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El control biológico en frutales ya es una realidad en los Valles de la Patagonia Norte

La producción orgánica y la producción “residuo 0” ya cuenta con herramientas biológicas a escala. En la última temporada, el CEMUBIO (Centro Multiplicador de Biocontroladores Nativos) del INTA Alto Valle produjo en laboratorio una especie nativa para el control de carpocapsa, que fue liberada en 250 hectáreas de la región.

Por INTA

Laboratorio. Los técnicos del INTA detectaron biocontroladores nativos.

Desde el año 2004 el INTA Alto Valle trabaja en el desarrollo e implementación de estrategias de control biológico de plagas en frutales. Este aspecto es relevante teniendo en cuenta la existencia de una demanda creciente de alimentos orgánicos y/o producidos dentro de un sistema respetuoso con medio ambiente y la salud y que, a su vez, aporta a la competitividad de la actividad.


Cuando se habla de “control biológico” se hace referencia al control de plagas utilizando otros organismos en lugar de insecticidas de síntesis. Existen varias técnicas que se diferencian por la cantidad de enemigos naturales liberados, por el tipo de organismos a liberar (si son especies nativas o exóticas) y por la modalidad de liberación. Incluso existen técnicas de control biológico que no implican liberar organismos, sino más bien generar condiciones en el agroecosistema que permitan atraer naturalmente a estas especies.


El concepto es sencillo, sin embargo, la eficiencia de su aplicabilidad está sujeta a diversas variables técnicas, económicas y de manejo. El mayor desarrollo en el control biológico se da en cultivos hortícolas y protegidos, además de casos exitosos en forestales y otros frutales menores. Se suman a esto los requerimientos sanitarios y comerciales de la fruta fresca con destino a exportación, como las peras y las manzanas, cuya limitante biótica más relevante es la carpocapsa.

“Desde la creación de CEMUBIO en 2018, aumentamos cinco veces la producción gracias a la incorporación de innovaciones en el proceso de cría artificial en laboratorio

Silvina Garrido, Magister en Entomología, responsable de Producción en INTA CEMUBIO.


En el año 2018, con la creación del CEMUBIO (Centro Multiplicador de Biocontroladores Nativos) se inicia una nueva etapa cuyo objetivo es detectar biocontroladores nativos con potencial de uso en el control de plagas, evaluarlos a campo y desarrollar la tecnología que permita la producción masiva de este bioinsumo. El paso siguiente fue encontrar un modelo asociativo público privado que permitiera la comercialización y disponibilidad en el sector productivo.


El proyecto avanzaba con normalidad, pero la pandemia y la situación macroeconómica retrasaron las expectativas originales de los inversores interesados en la propuesta, mientras que muchos laboratorios y centros de investigación tuvieron que disminuir su actividad. Ante esta realidad, el CEMUBIO debió replantear rápidamente su estrategia de continuidad o desarrollo.

“El empleo de Goniozus legneri en estrategias multiherramientas en frutales de pepita y nogales ha tenido un gran impacto sanitario en la Norpatagonia».

Dra. Liliana Cichón, responsable de Estrategias Sanitarias de INTA CEMUBIO.


Finalmente, en la temporada 2021-2022, dos empresas frutícolas -mediante convenio de vinculación tecnológica con INTA-, decidieron incorporar el primer bioinsumo desarrollado por CEMUBIO: el microhimenoptero Goniozus legneri (parasitoide de larvas) a los programas sanitarios en 250 hectáreas de perales y manzanos.


Se trata de una pequeña avispa nativa, parasitoide de larvas de carpocapsa, particularmente, capaz de controlar otras especies de lepidópteros plagas, lo que permite una disminución en el uso de insecticidas y un manejo racional de la resistencia; no requiere el uso de maquinaria ni de combustibles fósiles o agua como vehículo, disminuyendo así el impacto en las huellas ambientales. Adrián Gutiérrez, Gerente de Producción Primaria del Grupo Prima (Patagonian Fruit trade – Moño Azul) manifestó su apoyo al proyecto considerando que “sumamos esta herramienta para profundizar nuestro manejo sustentable sobre las plantaciones”.

CEMUBIO. El laboratorio encargado de experimentar el control biológico en la Patagonia Norte.


El uso de la técnica implicó, durante el invierno, el relevamiento de los sitios candidatos y una evaluación de las dosis, frecuencia de liberación en cada establecimiento y elaboración de un plan de manejo adaptado a cada situación productiva. En forma paralela se aumentó la producción en laboratorio del bioinsumo y se incorporaron y capacitaron recursos humanos para las tareas de laboratorio y campo.

“Desde la creación de CEMUBIO en 2018, aumentamos cinco veces la producción gracias a la incorporación de innovaciones en el proceso de cría artificial en laboratorio, tanto del biocontrolador liberado en el campo como del huésped que utilizamos para su multiplicación. Esto implicó, además, un cambio en las técnicas y dispositivos de liberación y traslado a campo”, expresó Silvina Garrido, Magister en Entomología, responsable de Producción en INTA CEMUBIO.

«Contribuimos con el cambio de paradigma desde una economía lineal a una economía circular, reinsertando materiales que de otra manera terminarían en la basura”.

Andrés Pogost, gerente de LP SRL


La experiencia se realizó en 13 establecimientos de ocho localidades que incluyeron chacras desde Villa Regina (Río Negro) hasta El Chañar (Neuquén). Los dispositivos de liberación son un desarrollo del CEMUBIO en conjunto con la empresa LP SRL de General Roca. Andrés Pogost, gerente de la firma, explicó que “para el desarrollo del dispenser contenedor se utilizó plástico reciclado y derivado de envases de plaguicidas provenientes del Programa de Triple Lavado. Contribuimos con el cambio de paradigma desde una economía lineal a una economía circular, reinsertando materiales que de otra manera terminarían en la basura”.


La técnica fue efectiva en el control de lepidópteros (carpocpasa, grafolita y enruladores, principalmente), tanto en producción orgánica como convencional de frutales. En este sentido, la Dra. Liliana Cichón, responsable de Estrategias Sanitarias de INTA CEMUBIO explicó que “el empleo de Goniozus legneri en estrategias multiherramientas en frutales de pepita y nogales ha tenido un gran impacto sanitario en la Norpatagonia. Tanto en sistemas de producción orgánica como de “residuo 0” o “residuos reducidos” permitió disminuir los porcentajes de fruta afectada por el complejo de lepidópteros plagas y, con ello, mejorar el acceso a mercados con restricciones cuarentenarias severas”.

“El control biológico constituye una herramienta fundamental para el manejo de plagas en la producción orgánica. Por ello es sumamente importante invertir en investigación, desarrollo y transferencia tecnológica de manera pública-privada, sinérgicamente».

Ing. Agr. Facundo Soria, responsable del Área de Producción Orgánica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.


Los resultados son alentadores en términos sanitarios, ambientales, técnicos y económicos. Se estima que esta técnica aumentará su adopción en los próximos años posicionando la producción local de una manera diferenciada en el cuidado del medio ambiente y con altos estándares sanitarios.

Al respecto, el Ing. Agr. Facundo Soria, responsable del Área de Producción Orgánica del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación destacó: “El control biológico constituye una herramienta fundamental para el manejo de plagas en la producción orgánica. Por ello es sumamente importante invertir en investigación, desarrollo y transferencia tecnológica de manera pública-privada, sinérgicamente, entre las instituciones de investigación, empresas de bioinsumos y los productores donde aplicarán los avances. Todo ello aplica al Plan Estratégico 2030 que se está ejecutando para el sector orgánico argentino. Acorta la brecha tecnológica histórica existente para crecer en esta herramienta de diferenciación y de agricultura sostenible”.

Dato

250
Las hectáreas de la Patagonia Norte en donde ya se implantó la especie nativa para control biológico.

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