El día en que los elfos invadieron la Municipalidad

La Biblioteca Municipal Raúl Alfonsín recordó el 40 aniversario de la muerte de J.R.R. Tolkien con una jornada dedicada al escritor. “DeBariloche” estuvo en el lugar y conversó con humanos y elfos.

CULTURA

Claudio Andrade

candrade@rionegro.com.ar

J.R.R. Tolkien nunca estará sólo. Mientras haya humanidad alguien lo recordará como a un dios natural. Como a un genio capaz de crear lenguajes por sí solo. Como al verdadero señor de los anillos. Ayer durante todo el día se realizó una jornada dedicada al gran escritor fantástico organizado por la Biblioteca Municipal Dr. Raúl Alfonsín, en la sala de prensa de la Municipalidad.

Hubo charlas, lecturas y representaciones de parte del grupo de admiradores local denominado “La Cabaña del Juego Perdido” o también “Asociación Tolkien”. Eduardo Gabriel Ehlers, director de la biblioteca, fue el de la original idea de sumar a los fieles seguidores del escritor. El evento se realizó este jueves en coincidencia con el 40 aniversario de la muerte del escritor.

“Dentro de los 18 mil libros que tiene nuestra biblioteca hay un biblioteca Tolkien, quisimos recordar una obra con profundos valores humanos y para hacerlo nos pareció que debía haber gente que tuviera un especial afecto por los libros de Tolkien y que quisiera representar a los personajes, darles vida, así fue como llamamos a la asociación”, cuenta Ehlers a “DeBariloche”.

Desde muy temprano un elfo con su arco y sus flechas y un hombre de vestimenta medieval, aferrado a una enorme espada, esperaban ansiosos en la puerta de entrada del municipio a la audiencia local para compartir sus conocimientos. A lo largo del día los más pequeños pudieron asistir a lecturas de fragmentos de las novelas de Tolkien y más tarde los miembros de la asociación se dedicaron a relatar sus propias aventuras que encuentran un punto de partida en la literatura del escritor nacido en Bloemfontein.

En un descanso entre una cosa y otra este heterogéneo grupo de personajes se alimentaba con sándwiches de miga y gaseosa. Uno de ellos hacía salud con un auténtico cuerno de vaca. “En este momento somos unos 20 miembros pero han pasado por la asociación más de 300 personas, muchas vienen y van cuando hay eventos o charlas”, explicó Andrés Nikolic, de profesión analista en control de calidad de software.

Los segundos sábados de cada mes los integrantes de la “Cabaña del Juego Perdido” se reúnen en un café o en un librería y debaten acerca de los infinitos tópicos que abarca la escritura de Tolkien.

“A medida que pasa el tiempo los que hemos crecido y madurado leyendo a Tolkien fuimos tendiendo lazos. Hoy el grupo se proyecta en otras actividades como juegos de rol, charlas, encuentros medievales. Somos parte de una red”, explica Mat Capa Verde o simplemente Mat para los amigos. Visto así, con su abrigo verde, su sombrero en punta, su corte de pelo punk y su arco y sus flechas listos para ser lanzados al aire uno no podría afirmar que Mat haya crecido y madurado alguna vez. Lo que sí es seguro, es que sigue divirtiéndose como un pibe.

Como parte de las jornadas se exponían una buena cantidad de armas y escudos adquiridos o construidos en la zona. Nikolic es el armero de la logia pero el que lleva sobre si una pesada malla artesanal “made in Bariloche” de 15 kilos que puede repeler el ataque de una espada es Miyen Capo, técnico de la Comisión de Energía Atómica que trabaja en la planta de Pilcaniyeu. “Después de un rato te acostumbrás a usarla y no la sentís. Otra cosa es cuando para un juego de rol te tenés que poner todo el equipo que pesa 40 kilos”, explica Capo que no hizo demostraciones bélicas en esta ocasión. “El entramado no te protege de armas punzantes, para hacerlo se enlazaron alambres uno por uno”, explica Nicolas Van Oost, licenciado en publicidad.

Mat dice que una cosa lleva a la otra. En cierta ocasión él iba por la calle y vio a “un tipo con una runa tatuada en el brazo”. Era Nikolic y se hicieron amigos. Nikolic a su vez conoció a su mujer en un encuentro de fanáticos de Tolkien. Los demás no están casados pero si alguna vez lo hacen será con una mujer vestida de elfo. En la Posada del Dragón Verde (qué les pasa a estos muchachos con ese color?) o, en otras palabras, la casa de Nikolic se encuentra ubicada la armería que es también el informal centro de reuniones “tolkianas”.

“Ella es, la que más sabe, la que habla élfico”, dicen a coro los muchachos cuando llega un poco atrasada Karim Ogando, física del Instituto Balseiro. Ogando efectivamente habla en idiomas fantásticos. Karim sonríe con humildad pero de paso recuerda la anécdotas relacionadas con las traducciones al castellano de los libros Tolkien. Esta chica si que sabe.

Las travesías de guerreros no terminan aquí. El sábado Nikolic y Mat se marchan hacia las Tierras Altas del Alto Valle de Neuquén a otro encuentro dedicado a J.R.R Tolkien y el 21 de este mes se dirigirán todos, armados y vestidos hasta los dientes, a una gesta medieval en Lago Pueblo. ¡Salud Galdalf!

DeBariloche


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