Ella ahora también está en campaña

Cristina Kirchner entró a la campaña. Fue el viernes en el Hotel Provincial de Mar del Plata, a donde llevó su libro “Sinceramente” en compañía de un escritor simpatizante y también exégeta de la expresidenta. Si la puesta fue la habitual, exitosamente probada en Buenos Aires y otras ciudades del país, lo que pareció cambiar fue el discurso.

La senadora no dejó de contar algunas de sus anécdotas, pero sobre todo enfocó en la gobernadora María Eugenia Vidal sin sutilezas ni enmascaramientos, como otras veces. Descalificó sus interpretaciones acerca del crecimiento de la desocupación y reclamó un gobernador con conocimiento de economía para la provincia. Miraba en la primera fila el exministro Axel Kicillof, su candidato a reemplazarla.

Cristina suele hablarles a los suyos en estos eventos literarios. Ha empezado a ampliar ese auditorio. El viernes apeló a la “sensatez de los argentinos y las argentinas” que han votado a Macri, a que reconozcan su error frente a los resultados de su gestión.

A los productores agropecuarios, “que hoy cobran en pesos y tienen sus insumos en dólares” y “a la clase media, que en una época podía ahorrar el dólares”. Contó que en una cena reciente le preguntó a un empresario de una multinacional de la alimentación por qué motivo seguían apoyando a este gobierno “cuando con nosotros se cansaron de ganar plata”. También desmintió las acusaciones de “soviético” que le soltaron a Kicillof y dijo que durante su gestión los supermercados “rebosaban de mercaderías de primeras marcas”, en un tipo de exaltación del consumo.

Son búsquedas más allá de la frontera del voto propio, de las lealtades y de los fervores de la militancia, que van por los desencantados que sembró Macri, sectores que acompañaron su mensaje de cambio y dieron la espalda al kirchnerismo hace cuatro años. Y sin los cuales el peronismo nunca podría haber gobernado la Argentina. Es lo mismo que explica el paso al costado de la expresidenta y la delegación de la candidatura en Alberto Fernández.

El recurso del libro y sus presentaciones es el gran acierto de Cristina Kirchner. En esos escenarios amigables parece estar recuperando discretamente la centralidad, con un discurso moderado pero confrontador. El camino aún es largo y ella es la única candidata que no muestra estrés de campaña. Se la ve más resuelta que Fernández, expuesto al roce y quien concentra todas las contradicciones del Frente de Todos.

El recurso del libro es el gran acierto de Cristina Kirchner. En esos escenarios amigables parece estar recuperando discretamente la centralidad.

El exjefe de Gabinete también tropieza con cierto amateurismo en su papel de candidato (su único antecedente fue el lejano 2000, cuando compitió por un lugar en la legislatura porteña junto a Domingo Cavallo para jefe de Gobierno). Un déficit que contrasta con el hiperprofesionalismo de campaña de Juntos por el Cambio. Algunos desaciertos de Fernández en el intercambio público con la prensa también se explican allí.

A Macri se le ha escuchado decir que Fernández es incluso un mal operador político. Parece mucho. Pero el presidente le atribuye la caída en la Ciudad de Aníbal Ibarra, un aliado del kirchnerismo destituido por la tragedia de Cromañón.

Se la ve más resuelta que Fernández, quien concentra todas las contradicciones. El exjefe de Gabinete también tropieza con cierto amateurismo en su rol de candidato.

Macri dice que Fernández impulsó en el 2005 el salto al kirchnerismo de Eduardo Lorenzo Borocotó, diputado electo por el macrismo; ante el escándalo, aquel médico cuyo nombre designa hoy en la Argentina al transfuguismo político, acompañó en la Legislatura porteña, que todavía integraba, el voto en favor del juicio a Ibarra. Hay viejos rencores en la relación entre estos dos hombres que pelean por la presidencia.

Las encuestas coinciden en que la brecha se achicó. Algunas hablan de un empate y otras dicen que la intención de voto trepa al 42%, cerca del 45% que definiría la elección en primera vuelta, producto de la polarización entre las dos fórmulas. En estas horas se conocerán nuevos sondeos.

Junto con la novedad de la foto con Adolfo Rodríguez Saá, Macri ha vuelto a recibir un contundente respaldo del gobierno de Estados Unidos en el contexto del aniversario de la tragedia de la AMIA. Un nuevo, triste recordatorio de las enormes deudas que arrastra la Argentina.