El riesgo de ACV no es solo una amenaza para los mayores

El accidente cerebrovascular duplica su incidencia después de los 55 años pero chicos y más jóvenes pueden sufrirlo. La rapidez en la consulta es vital.

La ocurrencia de un accidente cerebrovascular (ACV) en personas jóvenes o de menos de 50 años no es un hecho tan inusual, aunque sí es verdad que en las de más de 55 años la incidencia se duplica, lo que hace pensar erróneamente que es una enfermedad privativa de los adultos mayores. Esto es así, dicen los especialistas, porque un ACV puede deberse a diferentes causas, algunas incluso de nacimiento.

La consternación que provocó en la región el reciente fallecimiento del concejal viedmense Walter Dalinger, de solo 35 años, actualizó el interés en el tema. El edil y presidente de la bancada de Juntos Somos Río Negro (JSRN) sufrió un derrame el sábado 30 de octubre y murió el lunes 2 de noviembre en la ciudad de Neuquén, adonde había sido llevado para su atención.

Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, sea a causa de un coágulo o trombo, en cuyo caso se denomina “isquémico”, o por la rotura de un vaso, y es entonces “hemorrágico”.

Hace pocos días, con motivo del Día mundial de la lucha contra el accidente cerebrovascular, Río Negro entrevistó al especialista argentino Pedro Lylyk, una autoridad mundial en la materia.

Por un lado indicó que la pandemia ha impactado muy mal en los casos de ACV porque al igual que sucede con los pacientes cardíacos, las personas tardan en acudir a la consulta por miedo al contagio o las restricciones.

“En neurología eso es terrible porque en el ACV -decía Lylyk- por cada minuto que uno se demora en llegar, se pierden dos millones de neuronas para un aproximado de 120 millones que tenemos”.

El papel del estrés

Por otro lado como factor coadyuvante está el estrés sostenido que sufren las personas tras las prolongadas restricciones y dificultades económicas a consecuencia del coronavirus.

P- ¿El estrés así, como se está viviendo ahora, puede provocar un ACV? se le consultó a Lylyk.
R-
Es difícl que el estrés por sí mismo lo cause, pero actúa como un disparador sobre los factores de riesgo, que son los comunes que tenemos con el infarto: sobre todo la hipertensión arterial. Imagínese si usted está en un estado de estrés permanente durante siete meses, su presión va a ir paulatinamente subiendo, aumentan la cantidad de hormonas; esto hace que estos factores de riesgo estén en un límite extremadamente superior y esto ayuda a desencadenar claramente un ACV.

La asociación con el covid

Por último otro aspecto es la relación entre la infección de coronavirus y el accidente cerebrovascular. Otra vez la pandemia de coronavirus juega su papel, agravando las consecuencias de esta emergencia médica (el ACV) que es a nivel mundial la segunda causa de muerte en personas mayores y la primera de discapacidades, según la OMS.

“El ACV se ve en chicos, también en mayores -expresó Lylyk- y duplica su incidencia más allá de los 50 años. Lo que vimos con el covid es la ocurrencia de ACV como consecuencia de los coágulos que aparecen por la inflamación pulmonar y una incidencia mayor en los jóvenes. Los primeros informes se publicaron en Nueva York en marzo, en 5 enfermos, cuatro eran jóvenes menores de 50 años y todos tuvieron una evolución muy mala porque los coágulos eran muy importantes y ahí se comenzó a entender que no solamente se afectaba el árbol respiratorio sino que había también coágulos y esos afectaban el cerebro, los pulmones y el corazón. Por el estado de inflamación se forma muy fácil el trombo y si ese trombo va al cerebro es un problema muy importante”.


Los principales son:

La hipertensión arterial
• La diabetes
• El colesterol elevado
• El tabaquismo
• El sedentarismo
• La obesidad
• El alcoholismo


• Entumecimiento o debilidad repentina en la cara, los brazos o las piernas.

• Confusión o dificultad repentina para hablar o entender a los otros.

• Dificultad repentina para ver con un ojo o con los dos.

• Dificultad repentina para caminar, mareo o pérdida del equilibrio o la coordinación.

• Dolor de cabeza fuerte y repentino sin motivo aparente.


• Hacer actividad física, sin necesidad de grandes despliegues gimnásticos. Desde caminar de forma continua (por lo menos 4 veces por semana, 40 minutos) hasta realizar alguna actividad física más exigente.

• Disminuir el consumo de sal y aumentar la ingesta de comidas con alto contenido de potasio y fibras (frutos secos, vegetales y frutas entre otros).

• No fumar.

• Mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre si hay diabetes.

• Controlar el sobrepeso y la obesidad. Algo importante a tener en cuenta, además del Índice de Masa Corporal, es cómo se distribuye la grasa excesiva en el cuerpo. Los hombres que poseen una circunferencia de cintura mayor a 102 centímetros, y las mujeres con una circunferencia de cintura mayor a 88 centímetros están clasificados como obesos abdominales.


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