El sistema de salud de Chile resiste como puede ante el coronavirus

Chile acumula más contagios que países como España y Alemania, que fueron en su momento algunos de los más afectados por el coronavirus. En este contexto, el sistema de salud del vecino país está al límite e intenta resistir.

“Hace seis semanas o cuatro, la verdad que pensamos que no íbamos a resistir, pero (…) ha sido un equipo muy entregado, que ha permitido que no colapsemos”, explica Gisella Castiglione, directora del hospital Barros Luco, de Santiago, el segundo más grande del país.
Chile ha sufrido más de 5.000 muertes y supera los 263.000 contagiados según los números oficiales. Se trata de uno de los focos principales del virus en la región.

Más allá del escenario negativo, el ministro de Salud, Enrique Paris, dijo que esta semana hubo una “leve mejoría” con una reducción de 14% de positivos en los últimos siete días.
Paris admitió que la trazabilidad de casos ha sido menor a la esperada, principalmente en Santiago y sus alrededores, foco del virus en el país y con casi 8 millones de personas en cuarentena desde hace cinco semanas, además de toque de queda nocturno y suspensión de clases a nivel nacional.

Santiago y Valparaíso son las regiones con más casos, en el país de casi 18 millones de habitantes. Más de la mitad de la población de Chile se encuentra en cuarentena, pero las autoridades afirman que la falta de adhesión de la población favoreció la expansión del virus.
En marzo, el gobierno de Sebastián Piñera optó por una cuarentena selectiva con varias concesiones, sobre todo en permisos para empresas “esenciales”, que ha sido tan amplio para permitir que decenas de miles de trabajadores se movilicen. Eso potenció la circulación del virus.

En los últimos días, autoridades policiales descubrieron una guardería de niños operando para los trabajadores de Fruna, una fábrica de dulces, helados y galletas, donde sus dirigentes sindicales llevan semanas denunciando la muerte de al menos siete trabajadores por coronavirus.
Según empleados, la fábrica conseguía permisos falsos para seguir su producción bajo amenazas a los trabajadores de que serían despedidos si faltaban.

Por ahora, el sistema de salud chileno (cuya mayor parte del sector es del ámbito privado) aguanta los embates del coronavirus en medio del invierno, momento en el que la covid-19 es más propensa a diseminarse.
El gobierno espera que sus políticas se reflejen en una merma de los contagios para salir paulatinamente de la situación y que la estructura sanitaria no colapse.

La principal productora de cobre del mundo frenó su actividad

La empresa CODELCO es la mayor productora mundial de cobre. El jueves anunció el cierre de las áreas de fundición y refinería en una de sus grandes minas del norte del país tras la muerte de tres trabajadores por covid-19.

Chile produjo un millón 700 mil toneladas de cobre refinado en 2019, de los cuales la mina que detendrá parcialmente su producción, Chuquicamata, aportó 385.000.

“Esta nueva medida es de carácter transitoria y tiene como objetivo reducir la exposición en las áreas, y reforzar los esfuerzos y controles preventivos de seguridad y salud de las personas en la división’’, señaló la empresa, la cual entrega el producto de sus ventas al Estado.
La compañía agregó que focalizará los esfuerzos productivos en la mina y la concentradora, donde se procesan las rocas para extraerles el mineral, además de señalar que la paralización del yacimiento es temporal. Mientras tanto, en la región están aumentando los contagios.
Desde marzo, CODELCO, que ha mantenido su producción pese a la pandemia, limitó la asistencia de sus operarios a los que residen en la cercana ciudad de Calama, tras comprobarse que miles de personas de las minas del norte se aglomeraban en el aeropuerto local.