En Tokio, una multitud pidió por el cierre de centrales nucleares
Al menos 5.000 personas protestaron ayer en Tokio contra la energía nuclear, y reclamaron el cierre de la central de Hamaoka, situada a 200 kilómetros al sur de la capital japonesa y a 120 de Nagoya. Según Ansa, Hamaoka tiene cinco reactores, construidos en la confluencia de dos placas tectónicas que pueden provocar fuertes terremotos en la zona. Las movilizaciones contra la permanencia de las centrales nucleares se realizaron en los grandes parques de Koenji, en el barrio de Suginami, y en el centro de la ciudad. “No a nuevas Chernobyl”, “No a las centrales nucleares” y “Cerremos Fukushima” decían algunos de los carteles que portaron los manifestantes. Una de las protestas cerró con una marcha hacia la sede de la empresa Tepco, que administra la planta nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto del 11 de marzo. Las manifestaciones de ayer exigieron al gobierno que “revise las políticas energéticas”. Por otra parte, el primer ministro japonés Naoto Kan prometió ayudar a los damnificados del noreste del país, afirmando en una visita a un puerto devastado que “no los abandonaremos”. El alcalde, Hiroshi Kameyama, pidió la construcción “lo antes posible” de viviendas temporales para unas “17.000 personas” que continúan viviendo en los refugios. De los 163.000 habitantes que tenía la ciudad de Ishinomaki antes de la catástrofe, 2.653 murieron y 2.770 desaparecieron, según el último balance provisorio. Ahora que las familias de unos 28.000 muertos y desaparecidos observaron un período de duelo de un mes, el gobierno considera que ha llegado la hora de la reconstrucción. (Télam / AFP)
Al menos 5.000 personas protestaron ayer en Tokio contra la energía nuclear, y reclamaron el cierre de la central de Hamaoka, situada a 200 kilómetros al sur de la capital japonesa y a 120 de Nagoya. Según Ansa, Hamaoka tiene cinco reactores, construidos en la confluencia de dos placas tectónicas que pueden provocar fuertes terremotos en la zona. Las movilizaciones contra la permanencia de las centrales nucleares se realizaron en los grandes parques de Koenji, en el barrio de Suginami, y en el centro de la ciudad. “No a nuevas Chernobyl”, “No a las centrales nucleares” y “Cerremos Fukushima” decían algunos de los carteles que portaron los manifestantes. Una de las protestas cerró con una marcha hacia la sede de la empresa Tepco, que administra la planta nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto del 11 de marzo. Las manifestaciones de ayer exigieron al gobierno que “revise las políticas energéticas”. Por otra parte, el primer ministro japonés Naoto Kan prometió ayudar a los damnificados del noreste del país, afirmando en una visita a un puerto devastado que “no los abandonaremos”. El alcalde, Hiroshi Kameyama, pidió la construcción “lo antes posible” de viviendas temporales para unas “17.000 personas” que continúan viviendo en los refugios. De los 163.000 habitantes que tenía la ciudad de Ishinomaki antes de la catástrofe, 2.653 murieron y 2.770 desaparecieron, según el último balance provisorio. Ahora que las familias de unos 28.000 muertos y desaparecidos observaron un período de duelo de un mes, el gobierno considera que ha llegado la hora de la reconstrucción. (Télam / AFP)
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