¿El país que somos?


En una Argentina al borde del colapso sanitario por covid-19, con decenas de miles de contagiados y cientos de fallecidos diarios, donde oficialmente se admite que el panorama es gravísimo, que el magnánimo personal médico se encuentra desconsiderado y exhausto, que la saturación hospitalaria es más que inminente creciendo el desconcierto y daltonismo epidemiológico en expertos y en gobiernos; pues, en dicho contexto “de guerra vírica” la presidente del sector mayoritario de la oposición convocó a la insurrección para resistir las medidas generales de prevención y cuidado contenidas en el Decreto 235/2021 dictado no solo en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 99, incisos 1 y 3 de la Constitución Nacional, sino consensuadas con la propia oposición. Lamentablemente aún no hubo condena ni de su propio partido político, ni legislativa ni judicial dado el silencio u omisión del Ministerio Público Fiscal ante flagrancia semejante.

El alzamiento relacionado encuentra simetría en cada planteo o excusa de lawfare o democratización de la Justicia, desde la Corte Suprema de Justicia hasta el último tribunal inferior.

Relacionado a planteos o excusas de “lawfare”, asombra y enoja que el presidiario domiciliario VIP, Amado Boudou, sea autorizado a dar cátedra el próximo 3 de mayo en la UBA, precisamente sobre: “lawfare y fake news”, utilizando escandalosamente como ejemplo, su propio caso. (El ex vice presidente Amado Boudou, condenado a 5 años y 10 meses de prisión e inhabilitación por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública, dará una charla como invitado a un seminario optativo de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad de Buenos Aires ).

Mientras demasiados argentinos quedan sin trabajo, se contagian, se mueren, ciertos dirigentes políticos -habitantes de su distopía- sostienen pugnas feroces e inoportunas por el abordaje de la pandemia, por la presencialidad educativa, por las elecciones PASO, por el transporte público y, así, más de menos.

Mucho integrante de los tres poderes “sabe cuánto pesa un kilo, pero nunca lo ha cargado”, al menos cuando sigue negando, resistiendo y postergando, insolidariamente, un ecuánime e imprescindible ajuste político, legislativo y judicial ejemplarizador, largamente pendiente.

Los gobiernos ineficientes o corruptos pasan; el hambre queda creciendo sin parar. Somos un país, no-pobre, roto por una miseria imparable hija de enriquecimientos ilícitos (hospitales, vacunas, educación, comida y trabajo que faltan), de mentiras y privilegios, de impunidad y desigualdades; un país rico, atrapado en la pobreza e indigencia (42%) pero todo agravado por una pandemia infectada de miserables especulaciones políticas, legislativas y judiciales.

Sin alternativas, los emprendedores que aún respiran, se ven constreñidos a realizar malabares para tratar de reinventarse, reinsertarse y permanecer, de alguna manera, en el campo productivo de bienes y servicios, al menos durante las tres semanas de restricciones previstas, tardías e insuficientemente, por el Decreto 235/2021 entre los viernes 9 y 30 de abril.

Por su parte, el coronavirus ya paraliza también, por ejemplo, a la industria automotriz, parcial o totalmente, en alguna de sus líneas de producción o montaje por el alto contagio de sus operarios.

En alguna ciudad hay toques sanitarios (control de la circulación nocturna), en provincias hay restricciones en cuanto al modo y la cantidad de personas que pueden reunirse o los horarios de cierre de locales, en tanto en Formosa rigen además, con total desaprensión y “manu militari” los caprichos de su autocrático gobernador.

Finalmente si debemos privilegiar el derecho a la vida por encima de los intereses económicos, es momento de que quienes detentan el poder al disponer imprescindibles prevenciones y cuidados, compartan también los sacrificios del pueblo renunciando a sus privilegiadas condiciones, dietas o haberes y acompañando verosímilmente a desocupados, a subocupados y a emprendedores, como hacen otros países cuando en este impredecible trance vírico apoyan alimentaria, tributaria, tarifaria y financieramente a personas y a empresas.

* Docente e investigador. Experto en cooperativismo


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