De Vaca Muerta al mundo: los planes para exportar US$ 35.000 millones al año

Las iniciativas que hace algunos años eran un anhelo están en marcha. El megapuerto petrolero de VMOS tiene más de un 25% de avance y se selló el financiamiento para la primera fase del gas natural licuado (GNL).

Vaca Muerta requiere inversiones por más de 10.000 millones de dólares anuales que difícilmente podrían conseguirse en un contexto, por ejemplo, de cepo cambiario.

Hace algunos años, pensar en que Argentina pudiera tener una segunda “Pampa Húmeda” que aporte 35.000 millones de dólares en exportaciones anuales era algo, cuando menos, utópico. Hoy, los planes exportadores para hacer ese sueño una realidad ya están en marcha, y si bien habrá dificultades que sortear, el país –de la mano de Vaca Muerta– comienza a aparecer en el mapa global de los grandes desarrollos de hidrocarburos.

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, viene hablando ya hace algunos meses de este horizonte exportador, de 30.000 millones de dólares a partir del 2031. En este artículo analizaremos cómo se conforman esas proyecciones y el estado en el que cada uno de los planes está.

Sin lugar a dudas, lo más avanzado es el desarrollo del petróleo de Vaca Muerta. En este caso, no solo julio dejó al país con la mayor producción de crudo de 1999 y a unos 50.000 barriles día de batir el récord histórico nacional, sino que ya está en plena construcción la obra más grande de este segmento, el gran habilitador de las exportaciones que es el sistema Vaca Muerta Oil Sur (VMOS).

Se trata de un oleoducto que atraviesa Río Negro y termina en un puerto con playa de tanques de enormes dimensiones en donde se espera que el primer despacho del petróleo de Vaca Muerta por las costas rionegrinas parta en noviembre del año que viene.

Este megacomplejo, que cuenta con crédito bajo la modalidad de finance proyect por 2.000 millones de dólares, permitirá iniciar sus despachos con 180.000 barriles por día, para dispararlos un año después a los 500.000 barriles diarios.

A valores actuales, las exportaciones de este puerto podrán llegar a los 4.500 millones de dólares en el primer año y trepar hasta los 12.500 millones de dólares en su pleno desarrollo. Hoy están en marcha otros sistemas de exportación liderados en volumen por el Oleoducto Trasandino (Otasa) y el complejo de Puerto Rosales de Otamerica, que al sumarse a VMOS se estima que llevarán las exportaciones a los 15.000 millones de dólares anuales.


Los grandes proyectos de GNL


El segundo gran flujo de los brotes verdes que promete Vaca Muerta proviene del gas, y puntualmente de los proyectos para exportarlo como Gas Natural Licuado (GNL). En este caso, el plan se estructura en tres fases de las cuales la primera ya tiene los compromisos de inversión asumidos por las empresas que conforman Southern Energy SA (SESA).

Este consorcio formado por PAE (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%) ya selló una decisión final de inversión por 15.000 millones de dólares para el funcionamiento de dos buques fábrica en la costa de Río Negro, el Hilli Episeyo y el MK II.

En conjunto, estos dos barcos que se instalarán aguas adentro de la zona de Fuerte Argentino, podrán exportar hasta 6 millones de toneladas de GNL al año, generando un flujo exportador de unos 2.500 millones de dólares anuales.

Pero como se marcó, hay dos fases más en etapa de proyecto. Una es con la italiana Eni para montar otros dos barcos para procesar 12 millones de toneladas al año, y la tercera con Shell por 6 millones más. Estas iniciativas podrían avanzar en sinergia, y se espera que a inicios del año que viene se de la decisión final de inversión que marcará el puntapié para que en conjunto el GNL genere exportaciones por 10.000 a 15.000 millones de dólares desde el 2031.

Estas exportaciones se suman a las de gas natural que ya fluyen por gasoductos a Chile, Uruguay y esporádicamente a Brasil, pero con buenas perspectiva de poder crecer y llegar incluso al mercado de Bolivia.

La integración regional por ductos se debate entre los países y con varias empresas interesadas en su consolidación.


La yapa: los líquidos del gas


Y junto a estos dos grandes proyectos, existe un tercero, casi obligado porque se trata de los líquidos del gas que se necesitarán separar tanto en la exportación de petróleo, pero en especial en la de GNL que requiere un gas totalmente seco.

Esos líquidos, que son el butano y propano (usados en garrafas por ejemplos), el etano (de gran uso en la petroquímica) y la gasolina natural, tienen un alto valor de exportación y se estima que podrán generar exportaciones por más de 5.000 millones de dólares anuales.

En este caso YPF y Pluspetrol diseñaron un plan denominado Vaca Muerta Liquids que prevé una inversión cercana a los 2.000 millones de dólares para generar las instalaciones de separación y fraccionamiento para su exportación, una iniciativa que está abierta a todas las empresas interesadas en sumarse.

Hoy la producción de Vaca Muerta, tanto de petróleo como de gas no es un tema en debate, pues hay consenso en la industria en que en menos de cinco años el play podrá llegar a una producción diaria de 1 millón de barriles y a más de 140 millones de metros cúbicos diarios de gas natural.

Los desafíos están ahora en cómo consolidar y garantizar estas grandes iniciativas que requieren de enormes inversiones de capital, de la confianza de socios y compradores extranjeros y de la importación de una fuerte cantidad de nuevos equipos de torre, dado que tan solo la hoja de ruta de YPF contempla que multiplicará por 4 la cantidad de pozos que realiza al año.


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