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Con el litio, la minería adquiere relevancia en la transición energética

Así lo confirmó el director de la Diplomatura en Producción de Litio de Universidad Austral, José de Castro. "Estamos en un momento coyuntural de importancia no sólo desde el aseguramiento de energía sino también en la sostenibilidad", remarcó.

La actividad minera adquiere un rol clave en la acción climática con la extracción del litio para la electromovilidad. «Estamos en un momento coyuntural de importancia no sólo desde el aseguramiento de la energía sino también en la sostenibilidad«, remarcó el director de la Diplomatura en Producción de Litio en Universidad Austral, José de Castro.

Con motivo del webinar «Vaca Muerta, Litio e Hidrógeno. Desafíos y oportunidades de la Argentina”, De Castro desarrolló la importancia del litio en la transición energética de la mano de la electromovilidad y la relevancia que está ganando en el país.

El referente remarcó que uno de los grandes desafíos en la actualidad es la acción climática. La transición energética se estableció como parte esencial para ello, lo que «hace que la minería tenga una acción más relevante a la que ya tenía». En los últimos 20 años, detalló que «el litio se convirtió en el centro de la transición energética«.

Existen dos fuentes principales de litio para la producción de todos los elementos derivados: las salmueras continentales y la pegmatita, un tipo de depósito que se encuentra principalmente en Australia. «Hoy en día se están empezando a ver los minerales con cierta importancia así que ambas fuentes son fuente potencial de litio», aseguró.

«Las salmueras continentales son la principal razón del gran incremento del producto en la Argentina«, detalló. En el noroeste argentino se encuentran los salares de la Puna en Jujuy, Salta y Catamarca donde se produce «la exploración y desarrollo hasta llegar a la construcción y potenciar el producto final».

Argentina tiene la mayor capacidad en términos de recursos, mientras que Chile tiene la mayor cantidad de reservas en el mundo. En cuanto a producción, Australia lidera el ranking desde 2015, «que produce un concentrado de espodumeno», expresó de Castro.

En este escenario, «Argentina tiene una potencialidad bastante grande«. En la actualidad, existen cuatro plantas comerciales en el triángulo de litio: dos en Argentina y dos en Chile. «La buena noticia es que Argentina posee la mayor cantidad de proyectos a punto de ponerse en marcha. Existen unos 35 proyectos de prefactibilidad en Salta y Catamarca», subrayó.

El desarrollo del litio «tiene una curva de aprendizaje que en el país tenemos el mayor nivel de conocimiento. Tenemos una ventaja comparativa y un conocimiento exhaustivo» que surge de la misma actividad y de otras como la petrolera. «El litio no es una industria de muchos años pero hay una transferencia tecnológica como por ejemplo de la industria petrolera con el modelado hidroecológico», dijo.


El carbonato de litio, una oportunidad para el comercio


La producción del litio «es una industria más bien química y tiene que ser evaluada«. El metal, cuando entra a la planta para ser procesado, tiene varias operaciones para llegar al «producto de alta calidad» como es el carbonato de litio. El referente remarcó que «se necesita una gran generación de desarrollo tecnológico para poder producirlo».

Pertenecer al «triangulo de litio (junto con Bolivia y Chile) nos coloca en una oportunidad con grandes desafíos«, explicó. El carbonato de litio «ya tiene una gran carga de valor. No se agrega valor solo por hacer baterías de litio si no ya por descubrirlo», resaltó.

En este sentido el referente advirtió que «hay una distancia bastante grande entre producción de litio y baterías. Las baterías de litio tiene relativamente poco litio«. El 62% de la producción de baterías se concentra en China, el 13% en Corea del Sur y el resto en Estados Unidos.

Por eso, la clave está en la producción del carbonato de litio, señaló. Esto se refleja en el incremento de precios: hoy una tonelada de carbonato de litio (CDL) «vale diez veces más que lo que costaba hace tres años. Está a 80.000 dólares. La demanda potencial es bastante mayor que la oferta potencial», aseguró. «Nuestra principal ventaja competitiva pasa por los salares y lo que tenemos como recurso y reserva», aseguró el director de la Diplomatura en Producción de Litio de Universidad Austral.


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