«El arte cinético no existe»

NEUQUEN (AN).- «El arte cinético no existe como clasificación», sentenció ayer Julio Le Parc, que precisamente es definido por los críticos de arte como el principal referente del cinetismo en el país y acaso en el mundo. En realidad, Le Parc comenzó su formación académica en la Mutualidad de Estudiantes de Bellas Artes y cuyas primeras obras se inscribían en el neocubismo y la «abstracción geométrica».

Mientras tanto, trabajaba como empleado municipal, de una librería y en el teatro independiente hasta que en 1958 ocurre un gran cambio, a partir del cual «empecé a disponer de 24 horas para mí y mi arte», del cual vive desde entonces.

En efecto, la obtención de una beca del Fondo Nacional de las Artes le permitió, con 30 años, radicarse en París, donde comenzó a experimentar con la dinamización de las superficies y el trabajo de la luz sobre las obras y los objetos. En esa ciudad tomó contacto con Francisco Sobrino, un español formado en la Argentina; Horacio García Rossi, también argentino y los franceses Joel Stein y Francois Morellet con quienes, entre otros, formó el Grupo de Búsqueda y Arte Visual, creado a los dos años de su residencia allí. Previamente, había recibido el influjo de Mondrian y los constructivistas y, en el plano nacional, de los integrantes de Arte Concreto-Invención -Alfredo Hlito, Tomás Maldonado y Ennio Iommi, entre otros-.

Consideró que su trabajo son experimentos e investigaciones sobre el movimiento y la luz, y que las denominaciones son «clasificaciones artificiales, expresiones artificiales» que no designan sino que «falsean» el trabajo del artista.


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