deshidratador solar funciona mediante el uso de la radiación solar para calentar el aire que fluye a través de un contenedor en el que se colocan las plantas a deshidratar. Genera un flujo de aire caliente que recorre el gabinete, removiendo la humedad de las plantas y alimentos colocados previamente en las bandejas de secado. El aire ingresa por la parte inferior del colector solar y, tras su recorrido por el colector y el gabinete, sale por la parte frontal superior, arrastrando así la humedad de las plantas.

El deshidratador puede funcionar sin electricidad, utilizando el calor generado por el colector solar y la circulación natural del aire. En caso de que el calor no sea suficiente, es posible conectarlo a la red eléctrica y configurar el módulo de calefacción para mantener la temperatura de deshidratado durante un tiempo determinado.

Para la evaluación de limitaciones, necesidades y recursos, se llevaron a cabo los talleres de co-diseño donde se tomaron las decisiones fundamentales para el diseño de los prototipos.

“Se diseñaron prototipos de deshidratadores para promover el agregado de valor y el apoyo a la comercialización”.

Mercedes Ejarque –socióloga, investigadora del IPAF Patagonia.

“El proceso de diseño fue realizado junto a la Comunidad Ranquehue de Bariloche, el grupo de cambio rural de la Comarca del paralelo 42°, el Centro de Educación Agropecuaria N°3 de Mallín Ahogado, la EEA Bariloche y la AER El Bolsón mediante metodologías de toma conjunta de decisiones”, detalló Zanovello y agregó: “La construcción de los tres prototipos se realizó con fabricantes locales y el diseño de Julieta Caló y Manuel Goglino desde INTI Bariloche”.

El deshidratador se desarrolló en el marco del Proyecto Federal de Inversiones y se trata de un co-diseño que va en clave de una fabricación distribuida.


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