Entre un gobierno y otro
Entre un gobierno y otro se cuecen habas. Durante cada mandato se hace y se deshace, y nosotros espectadores ciegos opinamos, nos debatimos o escapamos a nuestro mundo de dimes y diretes.
A nadie le importa un bledo lo que pasa, y está bien que así sea, la vida es otra cosa. Paremos ya de juzgar a los que ocupan cargos, simples seres humanos que aciertan y erran. Todos dejan su legado de caras y secas y solo Dios sabe cómo acabará la cosa. Entre nosotros hay entendidos y estúpidos, y entre los que mandan es lo mismo. Que cada uno haga el bien que tiene a mano y goce de la libertad y el bienestar que le ha tocado. Vamos a ver, ¿quién se planta y dice? “Jamás me he equivocado. En mí no hay ni hubo nunca pecado”. El que así habla miente y además hace de Dios un mentiroso. Seamos prolijos, cuidemos los afectos y esperemos que en su gracia Dios nos tenga. Aprovechemos los buenos momentos y no devolvamos mal por mal.
Alberto Félix Suertegaray
DNI 14.169.481
Roca
Comentarios