Eligen construir sus casas en contenedores de barcos

En Viedma esta tendencia es opción para algunos. Sostienen que el sistema suma rapidez en la construcción que se puede innovar en cuanto a diseño y que son más económicas.

Tony Petrocelli fue una célebre serie televisiva norteamericana de la década del ‘70 en la que un abogado había elegido pasar su vida ocupando una casilla rodante con su familia. Y en Viedma, hay similitudes. Con una ligera diferencia arquitectónica hay personas que eligen hacer sus casas con contenedores de barcos.

El interés por el uso de esos voluminosos depósitos náuticos como espacios de vida comenzó en Viedma con Gastón Renda, un arquitecto pionero que buscó una mayor eficiencia en los tiempos de armado y desarme para los obradores que realizaba en cada contrato constructivo que le aparecía.

Fue así que primero equipó uno con oficina y depósito y luego lo trasladó por varios obradores. Ese modelo, mostró la fidelidad de los materiales y 10 años después sigue cumpliendo su función en las obras que toma.

Casa realizada con 2 containers. Foto: Marcelo Ochoa

Luego decidieron instalar uno de esos módulos en el vestuario de un club. La idea era que sirvan para ese fin, de manera temporaria, ya que en un futuro se planteaba la construcción de los vestuarios  definitivos abajo de una tribuna.

Este verdadero vagón, denominado HC 40’ todavía alberga los vestuarios de árbitros, local y visitante, y por los buenos resultados, en el futuro será relocalizado dentro del mismo predio del club, lo que lo convierte -según quienes defiende la iniciativa- en una inversión muy razonable y conveniente.

Desarrollando cada vez más el sistema se presentó la posibilidad de realizar la primera casa en Viedma. Para ello, se emplearon dos containers en la construcción de la casa de la familia Sánchez, de 95 metros cuadrados, y que se habilitó en diciembre de 2017.

“Lejos está de ser una obra de arte, pero crear, diseñar y resolver tiene similitud con realizar una pintura o escultura”.

Gastón Renda, Arquitecto

Según los Sánchez querían tener la casa propia, en un barrio alejado del centro. Por eso comenzaron a estudiar opciones, hasta que apareció la idea de hacerla en un container.

Para Martín Sánchez “es como vivir en cualquier otra casa” y sólo “cambia la fachada, porque tiene todos los servicios, la única diferencia es que se nota que es un sistema de construcción en seco”, dijo.

Recuerda que “nos sugirieron el tema y como a nosotros, todo lo que está por fuera del sistema nos atrapa, empezamos a chusmear. La idea nos encantó sobre todo por atrevernos a algo desconocido, por un lado, y luego por los costos (menores) a una edificación tradicional”.

Foto: Marcelo Ochoa

A su criterio, gastaron un 40% menos y la idea enamoró hasta a los niños, “mi hija nota que es algo distinto al resto, pero está bien adaptada porque en el interior, es una casa tradicional con tres dormitorios, cocina, comedor integrado y lavadero.

Con la lluvia -apunta- que tampoco tienen problemas porque “el contenedor está unido por un techo que hace como cámara de aire, está aislado por todos lados, y en una precipitación es como una casa de chapa”.

Una vivienda más

Atrapado por las infinitas posibilidades que tiene este modelo constructivo, Renda concretó la segunda vivienda y en este caso decidió hacerla para él. Dentro de un proyecto de 93 metros cuadrados que se ejecutó en dos etapas. El primer módulo de 32 metros cuadrados, lo hicieron en tan solo en 40 días de obra y con dos operarios.

Construir sobre un contenedor marítimo requiere informarse adecuadamente previo a la decisión de hacerlo ya que como toda elección, tiene puntos a favor y en contra, y por tratarse de algo no tradicional se necesita  asesoramiento.

Renda explica que “para conocer los costos se debe saber que al valor del contenedor hay que adosarle el del traslado y la descarga, que dependiendo de la localización son dos puntos que pueden llegar a ser muy influyentes en el costo total”.

Pero teniendo en cuenta que el puerto de Buenos Aires es el único lugar que asegura conseguir contenedores de 12 metros, la inversión para Viedma en la actualidad, puede rondar los 3.000 dólares por módulo. A ello, hay que sumarle 40.000 pesos de flete y otros 10.000 para descargarlo.

Existen medidas y tipos diferentes de contenedores y éste es otro punto de importancia a tener en cuenta en busca de la mejor elección. Analizando algunos aspectos favorables se menciona la rapidez, el costo del contenedor, la construcción en seco para los tabiques interiores.

“Es una vivienda que no pasa inadvertida y eso le gusta. Que genere opinión y crítica en la gente lo considera bueno, que haga observar y pensar para opinar sin preconceptos ni prejuicios”, dijo Gastón Renda ante su propia casa y orguloso de lo que logró.

El Dato

40%
menos, dice Martín Sánchez que le salió construír la casa en un container.

“El proyecto es un loco pero construí un verdadero hogar”

La casa de Renda está ubicada en el Club de Campo “Los Sauces” y el arquitecto entró en el confesionario para expresar qué es lo que siente.

“Tengo una cantidad infinita de sensaciones y experiencias vividas durante el proyecto y su realización. Fue algo muy divertido y entretenido, que disfruté mucho, es como cuando de chico pasaba las tardes enteras construyendo con los ladrillitos (Rasti), por lo tanto, la velocidad y el ritmo vertiginoso de avance en la construcción es atrapante y adictivo”, contó Renda.

Testifica que el diseño “fluyó”, incluso una vez iniciada la obra, “las imágenes de cada rinconcito o espacio determinado se aparecían una tras otra todo el tiempo, todo se iba resolviendo armoniosamente en el momento justo.

“El proyecto es un poco loco pero estoy convencido de haber construido un verdadero hogar, distinto y único como uno mismo. Feliz por la elección y el resultado muy agradecido con quienes colaboraron en la obra y en mi nueva etapa, sobre todo a mis hijos, Luz y Nicolás, que rápidamente la sintieron propia”; concluye.

Ventajas para los que se la juegan por este sistema

Este sistema de construcción, según Renda, tiene posibilidades de combinación en cuanto al diseño, y para ampliarlos se lleva bien con cualquier tipo de tecnología como la construcción en seco, la tradicional u otras más innovadoras, como los ladrillos plásticos tipo Easy Brick. Se pueden terminar los espacios sin dejar indicios del contenedor si se lo desea ocultar.

Al no utilizar materiales de obra convencionales, las tareas se tornan muy llevaderas, rápidas e interesantes para los que les gusta innovar. Si, además tienen habilidades manuales o conocimientos técnicos y algo de tiempo, ésto también permite bajar los costos.

Sumando el costo del módulo contenedor, flete y descarga da un total muy inferior a la suma de los ítems utilizados en una construcción  tradicional, e incluso de viviendas prefabricadas o industrializadas. Claro está que para el resto de los rubros, los costos son los mismos que para cualquier sistema constructivo.

 En cuanto a los tiempos, el arquitecto asegura que en un abrir y cerrar de ojos, el contenedor está instalado y resuelto parcial o totalmente.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios