El Comahue embalsa agua para la generación eléctrica del invierno

Los caudales del Limay, Neuquén y Negro se encuentran en su mínima expresión. Los pronósticos marcan otro año de sequía.

Los ríos de la región del Comahue muestran desde hace algunas semanas una imagen atípica de bajos caudales a raíz de que en las represas ubicadas aguas arriba se está acopiando la mayor cantidad de agua posible para hacer frente a la demanda de generación eléctrica del invierno y el riego de la primavera.

“De momento tenemos un caudal de 400 metros cúbicos por segundo en el río Negro porque en el Limay la erogación en Arroyito está en 320 metros cúbicos por segundo y en el Neuquén en 80”, detalló el representante por Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag.

La baja en los caudales que habitualmente rondan los 600 metros cúbicos por segundo en el río Negro, se debe a que los pronósticos para el trimestre hidrológico que acaba de comenzar son malos. “Todo indica que estamos entrando al décimo tercer año seco consecutivo”, indicó Sapag y detalló que “los pronósticos coinciden en que es un año de Niña con pulsos antárticos o polares que son los que marcaron las nevadas de las últimas semanas, pero que en esencia es un año seco”.

La región sufre desde 2008 un marcado ciclo de bajas precipitaciones, en especial en las zonas en donde puede acopiarse el agua, pues en medio de esta sequía de 13 años se dieron dos inundaciones en la zona de la ciudad de Neuquén en donde el agua no encuentra ninguna presa.

Sapag explicó que “el pronóstico marca que será un año muy seco en la cuenca del Neuquén, un poco más medio en la del Collón Curá y casi tirando a un año medio en la cuenca del Limay lo cual es bueno para la generación eléctrica”.

En números

320
metros cúbicos por segundo está erogando Arroyito en el río Limay. En el Neuquén Chañar turbina 80 m3/s.


Es por esto que detalló que “de momento tenemos agua acumulada para poder dar respuesta ante necesidades de generación como esperamos que se den en el invierno cuando el gas se destina a los hogares y no a la generación”.

Pero advirtió que “somos una opción de respuesta rápida a la demanda pero no podemos mantener la demanda, para eso se necesitan otros recursos”.

Y explicó que “en el caso de la cuenca del Neuquén el agua que hay se va a ahorrar lo más que se pueda para la temporada de riego que comienza en agosto y de la que dependen 80.000 hectáreas productivas entre Neuquén y Río Negro”.


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