El habitus militante saltó con Chihuido

Un funcionario de segunda línea del gobierno nacional se reunió con representantes diplomáticos de Alemania y, sin los anticuerpos de las formas, les dio en formato de mala noticia que Mauricio Macri no iba a avanzar con la construcción de la represa Chihuido. Los diplomáticos que pensaban que estaba todo bien y que, a lo sumo, los habían convocado para ponerle fecha a la firma del contrato… quedaron sin palabras.

Cuando trascendió este encuentro, se armó la “cosa golda” como decía Oaky, el personaje de García Ferré. El ministerio político de Macri, en manos de Rogelio Frigerio, salió a hacer aclaraciones, a relativizar que fuera una condición del FMI, a decir que si bien la garantía estaba en el presupuesto actual se podía usar para otra inversión y que todavía no se había resuelto si iba a estar o no en el presupuesto del 2019, que al gobierno le interesa la obra, etc.

Después de los rusos y los chinos, los alemanes era la tercera opción que tenía este sueño neuquino que se ideó hace 40 años. A Omar Gutiérrez le cayó justo el día que iba a terreno adverso, compartir un palco con Soledad Martínez en el aniversario de Zapala, ciudad que espera su despegue económico.

El historiador Fernando Aiziczon toma el concepto habitus de Pierre Bourdieu para explicar la conformación y continuidad de las protestas en la sociedad neuquina.

Habla de identificar al oponente como un ejercicio militante para obtener identidad y legitimidad en los actos. Se construye un “nosotros” en torno a prácticas que fortalecen una identidad contestataria, según Aiziczon.

La explicación en la sociología política que ensayó el historiador de la Universidad Nacional de Córdoba y becario del Conicet se observó con claridad cuando se comenzó a destruir el sueño de la megaobra que iba a cambiar el futuro del postergado centro de la provincia. Es decir, no es cualquier obra.

Después del primer impacto y de haber tomado un té de hierbas para digerirlo, el gobierno de Omar Gutiérrez regurgitó los hechos en el papel de víctima. Es que después de tres años logró que el tema estuviera en la agenda nacional, por un lado, y por el otro que la tensión con un país del Grupo de los 20 como es Alemania, sin previa anestesia, no le significara gratuidad al gobierno nacional.

El habitus militante surgió como el verde con los primeros calores de agosto. Uno de los primeros que dijo esta boca es mía fue el vicegobernador Rolando Figueroa, al que le vino como anillo al dedo para su crítica a la política económica nacional. En paralelo el Justicialismo sacó chapa de defensores de las obras y utilizaron su poder de fuego para convocar a Frigerio al Congreso.

Un poco tarde, pero cumplidor, el bloque del MPN emitió una declaración de principios en la que dijo: “Chihuido no impone límites ideológicos ni construye fronteras geográficas; no genera adversarios políticos ni fija posiciones contrapuestas. Chihuido es una obra que nos une como neuquinos pero también como argentinos”. ¿Fue un mensaje interno o externo? Vaya a saber.

La última versión del asunto que brindó Interior habla de que, en realidad, falló la agencia italiana que financia exportaciones, que iba a poner una parte, menor, de los fondos, y no cumplió con su parte burocrática.

Y como si el habitus militante fuera poco, entró sin pedir permiso el intendente Horacio Quiroga, quien no logra que su prédica contra el desmadre de dinero provincial tenga éxito. Conocedor como pocos de la fibra que más le duele al gobierno, puso las dos palabras mágicas: Vaca Muerta. En concreto dijo que se podían utilizar los fondos extra que se reciben por la explotación de esta formación geológica para garantizar Chihuido.

Le tiraron con munición gruesa, lo tildaron de anti-Neuquén y de hablar burradas.

Entre las conclusiones de Aiziczon, dice que el MPN bloquea en forma sitemática a la oposición en el juego electoral, pero tiene dificultades para descomprimir la protesta y sus efectos y así genera un escenario para la acción colectiva. Esta puede ser interna o externa.

La paternidad de Chihuido fue puesta en tela de juicio después que el gobierno de Macri le cerrara la puerta a una oferta de un país del G20.

Hasta el MPN tuvo un cimbronazo interno con la medida nacional que el gobierno de Gutiérrez interpretó como positiva en cuanto a ser parte de la agenda.

Panorama de Neuquén

Datos

La paternidad de Chihuido fue puesta en tela de juicio después que el gobierno de Macri le cerrara la puerta a una oferta de un país del G20.
Hasta el MPN tuvo un cimbronazo interno con la medida nacional que el gobierno de Gutiérrez interpretó como positiva en cuanto a ser parte de la agenda.

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