El riesgo autoritario

La renuncia del presidente Carlos Mesa, «último eslabón de la democracia» en Bolivia, a merced de sindicatos y organizaciones civiles, hacía temer un quiebre institucional y presagia el retorno del autoritarismo en el país políticamente más inestable de Sudamérica, según analistas.

La renuncia del presidente desató el lunes una crisis política de imprevisibles consecuencias. Según los opositores de Mesa, se trata de un «chantaje'' y una maniobra para lograr el apoyo del Congreso y el de la población. Pero, en criterio de algunos políticos y analistas, se trata de una apuesta riesgosa, pues la votación en el Congreso será muy ajustada, con un resultado impredecible.

Si la renuncia no es aceptada, Mesa, según el defensor del Pueblo Waldo Albarracín y distintos analistas, tendría que buscar un acuerdo nacional que evite que su gobierno vuelva a atravesar las mismas contingencias.

Pero una eventual aceptación de la dimisión de Mesa en el Congreso «es el mejor caldo de cultivo para que prosperen como salvadoras opciones autoritarias», consideró el analista Alvaro García. Si se va Mesa, «va a seguir la conflictividad, va a seguir la movilización, el conflicto social», presagió. Al mismo tiempo, sobre la posibilidad de que asuma el presidente del Congreso, el socialdemócrata Hormando Vaca Diez, sostuvo que éste enfrenta la resistencia de indígenas, campesinos y el partido del líder cocalero Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo, la principal fuerza política boliviana. La asunción de Vaca Diez, que parece gozar en cambio del apoyo de sectores tradicionales de la política criolla y, principalmente, del empresariado de Santa Cruz, la región más pujante del país «lo que haría es polarizar más el escenario» político y social, dijo.

En la misma corriente, el profesor universitario Marcelo Varnoux temió «una salida autoritaria dado el cuadro de polarización» que vive el país. El presidente de la independiente Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia, Sacha Llorenti, advirtió por su parte: «Existe la posibilidad de una crisis política (aún) más grave, de que tengamos dos o tres presidentes en poco tiempo».

De acuerdo con la carta constitucional, la salida de Mesa abriría la sucesión constitucional para el presidente del Congreso y también de la Cámara de Senadores, Vaca Diez. Versiones de prensa indican que Vaca Díez no aceptaría la presidencia, por lo que ella tendría que pasar al presidente de la Cámara de Diputados, Mario Cossío del MNR, y si este no acepta, al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez. Otra posibilidad es adelantar las elecciones .

Mesa «es el último eslabón de la cadena democrática», advirtió ayer el senador trotskysta, Filemón Escobar, cercano al gobernante.

(AFP/AP)

Nota asociada: BOLIVIA EN CRISIS: Crece apoyo a un acuerdo nacional en favor de Mesa: el Congreso define hoy su suerte

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