El INTA IPAF, una gran herramienta para los agricultores familiares

Trabajan en conjunto ingenieros agrónomos con sociólogos en un plan para llevar soluciones prácticas a quienes elaboran el 50% de los alimentos que se consumen en la Patagonia.

 

 

 

La agricultura familiar es responsable de una gran parte de los alimentos sanos y frescos que integran nuestra vida diaria. Sus hacedores son productores pequeños, quienes aunque padecen dificultades económicas persisten. El Instituto de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar (IPAF) estudia y ejecuta acciones para protegerlos.

En uno de los ingresos a Plottier, por autovía Norte, se levanta un edificio moderno, sustentable, que tiene como bandera el logo del INTA. Sobre dos hectáreas hay un parque con tecnologías y equipos vinculados a recursos hídricos, energías renovables y mejoras del hábitat de la familia rural.

Cecilia Gittins es doctora en ciencias biológicas y está a cargo del Centro en estos días que Marcelo Pérez Centeno, el director, está de licencia. Cuenta que se mudaron al edificio en abril del año pasado y allí trabajan 18 personas de las cuales 15 son investigadores de INTA y Conicet.

“La agricultura familiar es el principal modo de producción del planeta y producen alrededor del 80% de los alimentos del mundo. En Patagonia un 50% o 60% de los sistemas productivos entran en agricultura familiar y son una fuente importante de producción de alimentos”, dijo Cecilia Gittins y aseguró que son alimentos que se consumen de forma inmediata, con comercialización directa en ferias o en la tranquera.

El agricultor familiar no se define por la cantidad de hectáreas, sino por la integración entre unidad productiva y familiar. Es la familia la que trabaja, aunque en cada región es particular.

La mayoría de los productores de esta zona son hortícolas, granjeros, frutícolas o de economía diversificada. No producen a gran escala, tiene sus propios materiales en lugares a veces inaccesibles, semillas adaptadas, con recurso genético propio y producciones más sanas, sustentables. A su vez, tienen mayor resiliencia al cambio climático.

“Muchas veces su objetivo no es económico, sino que trasciende otros aspectos, que tienen que ver con su historia. Por ejemplo, con las erupciones del volcán y las cenizas, los grandes ganaderos se retiraron y la agricultura familiar sigue ahí. Hay algo que hacen que se sostengan”, comentó Gittins.

“Ponemos en foco el estudio de los sistemas productivos desde la complejidad. O sea, no sólo lo productivo, sino otros aspectos de la vida del agricultor, por eso hay sociólogos, economistas, diseñadores industriales. Para ver las cosas y aportar soluciones”, dijo Cecilia Gittins, y aseguró que los mayores trabajos que deben sortear no son por el clima, ni las pestes, sino los marcos normativos, porque no están adaptados a pequeña escala.

 

 

“La construcción natural, el biogás y biofertilizante se pueden adaptar a las chacras de los agricultores, para facilitar su trabajo”.

Lucas Zanovello es diseñador industrial y trabaja para el INTA-IPAF.

“Con la ceniza los grandes ganaderos se retiraron y la agricultura familiar sigue ahí, hay algo que hace que se sostengan”.

Cecilia Gittins, doctora en Biología a cargo del INTA-IPAF de Plottier.

Datos

“La construcción natural, el biogás y biofertilizante se pueden adaptar a las chacras de los agricultores, para facilitar su trabajo”.
“Con la ceniza los grandes ganaderos se retiraron y la agricultura familiar sigue ahí, hay algo que hace que se sostengan”.

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