El doctor Delupi cuenta como logró recuperarse de un sobrepeso cambiando su dieta

El doctor Delupi es referente por su experiencia: logró recuperarse de un sobrepeso al cambiar sus hábitos.

ALIMENTACIÓN CONSCIENTE

“Que tu medicina sea tu alimento, que tu alimento sea tu medicina”, es el juramento hipocrático que los médicos hacen y que, como asegura el doctor Luis María Delupi, después muchos de ellos lo olvidan. Al médico generalista le pasó. Le llevó años de su vida y mucho malestar volver a recobrar el rumbo que, confiesa, había perdido.

Delupi se recibió en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Plata y llegó a Neuquén a hacer su residencia de medicina generalista. Trabajó en Picún Leufú más de dos años y ocho años más en el Hospital de Centenario siempre en el sistema público de salud.

De a poco dejó los consultorios para dedicarse exclusivamente a la fundación que el creó, “Mi comida me sana”. Hoy es un referente nacional sobre alimentación consciente y depuración corporal.

–¿Qué fue lo que te llevó a cambiar tus hábitos alimenticios?

–Muchas veces la profesión médica termina siendo una de las más insalubres porque vas de una guardia a la otra, no te alimentás bien, no dormís bien y vivís siempre a las apuradas. Te das cuenta de que hacés todo lo contrario a lo saludable, terminás maltratándote a vos y a los demás. ¿El costo? La obesidad. Terminé con un sobrepeso de 25 kilos, colesterol alto y pastillas para la gastritis, para dos hernias de disco que tenía y todo eso a los 38 años. Me di cuenta cómo concebía a la salud, creía que las cosas tenían solución con una cosa que se llama “pastillita”, pero no funcionaba. Y toqué fondo. Cuando todas las cosas bonitas (el auto, la casa, las vacaciones) dejan de tener valor, hacés un quiebre y empezás a replantearte cómo resolvés la situación.

–¿Cómo comenzó el cambio?

–Empecé a acudir a otras medicinas: fui a un médico chino, hice acupuntura y me empecé a interesar por la alimentación naturista. Me encontré con herramientas básicas que no habíamos aprendido en la facultad y me empezó a caer la ficha. Me interioricé mucho, estudié mucho más y comencé toda una faceta nueva. Mi alimentación era totalmente antinatural, desvitalizada y vi que no estaba manteniendo mi cuerpo ni le hacía la limpieza a mis órganos. Lo primero que hice fue incorporar alimentación fisiológica, aquella a la que mi cuerpo estaba preparado, fue un cambio gradual, persistente y tomé las riendas.

–El costo fue la obesidad. ¿Cómo se alimenta el neuquino?

–El índice en Neuquén en cuanto a la obesidad es el mismo que en toda Argentina, el 50%. Estamos gordos desnutridos porque comemos muchas calorías vacías, que son aquellas que no están acompañadas de nutrientes. Tu cuerpo tiene cada vez más hambre y comes más porque te faltan nutrientes si lo que comes es chatarra. Entre las primeras causas de mortalidad hoy está el cáncer, la diabetes, hipertensión, ACV, infarto al miocardio y todo relacionado a la alimentación inadecuada. Después está la actividad física regular, el buen descanso, el ocio, un montón de otras cuestiones pero esta es la que más desatendida tenemos.

–¿Cómo sé qué es comer sano?

–Comer sano trata de mostrarte cuáles son los alimentos que le dan vida y sabor a tu plato. Hoy comemos alimentos que están desnaturalizados, sacados del contexto de cómo la naturaleza te lo provee. Tenemos que pararnos y mirar qué hace la naturaleza, si planto una semilla de manzanas y la riego va a salir una planta con manzanas y la voy a poder comer pero si entierro una papa frita y la riego no va a salir nada, ahí te das cuenta cuál es el alimento natural y fisiológico que tu cuerpo necesita. Una vez vi en un diario una nota que hablaba de los nuevos índices de mortalidad en Río Negro, “Cáncer pasó a ser la primer causa de muerte” y del otro lado “productores del Alto Valle tiran la fruta por falta de precio”. Ahí tenés la respuesta: ignorancia, porque una es la respuesta de la otra.

–Está el mito que dice que la alimentación consciente es más cara, sectaria y que no la podés seguir en cualquier parte del mundo.

–Primero hay que entender que la alimentación consciente apunta a consumir productos locales y de temporada, no el tomate que viene de Salta, la palta de Chile o la banana de Ecuador. Si vivís en Neuquén tendrás un tipo de alimentación pero para el que vive en Zapala será otra y así, porque tenés que adecuarte a lo que te provee el lugar. Por otro lado nada tiene que ver con la clase socioeconómica porque al que le cae la ficha se da cuenta de que gasta mucho menos que antes, es más barata. Al principio jugás a dos puntas porque te comprás las almendras pero te querés comer el lomo y así todos los días, pero cuando entendés que todo eso no tiene nada que ver con tu fisiología y empezás a incorporar los alimentos a la alacena, comprendés que estos alimentos son más económicos que aquellos.


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