El adiós al último gran ídolo

Lalo Porra tuvo su merecida despedida en Independiente y recibió el cariño de todos en La Chacra. El club lo homenajeó con una placa y los hinchas lo ovacionaron durante toda la tarde. Además fue reconocido por compañeros y rivales.

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El momento en que Porra es sustituido ante la ovación del público. El jugador se emocionó y agradeció las muestras de cariño. (Foto: Juan Thomes)

El momento en que Porra es sustituido ante la ovación del público. El jugador se emocionó y agradeció las muestras de cariño. (Foto: Juan Thomes)

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Pocos jugadores en el fútbol regional están tan identificados con un club como lo está Orlando Porra en Independiente de Neuquén.

Su destacada carrera en el club tuvo un desenlace a la altura en la goleada del Rojo al Deportivo Roca por 4 a 1.

Los hinchas cantaron durante toda la jornada en agradecimiento al ídolo. Un grupo de seguidores le obsequió un afiche con sentidas palabras por su trayectoria.

Desde que ingresó a la cancha junto a sus hijos se supo que sería un día inolvidable para él y para la gente de Independiente.

El jugador dio todo en su última presentación y estuvo cerca del gol con un tiro libre en el palo. Su entrega en este partido especial hizo incluso que evite una acción de peligro del Naranja a través de un quite al joven Sebastián Olmos, 18 años menor que él.

La gran ovación llegó a los 36 minutos del segundo tiempo cuando Luis Murúa lo cambió por Enzo Petretto. Sus compañeros se acercaron a abrazarlo e incluso despertó la misma reacción en los rivales, a pesar de estar jugándose la categoría.

Fernándo Fernández y Mauro Laspada lo saludaron en su camino al banco de suplentes, algo que demuestra la admiración que Lalo cosechó en propios y extraños.

Al finalizar el partido, gran parte del público ingresó a la cancha a sacarse una foto con el “10” y la dirigencia del club le otorgó una placa en conmemoración.

Mi carrera acá fue hermosa, siempre me trataron para una más. Hoy me demostraron con el cariño que me dieron que pude dejarles algo”

aseguró Porra, visiblemente emocionado.

Lalo, oriundo de Bahía Blanca, llegó aIndependiente en el año 2005. Con su excelsa pegada y su prodigiosa visión del juego se ganó rápidamente el amor de la hinchada.

Tras un paso por Cipolletti y otro por Maronese, Porra volvió al Rojo en 2012 y no se fue nunca más. Fue clave en la campaña del ascenso al Argentino B ese mismo año. Disputó casi 200 partidos oficiales y es junto a Manolo Berra el futbolista más querido de la institución en este milenio.

Siempre vamos a estar con Manolo y los más grandes, ligados al club. Vamos a aportar nuestra cuota para que el club crezca día a día”

expresó el bahiense.

El destino hizo que la última campaña de Lalo Porra en Independiente termine con un descenso, del que participó muy poco ya que recién tuvo minutos en  los últimos partidos.

De todas maneras, las lágrimas por el mal presente deportivo quedarán opacadas en el recuerdo por las que derramó ayer, en una tarde que jamás olvidará.

La goleada propinada a Roca, le dio un sabor especial a la despedida y logró matizar el flojo año del equipo.

En una realidad en la que los clubes zonales suelen cambiar sus planteles en cada temporada, la vigencia de Porra en el Rojo es un caso atípico para destacar.

La identificación de la gente con su figura hizo que siempre recibiera aliento y nunca insultos.

Muchos jóvenes de las inferiores del club intentarán seguir sus pasos aunque difícilmente puedan igualarlo. La vara de Lalo Porra quedó alta y su partido final tuvo los condimentos que su carrera merecía. El último gran ídolo de Independiente dijo adiós.


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