El juez Abelleira fue condenado a pagar una deuda particular

NEUQUEN (AN)- El juez Roberto Abelleira fue condenado ayer a pagar 13.062 pesos, más intereses y costas, por seis pagarés cuya firma había desconocido y con los cuales documentó una deuda particular.

El magistrado ya había depositado el año pasado esa suma, más 4.500 pesos para cubrir eventuales intereses, gastos y costas, cuando el año pasado le embargaron el sueldo. De todos modos, puede apelar ante una Cámara Civil. La causa se tramitó en el juzgado civil 13 de Cipolletti iniciada por el acreedor, Luis Martínez, con el patrocinio del abogado Daniel García. Abelleira firmó seis documentos de 2.177 dólares cada uno. Su estrategia defensista fue afirmar que los pagarés fueron adulterados «en todo o en sus partes sustanciales» ya que «la firma no le pertenece, y que si alguna de ellas le correspondiera, es porque le ha sido fraudulentamente sustraído y llenado a posteriori contra su voluntad».

El fallo al que accedió ayer «Río Negro» señala que «de las pruebas reunidas no emerge elemento alguno, ni siquiera a guisa de indicio, que pudiera afianzar la tesis relativa a una presunta adulteración material del contenido del título».

También cita la pericia caligráfica: «las seis firmas han sido emanadas de un mismo y único puño escritor (…), se corresponden con el puño escritor de Abelleira, es decir que le pertenecen». Afirma además que «por no observarse elementos ajenos al haber escritural de Abelleira, se descarta la posibilidad de una imitación ejercitada».

En la sentencia también se resolvió pesificar la deuda 1 a 1, más el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Al respecto, señala que por la ley de emergencia «las obligaciones no vinculadas al sistema financiero pactadas en dólares existentes al 6 de enero de 2002 han quedado pesificadas 1 a 1, procediendo además a calcular el CER sobre el monto a ejecutar».

Abelleira tiene además otra deuda con el Banco Provincia de Neuquén por más de 170.000 pesos que fue transferida a la cartera de incobrables.