La oportunidad que abre Vaca Muerta a las operadoras del convencional 

El interés por los desarrollos no convencionales amplía el tablero a pequeñas empresas con otro foco de negocios. Operadores anticipan un reordenamiento masivo de activos maduros. 

Hace tiempo se abrió la discusión, especialmente en Río Negro, sobre el sector hidrocarburífero y el constante declino que sufre la producción convencional, principal actividad en esta provincia: salvo la concesión de YPF en Estación Fernández Oro (EFO) que produce tight gas. 

La caída en la producción de crudo de los yacimientos arrastra dos décadas, pero se profundizó especialmente en los últimos diez años.  

La razón es multicausal, pero entre otros factores, responde a la falta de inversión. No es ajeno que a la explosión de Vaca Muerta que comenzó los desarrollos masivos hace unos 10 años. En Río Negro una de las empresas independientes que inició un proceso de «transferencia» fue Aconcagua Energía que obtuvo el permiso de explotación de tres bloques: uno de ellos Catriel Oeste, primer yacimiento productor de la provincia.  

En ese segmento también incursionó Petroleros Sudamericanos que tomó cuatro activos que eran de YPF, todos esos cambios fueron entre 2017 y 2019.   

Diego Trabucco, CEO y accionista de Aconcagua, reflexionó sobre la situación de la actividad e insinuó que en el corto plazo se abre una oportunidad para las empresas independientes en Argentina. 

Explicó que la gran expansión de Vaca Muerta obliga a las grandes operadoras a disponer la mayoría de sus recursos en el no convencional. Con lo cual los campos convencionales pierden interés y abre la puerta a pequeñas empresas con otro foco de negocios. Es lo que sucedió principalmente en Estados Unidos con la irrupción del no convencional, aunque en ese caso muchas empresas usaron el convencional como trampolín.  

«Creo que en Argentina hoy tiene un enorme potencial para compañías independientes. Hay muy pocas operadoras en el país, está muy concentrado en ‘grandes jugadores’ y eso hace que los recursos finitos que cada compañía tiene, obliguen a tomar decisiones de invertir en los mejores activos y sin querer empiecen a descuidar o postergar algunas inversiones en el resto de los activos», señaló.  

Explicó que el desarrollo masivo de Vaca Muerta en los últimos años precipita ese escenario. Agregó que seguramente las grandes compañías tengan que revisar sus portfolios de activos y a partir de ahí se iniciará un proceso de venta y transferencia hacia compañía independiente.

Un reordenamiento más masivo del que ya comenzó, al menos en Río Negro, a mitad de la década pasada. Aconcagua se creó en 2015 con el objetivo de focalizarse en ese «nicho» convencional de áreas marginales. 

También tiene actividad en Mendoza y en los últimos dos años mostró un crecimiento notable en su producción.   

«Estoy convencido que va a pasar eso, una transferencia ordenada, es tan grande el impacto del no convencional que naturalmente va a generar que las grandes compañías que se hayan decidido focalizar avancen sobre proceso ordenados de desinversiones», agregó.  

Detalló que el declino del convencional pasó de la producción de 800 mil barriles a unos 330 mil en la actualidad.  Aconcagua obtuvo en 2018 la concesión de cuatros áreas: Catriel Oeste, Loma Guadalosa, Catriel Viejo y Tres Nidos. Este año, la operadora cedió los derechos de Tres Nidos a Petrolera San Miguel. 


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