«En obesidad, cada kilo menos cuenta como beneficio»

La médica clínica y especialista en diabetes, Adriana Rodríguez, explica por qué la obesidad y el coronavirus se llevan tan mal y da una fuerte motivación para perder peso.

El primer mito a derribar que enfrentan las personas obesas o con un notorio sobrepeso es que sólo la pérdida de una enorme cantidad de kilos los hará vivir mejor y más saludables.

“Cada kilo menos cuenta como beneficio”, no se cansa de repetir la médica internista y diabetóloga Adriana Rodríguez, quien a su vez se ha ocupado de pacientes con covid-19 en una clínica de Roca desde el comienzo de la pandemia.

Porque sí está claro que “obesidad y coronavirus se llevan muy mal” -dice la profesional- y esa certidumbre ha ido cobrando más fuerza con el correr de los meses.

Hay razones de orden orgánico y otras de índole práctica. “La obesidad hace que al aumentar el abdomen su diámetro, el diafragma se eleve; eso dificulta aún más la respiración a un pulmón que está afectado por el coronavirus”, explica Rodríguez.

En algunos pacientes, la obesidad dificulta poner las vías periféricas como el suero; o la maniobra de “pronación”, que consiste en ponerlo boca abajo para airear mejor ciertas áreas del pulmón taponadas por mucosidades. También otro tipo de estudios y tratamientos, como la colocación misma del respirador o la realización de tomografías, pueden ser más complejos.

“Imagínese que esa maniobra de dar vuelta a un paciente de 70 kilos en comparación a uno de 120 kilos, es más complejo todo. Entonces no es que solo al paciente con coronavirus le va peor porque el covid pareciera afectarlo más, sino que además se complica todo lo que es el manejo adentro de la institución” refiere la especialista.

La mortalidad es mayor sin dudas en pacientes obesos, la necesidad de terapia intensiva y la chance de ir a respiradores también es mayor”.

Adriana Rodríguez, internista y diabetóloga.

Y un dato llamativo que aporta: “No hemos tenido prácticamente personas delgadas en terapia intensiva por covid; lo hablábamos con el director de la clínica” comenta la médica antes de aclarar que es una muestra reducida y habría que ver cómo fue en el hospital y el sanatorio.

P- ¿En los pacientes que han fallecido, en el universo que ustedes han visto, hay más obesos?
R– Sí, y sobre todo con obesidades importantes, no de unos 5 o 6 kilos. Cuanto más obesa es la persona, más chance de fallecer por coronavirus tiene.

Es un problema serio, dice, que “la sociedad e incluso el personal de la salud, no siempre censamos que la obesidad es en sí misma una enfermedad y que viene siempre con sus hermanos: diabetes, hígado graso, cintura metabólica, artrosis de rodilla, síndrome metabólico, acompañado de infarto”.

Hay opciones y estrategias diferentes para cada paciente que quiera perder peso, no se cansa de repetir la diabetóloga Adriana Rodríguez. (Foto Andrés Maripe)

Aquellos que han aumentado de peso, si no se sienten capaces porque están cansados , abatidos, que busquen ayuda de un profesional”.

Adriana Rodríguez, médica internista, diabetóloga.

P- ¿Con cuántos kilos de exceso una persona es obesa?
R-
No es solo un peso sino una relación con la estatura. Se usan dos parámetros para diagnosticar obesidad: el porcentaje de grasa -que se hace con diferentes estudios- y uno muy sencillo, el “índice de masa corporal” (IMC) que es el peso sobre la talla al cuadrado. Es muy fácil de realizar y se usa mucho. Un índice de hasta 25 es normal; de 25 a 30, sobrepeso; de 30 a 35, obesidad grado I; de 35 a 40, grado II; más de 40, obesidad mórbida.

Pero ojo, que los flacos con panza también están en riesgo porque -añade-“cuando se tiene un perímetro de cintura mayor a 112 cm en el hombre y 88 cm en la mujer, eso se llama obesidad central o visceral que tiene una correlación muy importante con la grasa en el pericardio, que recubre el corazón, en el hígado” y los hace proclives a enfermedades cardiometabólicas.

“Hay dos tipos de obesidad: la periférica, son las personas que depositan grasa en las caderas, los muslos, los brazos; y la central, en personas que concentran la grasa en la región del abdomen. Ambas son peligrosas pero a los fines de infartos, la central es muy mala. En cuanto al coronavirus, ambas, porque el problema es a la hora de ventilar a esos pacientes, de tratarlos y también la evolución es mala”.

P- ¿Cuál sería la recomendación top desde lo médico a la gente que está engordando sin control a causa de la cuarentena y las restricciones, porque alteraron sus hábitos, por ansiedad o lo que sea?
R-
Que traten de volver a su peso y si no pueden solos, que recurran al médico o al nutricionista porque hay distintos métodos y en Roca hay equipos de profesionales dedicados a ayudarlos. La Sociedad Argentina de Diabetes en sus recomendaciones habla de un descenso de peso de un 5 a 10 por ciento y sostenerlo. Esto es importante porque a veces un paciente que tiene 30-40 kilos de sobrepeso se deprime porque dice: ‘tengo que bajar 50, 60 kilos’ y parece una proeza imposible pero para el control metabólico, una persona que pesa por ejemplo 100 kilos, con entre 5 y 10 que baje y lo mantenga ya tiene beneficio en su salud y eso está recontra estudiado. Tenemos que tomar conciencia que cada kilo cuenta y que le trae beneficios importantes y si no logran la meta deseada o la que tienen en su mente, no importa; cualquier beneficio va a ser valioso para esa persona y ese es un mensaje más motivador.


Una encuesta online sobre 5.500 personas entre 18 y 70 años realizada en nuestro país en plena pandemia y publicada en 2020 por la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) dio cuenta de que el 56,9% refirió haber ganado peso durante el confinamiento.

El dato

78,5%
de los encuestados dijo haber subido entre 1 y 5 kilos; el 18% ganó entre 3 y 5 kilos y el 3,5% aumentó más de 5 kilos.

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